Los socios de coalición han expresado dudas sobre mantener su apoyo al Gobierno de Pedro Sánchez tras el incesante goteo de casos de corrupción. Aunque no han roto formalmente con el PSOE, han advertido de que la legislatura podría caer si no hay medidas contundentes.
El caso Koldo, el caso Santos Cerdán, el caso Leire Díez y sobre todo el caso Salazar y otros asuntos de supuesto acoso sexual contra mujeres militantes socialistas han hecho perder la fe de partidos como Sumar, ERC y Bildu en el futuro de este Gobierno. También del PNV. En petit comité, representantes de estas formaciones reconocen que es muy factible la posibilidad de que haya elecciones anticipadas en 2026. A ese respecto, Junts se muestra cauto, a la espera de que Carles Puigdemont pueda retornar a Cataluña en virtud de la ley de amnistía.
Los socios están inquietos. Partidos como ERC, EH Bildu, Podemos y Coalición Canaria han declarado que no garantizan su apoyo y exigen “más contundencia” contra la corrupción. Ione Belarra afirmó que “el ciclo político de Sánchez ha acabado” y que la legislatura está “finiquitada”. ERC y Bildu han pedido medidas más duras contra la corrupción y advierten de que podrían distanciarse si el PSOE no limpia responsabilidades. PNV y Junts: mantienen reuniones estratégicas con Moncloa, pero condicionan su apoyo a cambios claros.
Pedro Sánchez presentó un plan de acción de 15 puntos contra la corrupción en julio de 2025. El plan no ha gustado a los socios de coalición por insuficiente. Moncloa teme una “encerrona” de los partidos de la coalición, que podrían usar la crisis para marcar distancias. Así las cosas, desde el PSOE insisten en que trabajan “sin descanso” para frenar la corrupción y mantener la legislatura.
Se barajan varios escenarios. El primero, una ruptura parcial de la coalición: los socios podrían no abandonar el Gobierno de inmediato, pero sí bloquear iniciativas clave en el Congreso. Una segunda opción sería la caída de la legislatura: si los casos de corrupción siguen creciendo y las medidas no convencen, el Gobierno podría terminar antes de tiempo por una moción de censura. Feijóo confía en reunir los 7 escaños que le faltan para descabalgar a Sánchez. Y también podría darse un tercer escenario, el de la presión interna: dentro del PSOE hay voces críticas que reconocen errores en la elección de figuras como Ábalos y Cerdán. Un derrocamiento de Sánchez desde dentro no es descartable.
En resumen, los socios de coalición no han roto aún con el Gobierno, pero la corrupción ha debilitado gravemente la confianza. Antonio Maíllo (líder de Izquierda Unida), reconoce que el PSOE tiene “un problema con el caso Koldo” y rechaza la excusa del “yo no sabía nada”.
Yolanda Díaz ha asegurado que “hace meses no escucho propuestas para luchar contra la corrupción”, criticando la falta de iniciativas tras las últimas detenciones. Exige “contundencia al PSOE” ante el caso Salazar, subrayando que las mujeres están “hartas del machismo galopante” en España, y defiende la creación de una Agencia Pública Anticorrupción, reprochando al PP que votara en contra de esta medida.
En cuanto a Gabriel Rufián, portavoz de ERC, ha avisado a Sánchez de que “lo que le va a echar de Moncloa no será la corrupción, sino el coste de la vida”. Reclama topar los precios de los alimentos y crear distribuidoras públicas, criticando que los buenos datos macroeconómicos “no sirven si la gente no llega a fin de mes”. E ironiza con un “regalo de Navidad para el PSOE: una brújula, para que no olviden que igual son de izquierdas”. También advierte de que si la corrupción “escala”, podría obligar al Gobierno a convocar elecciones anticipadas.
Pero sin duda, una de las claves es Yolanda Díaz. La vicepresidenta ha asegurado en La Sexta que el Gobierno “así no puede seguir”. “Es insoportable la corrupción y los puteros. Se acabaron las reflexiones y los cambios cosméticos. Toca actuar”, aseguró. “Es grave. Basta ya. El deterioro es mayúsculo. Es insoportable lo que vivimos: corrupción, puteros, machismo”, dijo la ministra. “Los golfos no son de derechas ni de izquierdas, son golfos vengan de donde vengan. No comparto que un cargo político esté aforado en casos de corrupción, me revienta la cabeza”.
