Maribel Vilaplana, la periodista que comió con Carlos Mazón el día de la dana del 29 de octubre, ha asegurado en su declaración ante la jueza que el president atendió llamadas y mensajes, pero que no recuerda haber escuchado sonar su teléfono. Vilaplana no ha aportado el tique del aparcamiento de aquella jornada, tal y como le requirió la jueza instructora, aunque dará la matrícula de su coche para que se pueda reclamar ese documento a la empresa. Según El País, Vilaplana asegura: "Me he sentido utilizada". La periodista, además, ha revelado que ha sido víctima de un intento de extorsión por parte de "periódicos muy serios" con la presunta divulgación de unas supuestas imágenes saliendo de casa de Mazón a partir de las seis de la tarde del día de la tragedia. "El dueño de El Ventorro le subió un sobre para que firmara unos papeles", ha precisado en alusión al reservado en el que comieron. "Hay un momento en el que hay muchas llamadas, era una mesa muy grande. Yo estoy en el cabecero. Él se giraba, escribía, me miraba. No recuerdo un teléfono ring ring", ha dicho. "Mazón se apartaba cuando sonaba el teléfono, yo decía, me salgo. No te preocupes, contestaba él", ha añadido, según las mismas fuentes.
Vilaplana ha asegurado, en calidad de testigo en el juzgado de Catarroja, que durante la comida el president escribía mucho por el móvil, y que en algún momento de la comida hubo muchas llamadas. Ante la insistencia sobre esta cuestión ha señalado que Mazón no estuvo incomunicado, que si ella hubiese oído sonar el teléfono le hubiese dicho al president que lo cogiese, de modo que, si sonó y no lo cogió, pudo ser que lo colgase.
Ella propuso al president salir del reservado para que este hablase, si bien él le dijo que no era necesario, aunque Mazón se levantó de la mesa al menos en una ocasión para hablar con la entonces consellera de Interior Salomé Pradas a las 17.37 horas, ha explicado, según las fuentes del caso presentes en su declaración, informa Efe.
La periodista ha admitido que durante la comida recibió un enlace de un vídeo de las inundaciones que sufría Utiel desde primera hora de aquella jornada (17.39, momento en que Mazón estaba hablando con Pradas), pero ha insistido en que no abrió el vídeo y que, por tanto, no pudo compartir esa información con el president. El hecho de no haber abierto ese tuit es algo que le "atormenta", ha declarado.
En general, Vilaplana ha afirmado que recuerda haber escuchado "poco" a Mazón hablar por teléfono, que estaría más "escuchando que hablando", y ha señalado además que el president no le transmitió ninguna información sobre las conversaciones que mantenía, y que en ningún caso oyó nada sobre dana, Cecopi o lluvias.
Cuando se reunieron, a partir de las 15 horas, Mazón le dijo que venía de un encuentro con los sindicatos, y a ella no le dijo "nada" de la dana. En València, según ha recordado en su declaración, no llovía y ella no tenía la percepción de que pasase "nada", así como que en la universidad donde estudia su hija no se suspendieron las clases.
Según han informado fuentes judiciales presentes en su declaración, en calidad de testigo, la periodista ha explicado que no conserva el tique de parking. En el inicio de su declaración, a micrófono cerrado, la periodista ha explicado a la jueza que no se encuentra bien anímicamente, han explicado las mismas fuentes. De hecho, fue atendida el pasado sábado en un centro hospitalario tras sufrir un cuadro de ansiedad, si bien regresó a última hora del día a su domicilio.
En el auto en el que la jueza reclamó a Vilaplana el tique del aparcamiento ya se preveía que, en caso de no conservarlo, se oficiase una petición a la empresa gestora del mismo para que lo entregase (tique, justificante o informe acreditado de entrada y salida del vehículo de la periodista), cosa que previsiblemente acordará la instructora.
    
    