Feijóo y Mazón no se ponen de acuerdo ni a la hora de mentir

El líder del PP y el expresidente de la Generalitat mantienen versiones diferentes sobre quién rechazó decretar el estado de emergencia durante la dana de Valencia

04 de Noviembre de 2025
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El caso Mazón evidencia la fragilidad del liderazgo de Feijóo
Feijóo y Mazón durante un acto oficial del Partido Popular.

Durante su alocución de ayer para presentar su dimisión, Carlos Mazón lanzó un mensaje directo a Feijóo que está generando interpretaciones en uno y otro sentido. “No pedimos la declaración de emergencia nacional porque, según el propio Gobierno, no iba a traer más efectivos ni iba a hacer que llegaran antes. La realidad es que los días posteriores descubrimos que nos quisieron dejar solos por estrategia política. El presidente de mi partido me lo aconsejó, y tenía razón”. Este párrafo ha sido interpretado como un reproche al jefe, que a buen seguro en las últimas horas le ha pedido al president en funciones de la Generalitat que presente su dimisión cuanto antes, como así hizo ayer.

Sin embargo, algunos medios de la derecha como El Mundo, citando fuentes populares, aseguran que Feijóo sugirió a Mazón que activara los trámites para elevar el nivel de alerta de protección civil y ceder el liderazgo operativo al Ejecutivo central, “pero Mazón no lo veía claro”. Aparentemente se trata de versiones diametralmente opuestas. Contradictorias. ¿Quién miente y quién dice la verdad?

Aclarar este asunto se antoja de una importancia capital, ya que desmontaría una de las tesis conspiranoicas del PP, que durante todo este año ha mantenido que Pedro Sánchez no movió un solo dedo para ayudar a los valencianos que se ahogaban aquel fatídico 29 de octubre. Ahora se está viendo que la patraña del estado de emergencia era solo eso: una coartada para inculpar al Gobierno central de la nefasta gestión.

En su comparecencia de ayer, Mazón vino a decir que la Generalitat no pidió el estado de alarma porque no se consideró oportuno en ese momento, y añadió que la decisión fue compartida con la dirección nacional del partido. Es decir, la no declaración del estado de emergencia nacional fue consensuada con Feijóo, aunque no usó la palabra “rechazo”. Mazón reconoció que no tomó la decisión en solitario, lo que sugiere que Feijóo tuvo voz en la estrategia política tras la dana. O lo que es lo mismo: le viene a decir a su superior que él no piensa acarrear con la responsabilidad de la nefasta gestión.

No hay constancia, hasta la fecha, de que Alberto Núñez Feijóo haya dado una orden directa de rechazar el estado de alarma, pero sí parece haber influido en la decisión de no solicitarlo. Feijóo no pidió el estado de alarma durante la dana sencillamente porque priorizó el respaldo político a su barón dentro de la estrategia de pasarle la patata caliente a Sánchez. Pero ahora se ve que las versiones no coinciden. Está claro que ambos no se ponen de acuerdo ni para mentir ni a la hora de fijar una coartada común.

Mazón se permitió ayer el lujo de dejarle ese recadito al presidente nacional del partido, algo que no viene precisamente a reforzar el liderazgo del dirigente gallego, muy cuestionado por no haber cesado a Carlos Mazón en los primeros días tras la riada que dejó 229 muertos. En lugar de fulminarlo, Feijóo decidió cerrar filas con su barón. Y lo ha aguantado en el cargo durante un año de infamias, mentiras, manifestaciones multitudinarias de indignación popular y humillaciones a las víctimas. Ese error mayúsculo le acompañará siempre.

La falta de una petición formal de estado de alarma o emergencia fue denunciada por el Partido Popular como una oportunidad perdida para movilizar recursos excepcionales y reforzar la coordinación entre administraciones. Ahora se está viendo que eso también era mentira. No era más que puro teatro para desgastar a Sánchez.

La renuncia de Carlos Mazón como presidente de la Generalitat Valenciana ha desatado una tormenta política. Mientras Feijóo la considera una “decisión correcta” y un gesto de responsabilidad, desde el Gobierno central se califica como un “espectáculo lamentable” que llega tarde y mal. En su primera intervención pública tras la dimisión, Feijóo defendió a Mazón ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP, describiéndolo como víctima de una “cacería política y personal” que debe ser denunciada “con toda intensidad”. “No es un asesino”, subrayó en referencia a la dureza de las críticas recibidas. Reconoció que Mazón cometió errores, pero también que los asumió “hasta las últimas consecuencias”. Del mensaje de Mazón sobre la declaración del estado de emergencia, ni media palabra.

Por su parte, la ministra y líder del PSPV-PSOE, Diana Morant, celebró la dimisión como una “buena noticia” y atribuyó el desenlace a la presión de las víctimas de la dana, a quienes reconoció el “mérito” de haber “cobrado la cabeza” de quien calificó como “el peor president de la Generalitat” en la historia reciente.

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