Los familiares de las víctimas de la DANA escucharon la comparecencia de Carlos Mazón con una mezcla de rabia y cansancio. “Se ha ido haciéndose la víctima, es indignante”, resumió Ernesto Martínez, que perdió a su hermana y a su sobrina. Un año después de la tormenta que se llevó por delante 229 vidas, el ya expresident no asumió responsabilidades concretas y culpó a los organismos estatales. En paralelo, Alberto Núñez Feijóo aprovechó la sacudida política para lanzar su discurso más duro contra el Gobierno central. El resultado: más ruido, más dolor y la misma pregunta de siempre —¿quién falló?— sin respuesta clara.
Feijóo convierte la tragedia en un ariete político
El líder del PP ofreció un discurso pensado para apuntalar a Mazón y atacar al Gobierno de Pedro Sánchez. Lo hizo con tono solemne y palabras gruesas: “La corrupción ahoga a Sánchez”, “el sanchismo ha convertido al PSOE en una organización criminal”, “España merece un Gobierno libre de sospechas”.
Feijóo hiló el caso valenciano con su ofensiva general contra el Ejecutivo, mezclando la DANA, los casos judiciales del PSOE y su propia agenda nacional. En su intervención, calificó la dimisión de Mazón como “una decisión correcta” y le dedicó una defensa cerrada: “Cometió errores, sí, y los ha asumido. Pero ha sufrido una cacería política y personal, y no es un asesino”.
El líder del PP afirmó además que “lo ocurrido fue una emergencia nacional que el Gobierno de España no atendió”. Según él, el Ejecutivo “tenía los medios, la autoridad y la obligación” de declarar la emergencia y no lo hizo, “mientras Sánchez estaba en la India y sus ministros viajaban por medio mundo”.
En un tono más propio de mitin que de reflexión institucional, Feijóo insistió en que “si el Partido Socialista cree que con esto se borran sus responsabilidades, se equivoca”. Prometió “auditoría total, limpieza de las instituciones, bajada de impuestos y presupuestos nuevos”, y concluyó con un ataque directo: “Hace mucho más tiempo que debería haberse ido el señor Sánchez”.
La oposición le planta cara con datos y responsabilidades
Mientras Feijóo y el PP cerraban filas en torno a Mazón, la oposición —desde el Gobierno central hasta los partidos valencianos— replicó con un discurso mucho más concreto: hubo avisos, falló la coordinación autonómica, y las víctimas siguen esperando justicia.
Fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica recordaron que tanto la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) como la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) actuaron “con rigor técnico”, y que “el único apagón informativo fue el del Cecopi”, el centro de coordinación autonómico bajo mando directo de la Generalitat. “No hemos rechazado ni una sola petición de ayuda”, insistieron, cifrando la inversión estatal en más de 1.200 millones de euros para reconstrucción, obras hidráulicas y refuerzo de la resiliencia.
Los autos judiciales son contundentes: Aemet y CHJ cumplieron los protocolos, y la jueza instructora ha calificado de “ficción” las afirmaciones de Mazón sobre supuestos fallos estatales. Las decisiones críticas, como la retirada de bomberos que vigilaban los barrancos, dependieron del Gobierno autonómico.
Yolanda Díaz lo expresó sin rodeos: “Las 229 víctimas y sus familiares no merecían esta comparecencia”. Joan Baldoví, portavoz de Compromís, fue igual de tajante: “Ha sido un presidente indigno hasta el último día”. Diana Morant, ministra y secretaria general del PSPV, habló de “fraude de solución” y pidió elecciones inmediatas.
229 víctimas y sus familiares no merecían esta comparecencia. No merecían este President y no merecen a un Feijóo que ha sido incapaz de liderar cuando más lo necesitaban.
— Yolanda Díaz (@yolandadiaz.bsky.social) 3 de noviembre de 2025, 9:44
Exigimos a Mazón que formalice su dimisión ante Les Corts Valencianes y convoque elecciones.
— Diana Morant (@DianaMorantR) November 3, 2025
Ha presentado un fraude de solución que no es lo que reclama y necesita la Comunitat Valenciana.#VolemVotar pic.twitter.com/Uc5VTZKxFd
Para Enrique Santiago, de Izquierda Unida, la comparecencia de Mazón fue “inaceptable, confusa y cobarde”. Y Gabriel Rufián, portavoz de ERC, resumió el sentir general con una frase lapidaria:
“Una dimisión a la altura del personaje. Cobarde, falaz y perversa”, ha criticado Rufián, que también le ha reprochado a Mazón que dedicara “literalmente” unos “cinco segundos para los 229 muertos” por la dana del 29 de octubre de 2024.
Una dimisión a la altura del personaje.
— Gabriel Rufián (@gabrielrufian) November 3, 2025
Cobarde, falaz y perversa.
Ah. Y 5 segundos para los 229 muertos.
Literalmente.
Incluso voces moderadas como la de Josep Borrell recordaron que “alguna responsabilidad política tiene que haber”, mientras el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero apuntó que el PP “está gestionando la crisis política con la misma torpeza con que gestionó la DANA”.
A Mazón le echan las víctimas pero se queda el PP con sus mentiras y políticas de muerte, que no son un error sino su forma de gobierno. Mazón es Ayuso en las residencias o Moreno Bonilla en la sanidad.
— Irene Montero (@IreneMontero) November 3, 2025
Este show es más daño a las víctimas. Mazón a prisión y hay que echar al PP.
Las familias, olvidadas entre discursos
Entre las acusaciones cruzadas, los familiares de las víctimas siguen sintiéndose ignorados. Piden algo tan sencillo como conocer la verdad. “Queremos saber por qué se retiraron los equipos de rescate y quién dio esa orden”, reclamaba una madre que perdió a su hijo de 19 años. “Y ahora nos dicen que Mazón es la víctima. Es una burla”.
Las familias esperan ser escuchadas en la comisión de investigación de las Cortes Valencianas, que ha citado ya a Pedro Sánchez, María Jesús Montero y Teresa Ribera, pero aún no a las víctimas. “Nos están dejando fuera otra vez”, lamentan.
El ruido político tapa la verdad
La dimisión de Mazón no ha traído calma. Al contrario, ha abierto un nuevo frente: el PP busca blindar su relato culpando a Sánchez; la oposición exige elecciones y transparencia; y las víctimas siguen esperando explicaciones.
Feijóo ha cerrado filas con su compañero, pero su discurso ha indignado a las familias y a la oposición, que le acusan de utilizar una tragedia para hacer política partidista. Desde el Gobierno central, recuerdan que “las competencias en emergencias son autonómicas” y que “los protocolos estatales funcionaron”.
Más allá del ruido, los hechos son claros: hubo alertas, hubo margen para actuar, y la Generalitat no lo hizo. Hay dinero movilizado, pero aún no justicia. Las familias quieren responsabilidades, no discursos.
Una herida abierta
Mazón se marcha con un discurso de víctima y el aplauso de su partido, mientras las víctimas reales —las 229 vidas perdidas y sus familias— siguen esperando verdad y reparación.
El balance es demoledor: una tragedia mal gestionada, una dimisión tardía y una política que antepone los titulares a las explicaciones. Y, mientras tanto, un país que vuelve a dividirse entre quienes buscan culpables y quienes solo piden que no vuelva a ocurrir.
    
    
