El pasado domingo, trabajadores de la televisión pública valenciana À Punt difundían un comunicado en redes sociales bajo la etiqueta #LaPlantilladÀPnoCalla, en el que expresaron su desacuerdo con la decisión de emitir una corrida de toros el sábado, coincidiendo con la manifestación en Valencia por el aniversario de la dana. Por un momento, la televisión valenciana volvió a los años oscuros de Canal 9, cuando los Zaplana, Camps, Rita Barberá y otros prebostes del PP manipulaban sin complejo ni pudor la actualidad informativa. Fueron los años en que las noticias por el accidente mortal de Metro de 2006 no aparecían ni en la portada; los años en que la información sobre la decisión judicial de abrir juicio oral contra el expresidente Francisco Camps fue relegada al final de los telediarios; los años del apagón informativo sobre el caso Gürtel, un escándalo político oscurecido por los focos de los programas de cotilleo y la prensa rosa.
Toda aquella miseria periodística retorna de la mano de Carlos Mazón, el hombre de El Ventorro hoy acorralado por la jueza de Catarroja (que ya ha pedido a les Corts Valencianes el listado de llamadas con el Cecopi del 29 de octubre). El president ya va a la desesperada. Cree que manipulando burdamente la parrilla televisiva de À Punt, para tapar sus vergüenzas, podrá mantenerse en el poder. Pero contraprogramar toros en lugar de emitir la manifestación ciudadana de cada fin de semana contra su gestión no le servirá de nada. El escrito emitido por los trabajadores de À Punt, de carácter anónimo, califica esta decisión como motivo de “vergüenza” y denuncia que ha generado un “alud de críticas” y un “grado de descrédito inaceptable” para la radiotelevisión pública.
Según el comunicado, À Punt “dio la espalda al clamor del pueblo” que exigía responsabilidades al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y a su Gobierno por lo que consideran “la mayor desgracia reciente” en la Comunitat Valenciana. El texto concluye con la afirmación de que “la plantilla no calla”.
Fuentes de la dirección de À Punt han declarado a la agencia Efe que respetan todas las opiniones, pero defienden que la cobertura de la manifestación fue “adecuada”. Señalan que se informó del evento en redes sociales, boletines de radio y en el informativo nocturno, donde fue la noticia principal. Además, se realizaron conexiones en directo, se emitieron dos piezas informativas sobre la protesta en Valencia y otra sobre la manifestación en Alicante. También se publicó contenido relacionado en la página web oficial.
La dirección añade que los informativos anunciaron la manifestación durante todo el día y cubrieron el acto celebrado en el Teatro Olympia por la mañana. En total, el informativo nocturno dedicó 10 de sus 25 minutos a tratar el tema. Diversos representantes políticos y sindicales han expresado su rechazo a la decisión de À Punt. Pilar Bernabé, delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, calificó la emisión de la corrida como “un insulto” a las víctimas de la dana y al pueblo valenciano.
Reacciones políticas
José Muñoz, portavoz del PSPV-PSOE en Les Corts, acusó al Partido Popular de manipular la televisión pública, comparando la situación con la extinta Canal 9. Por su parte, Papi Robles, portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de València, denunció que la dirección de À Punt está “tutelada por PP y Vox” y expresó su apoyo a los trabajadores.
Beatriu Cardona, portavoz de Intersindical Valenciana, calificó la decisión como “miserable” y una “burla a las víctimas”, y trasladó sus críticas a la Presidencia de la Corporación Audiovisual de la Comunitat Valenciana (CACVSA).
Los comités de empresa de À Punt han solicitado la dimisión de la presidencia y del equipo directivo de CACVSA, alegando “incapacidad para gestionar el servicio público”. Finalmente, la Unió de Periodistes Valencians ha expresado su apoyo a la plantilla de À Punt y ha exigido la comparecencia de los altos cargos del ente ante la comisión de RTVV en Les Corts.
 
     
    