Ábalos apunta a la esposa del presidente del Gobierno: “Investigar a Air Europa sería abrir el melón, ahí podemos llegar a Begoña. Podemos llegar bien llegados”, le ha dicho a El Mundo.
El exministro y exmano derecha de Pedro Sánchez denuncia que se han vulnerado sus derechos: “Soy el primer diputado que entra en la cárcel. La indefensión es total”. ¿Qué sabe Ábalos del rescate de la compañía aérea? Fue ministro de Transportes, necesariamente ha de manejar información privilegiada sobre aquella operación estratégica para el Estado. De cualquier manera, le ha puesto un nuevo sumario al juez Peinado en bandeja de plata. Ni una semana va a tardar el magistrado en hacer gestiones para tratar de citar al que fuese secretario de Organización del PSOE y que aclare qué ha querido decir.
La prisión ha hecho que Ábalos se derrumbe. La ministra María Jesús Montero habla de estrategia de defensa de personas que tienen un pie en la cárcel e incluso advierte de que ir contra el PSOE le supondrá la apertura de un expediente de expulsión. “Este partido jamás se va a dejar chantajear”, asegura la titular de Hacienda y vicepresidenta del gabinete de coalición.
Hasta hoy, la Audiencia Provincial de Madrid le ha cerrado al juez Peinado cualquier posibilidad de investigar el caso Air Europa. Los magistrados siempre le han dicho al instructor que debe centrarse en el caso del máster para la Universidad Complutense, dejando al margen a la compañía aérea. Sin embargo, la entrevista de Ábalos con El Mundo cambia radicalmente el panorama. Si es cierto que hay material contra Begoña Gómez “para llegar bien llegados”, para “abrir el melón”, lo más probable es que la Audiencia termine abriendo la mano y dando el visto bueno a la indagación de aquel rescate, una operación por cerca de 500 millones de euros.
¿Se está defendiendo el exministro con todo lo que tiene? ¿Estamos ante una estrategia judicial o realmente está tirando de la manta? Según Ábalos, existen mensajes entre Koldo García (su exasesor) y Víctor de Aldama (empresario) que mencionan el papel de Gómez en las gestiones para salvar la aerolínea. Durante la pandemia, el Gobierno aprobó esta ayuda para evitar la quiebra de Air Europa. De alguna manera, Ábalos estaría sugiriendo que sufrió presiones extremas para que la operación saliera adelante. Sobre la mesa están las reuniones al más alto nivel y que incluso se habrían pagado viajes tras el rescate, lo que añade sospechas sobre posibles favores o contraprestaciones. Sin duda, Ábalos está insinuando que Begoña Gómez tomó parte en esos contactos al más alto nivel con empresarios a los que conocía. De ser así, sería el final de Sánchez.
La Audiencia Provincial de Madrid anuló un auto del juez Peinado que pedía investigar la relación de Gómez con el rescate, al considerar que se basaba en “meras sospechas”. Esto significa que, de momento, no hay una investigación judicial abierta contra ella. Hasta el día de hoy, no hay pruebas judiciales firmes ni investigaciones en curso. El asunto sigue siendo más político que judicial, aunque podría evolucionar si aparecen nuevas evidencias. Y ahí está el juez Peinado para poner su granito de arena. El magistrado hace tiempo que le tiene ganas a la familia monclovita. Y ahora ve la oportunidad de dar la puntilla perfecta para terminar con el Gobierno de coalición progresista. No cabe de duda de que ya está buscando vías jurídicas para solicitar al tribunal superior madrileño que le permita citar a declarar a Ábalos. La Audiencia le dijo que solo entraría en ese expediente si aparecían nuevas pruebas y las pruebas están apareciendo con las revelaciones de Ábalos.
El juez del Supremo, Leopoldo Puente, decretó ayer jueves el ingreso en prisión provisional y sin fianza para el exministro de Transportes por presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, cohecho, tráfico de influencias, malversación y uso de información privilegiada.
Todo ello por el supuesto cobro de comisiones por contratos para la compra de material sanitario durante la crisis del covid 19. El decreto del juez se ha efectuado por riesgo extremo de fuga tanto de Ábalos como de su exasesor, Koldo García. Tras la orden de arresto, ambos fueron trasladados al centro penitenciario madrileño de Soto del Real. La Fiscalía ha pedido una condena de 24 años de prisión para Ábalos y 19 y medio para Koldo. Tras la orden del juez, Ábalos no ha permanecido en silencio y ha reprochado su situación a distintas figuras del ámbito político.