La tormenta política desatada por Isabel Díaz Ayuso tras su rechazo a crear un registro de sanitarios objetores de conciencia al aborto ha obligado al presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, a salir al paso. El dirigente gallego, que llevaba días evitando pronunciarse sobre el tema, se vio forzado este jueves a publicar un comunicado en sus redes sociales para marcar distancias con la presidenta madrileña sin mencionarla directamente.
“Garantizaré siempre que cualquier mujer que opte por la interrupción de su embarazo pueda hacerlo con la mejor atención médica y psicológica, conforme a las leyes”, escribió Feijóo. Una frase que, aunque breve, supone un claro contraste con la postura de Ayuso, quien se ha negado a cumplir la normativa estatal que obliga a las comunidades autónomas a disponer de un registro de médicos objetores.
Un conflicto interno en el PP
Las palabras de Ayuso, pronunciadas en la Asamblea de Madrid —“¡Váyanse a otro lado a abortar!”—, generaron un terremoto dentro del propio Partido Popular. Mientras algunos dirigentes evitaron pronunciarse, Feijóo trató de reconducir la situación apelando a la legalidad y a la necesidad de respetar la ley vigente, sin enfrentarse abiertamente a su baronesa más mediática.
Antes del comunicado de Feijóo, la portavoz del PP en el Senado, Alicia García, intentó sortear la polémica asegurando que se trataba de un asunto “de competencia autonómica” y calificando el debate de “cortina de humo” impulsada por la izquierda. Sin embargo, el silencio inicial de la dirección nacional aumentó la sensación de desconcierto en el partido.
El intento de Feijóo por proyectar una imagen de moderación y respeto institucional contrasta con la estrategia de confrontación constante que mantiene Ayuso desde la Puerta del Sol. La presidenta madrileña ha convertido los choques con el Gobierno central en su principal herramienta política, incluso a costa de desafiar abiertamente leyes estatales.
Ataques cruzados entre Feijóo y Sánchez
Aunque el comunicado de Feijóo buscaba rebajar la tensión interna, también sirvió para cargar contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que acusó de “meter miedo a la gente con bulos sobre falsas prohibiciones del aborto”. Según el líder popular, el Ejecutivo socialista “usa a las mujeres como salvavidas político” y desvía el foco de sus problemas de gestión.
Por su parte, Sánchez había publicado poco antes un mensaje en el que advertía: “Volver a los viajes clandestinos a Londres. Al clasismo, al señalamiento. Volver 50 años atrás. No lo vamos a permitir”. El presidente añadió que el Gobierno empleará “todos los instrumentos legales” para garantizar los derechos de las mujeres “también en Madrid”.
Feijóo busca recentrar el debate
El líder del PP intentó cerrar su comunicado alejándose de la polémica y proponiendo un debate sobre “natalidad, conciliación y futuro”. Según afirmó, España necesita políticas que “apoyen a quienes quieren formar una familia” y medidas que eviten que una mujer renuncie a ser madre “por motivos económicos, laborales o de vivienda”.
Con esta declaración, Feijóo pretende mantener un delicado equilibrio: por un lado, mostrarse como un dirigente responsable que respeta la ley y, por otro, no romper con Ayuso, cuyo tirón mediático y político es evidente. Sin embargo, la brecha ideológica entre ambos parece cada vez más visible y anticipa nuevas tensiones dentro del Partido Popular, especialmente en cuestiones sociales donde la presidenta madrileña ha optado por una línea abiertamente conservadora.
Mientras tanto, el debate sobre el aborto, lejos de cerrarse, vuelve a situarse en el centro del escenario político español. Feijóo intenta mostrarse como garante de la moderación, pero sus esfuerzos por mantener el equilibrio entre la ley y las posiciones más radicales de su partido dejan en evidencia una fractura interna que no deja de crecer.