La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, presentó la Estrategia de Madrid por el Empleo 2025-2027, un plan que busca reforzar las oportunidades laborales para los colectivos con mayores dificultades. La iniciativa, que cuenta con el apoyo de los agentes sociales UGT Madrid, CCOO de Madrid y CEIM, pretende llegar a dos millones de personas e implica a cinco consejerías autonómicas.
Durante su intervención, Ayuso defendió que “el año pasado más de 100.000 personas encontraron un puesto de trabajo” y subrayó que “nuestra tasa de paro es del 7,7 %, 2,6 puntos menos que la media nacional”. Estas cifras coinciden con los datos oficiales de la Comunidad de Madrid y del Instituto Nacional de Estadística: la región madrileña mantiene una de las tasas de desempleo más bajas de España y lidera la creación de empleo en el último año.
Sin embargo, el discurso de la presidenta también incluyó afirmaciones controvertidas sobre los autónomos y las políticas del Gobierno de España, algunas de las cuales no se sostienen con datos verificables.
Una estrategia con respaldo social
La Estrategia de Madrid por el Empleo parte de un consenso poco habitual entre sindicatos y patronal. Desde el Ejecutivo regional destacan que el plan incluye medidas concretas para fomentar la contratación de personas con mayores dificultades, con cerca de 44.000 beneficiarios desde 2021 gracias a incentivos a la contratación.
Entre las iniciativas figuran el Plan de Empleo Sénior, centrado en mayores de 45 años; la ampliación de la tarifa cero para emprendedores mayores de 52 años; y el Plan Reactívate 90, que ofrece programas intensivos de formación de tres meses para la reinserción laboral.
El objetivo, según Ayuso, es “pensar especialmente en las personas, en las empresas y en la libertad”. La presidenta subrayó que Madrid es “una de las regiones con más población activa con título universitario o formación profesional de primer nivel” y que la comunidad cuenta con “uno de los sistemas de emprendimiento más robustos de Europa”.
Los sindicatos UGT Madrid y CCOO de Madrid, junto con CEIM, han destacado la importancia del acuerdo, subrayando que el consenso permite consolidar una política de empleo estable, basada en la cooperación público-privada y alejada de los enfrentamientos partidistas.
Datos discutibles sobre los autónomos
En la parte final de su discurso, Ayuso se dirigió directamente a los trabajadores por cuenta propia y lanzó duras críticas al Gobierno central. Aseguró que “el Ejecutivo pretende acabar con los autónomos” y que “ahora quieren subir las cotizaciones a la Seguridad Social en más de 200 euros el año que viene y en 600 para 2028”.
Sin embargo, estas cifras no están respaldadas por ningún documento oficial. El nuevo sistema de cotización por ingresos reales, vigente desde 2023, ajusta la cuota en función de los beneficios declarados: quienes ganan más, pagan más; quienes tienen ingresos reducidos, cotizan menos.
Actualmente, la Seguridad Social mantiene abierta la negociación del régimen que regirá entre 2026 y 2028, pero no se han publicado aún los importes concretos de las futuras cotizaciones. La presidenta, por tanto, adelantó cifras sin base oficial.
Ayuso también afirmó que “un autónomo que factura 8.000 euros paga 2.400 en impuestos”, lo que equivaldría a una carga del 30 %. Este ejemplo no es aplicable de forma general. La carga fiscal real depende del régimen de IVA, del IRPF, de los gastos deducibles y de la cuota de cotización correspondiente a cada tramo. Por tanto, esa cifra puede darse en algunos casos concretos, pero no representa una media ni una norma general.
Lo que dicen los datos oficiales
En 2025, la base mínima de cotización de los autónomos se sitúa en 653,59 € mensuales y la máxima alcanza los 4.909,50 €, según la Seguridad Social. Además, el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) —una pequeña contribución destinada a reforzar las pensiones futuras— pasa del 0,7 % al 0,8 % de la base de cotización, lo que implica un ligero incremento, pero muy inferior a los 200 € o 600 € anuales citados por Ayuso.
El sistema permite además modificar la base de cotización hasta seis veces al año, de modo que cada autónomo puede adaptarla a sus ingresos reales. Los ajustes se regularizan una vez declarados los rendimientos anuales.
Por tanto, es cierto que algunos autónomos pagarán más, pero no existen datos oficiales que respalden las cifras concretas que Ayuso difundió.
Empleo y política: dos discursos distintos
La intervención de Ayuso dejó dos mensajes distintos. Por un lado, la presentación de un plan regional de empleo que cuenta con respaldo social y objetivos bien definidos; por otro, un discurso político que se aleja de los datos contrastados al hablar de la política fiscal y laboral del Gobierno central.
La presidenta advirtió que “las subidas de impuestos indiscriminadas y la rigidez del mercado laboral destruyen empleo”, y acusó al Ejecutivo de “imponer ingeniería social en lugar de ayudar a las familias”. Sin embargo, sus críticas mezclan elementos ciertos —como el aumento de cotizaciones para algunos tramos de autónomos— con afirmaciones inexactas o sin base oficial.
Mientras tanto, la realidad de los autónomos madrileños es más compleja. Las cuotas varían según ingresos y situación, y el impacto del nuevo modelo dependerá del tramo en el que se ubique cada trabajador. Las políticas de apoyo autonómicas, como la tarifa cero o las ayudas a emprendedores, pueden mitigar parcialmente esa carga, aunque no sustituyen la regulación estatal.
Un reto común: empleo estable y menos confrontación
La Estrategia de Madrid por el Empleo 2025-2027 no debería quedar eclipsada por las broncas políticas. Su éxito dependerá de la coordinación entre el gobierno regional, los sindicatos y las organizaciones empresariales.
Los expertos coinciden en que, pese a los matices, el acuerdo entre UGT Madrid, CCOO y CEIM constituye un avance importante. A diferencia de otras regiones, Madrid ha conseguido que los agentes sociales se impliquen en el diseño de medidas concretas para la empleabilidad, la formación y la reinserción laboral.
En un contexto marcado por la incertidumbre económica y el aumento de los costes, el reto está en combinar ayudas reales con estabilidad normativa. Las cifras de empleo avalan los avances, pero la política de declaraciones debería centrarse menos en los titulares y más en los hechos.
La presidenta puede presumir de una buena noticia: un plan consensuado y respaldado por los principales actores sociales. Pero, en materia de autónomos, sus afirmaciones muestran más intención política que precisión estadística. Y, en un debate tan sensible como el del empleo, los datos importan tanto como las palabras.