La misteriosa falta de actualizaciones sobre el cometa interestelar 3I/Atlas está alimentando rumores y teorías conspirativas, especialmente en un momento en que el objeto ha mostrado un comportamiento inesperado. Sin embargo, la razón del silencio no esconde un secreto alienígena, sino un simple (aunque frustrante) problema burocrático: el actual cierre del gobierno federal de los Estados Unidos, según informa National Geographic.
Desde el 1 de octubre de 2025, el Gobierno federal norteamericano se encuentra en situación de cierre parcial o total debido a la falta de aprobación de la legislación sobre presupuestos estatales y financiación. Esta parálisis presupuestaria ha afectado gravemente a numerosas agencias, incluyendo a la NASA. Esto implica que las agencias están en modo esencial: durante un cierre, la mayoría de los empleados federales no esenciales son enviados a casa sin paga. Esto incluye a muchos científicos, personal de comunicación y equipos de soporte.
En las últimas horas, los republicanos del Senado de Estados Unidos han conseguido romper el bloqueo demócrata para poner fin al cierre de instituciones, sedes y organismos públicos. Pero entretanto, el cometa ATLAS sigue avanzando nuestro Sistema Solar y las fotografías obtenidas por los telescopios y robots de Marte han quedado suspendidas hasta nueva orden. La política de recortes de Trump está haciendo mucho daño a la ciencia, especialmente a la NASA, que ya ha visto cómo se cancelaban proyectos con satélites para el estudio del cambio climático. Cabe recordar que el presidente de Estados Unidos no cree en el calentamiento global, es un negacionista declarado, por mucho que los científicos ya hayan constatado, con datos empíricos, lo que está ocurriendo con el clima del planeta Tierra.
En ese contexto, los canales oficiales de la NASA, sus redes sociales y portales de noticias científicas reducen drásticamente o detienen por completo sus actividades. En esencia, la maquinaria diseñada para procesar, verificar y liberar datos al público está paralizada. El pacto entre republicanos y demócratas debería ser el primer paso para terminar con la clausura parcial más larga de la historia, una crisis galopante en la bancada trumpista, que no logra arrancar un compromiso de los progresistas sobre los subsidios sanitarios.
El cometa 3I/Atlas es el tercer objeto interestelar conocido que atraviesa nuestro Sistema Solar, después de Oumuamua y Borisov. Su naturaleza y comportamiento han fascinado a los científicos: Estudios iniciales y recientes observaciones sugieren un comportamiento fuera de lo común. El astrónomo Avi Loeb de Harvard ha apuntado públicamente a una cola anormal del cometa y otros datos que lo hacen diferente de los objetos típicos (ha llegado a sugerir que el objeto interestelar es, en realidad, una nave espacial extraterrestre). Otros análisis han detectado una composición química inusual (alto contenido de dióxido de carbono y níquel).
La NASA, con telescopios como el Hubble y el Webb (según reportes, el Webb lo observó en agosto), tiene una gran cantidad de datos y posiblemente imágenes clave sobre este objeto. Sin embargo, debido a las regulaciones burocráticas del cierre, no pueden liberar ni procesar esta información hasta que se restablezca la financiación del gobierno y el personal regrese a sus puestos. Y todo porque Trump ha cortado la emisión. Un apagón informativo que ha despertado todo tipo de especulaciones.