Plan Trump para Palestina: un retorno al colonialismo supremacista, racista y esclavista

El acuerdo cumple con todos los rasgos y características que los historiadores atribuyen a un modelo colonialista de usurpación de territorio

08 de Octubre de 2025
Actualizado a las 9:23h
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Colas del hambre en Gaza, ciudad de Palestina | Foto: Museo Nacional Thyssen-Bornemisza
Colas del hambre en Gaza, ciudad de Palestina | Foto: Museo Nacional Thyssen-Bornemisza

El plan Trump para pacificar Palestina no es más que un proyecto siniestro para someter a todo un pueblo a un poder colonial propio del siglo XIX. El colonialismo es un sistema mediante el cual un país poderoso (la metrópoli) impone su control sobre otro territorio (la colonia), generalmente fuera de sus fronteras. Este control puede ser directo, mediante ocupación militar, o indirecto, a través de gobiernos subordinados. Todo colonialismo cumple una serie de características y rasgos propios, según los historiadores: explotación económica (la metrópoli extrae recursos naturales y utiliza la mano de obra local para su beneficio); dominación política (se imponen leyes y sistemas de gobierno ajenos a la población colonizada); imposición cultural (se introduce la lengua, religión y costumbres de la metrópoli, desplazando las tradiciones locales); y justificación ideológica (se suele presentar como una “misión civilizadora”, basada en ideas de superioridad racial o cultural).

La Casa Blanca publicó este lunes el plan de 20 puntos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para poner fin a la guerra en la Franja de Gaza y definir el futuro del enclave palestino. El acuerdo es un proyecto colonial con todas las de la ley. Habrá un control directo o indirecto, bien por la Casa Blanca o delegado en Netanyahu o en el gobernador provincial o virrey Blair, hombre de paja de Washington y Tel Aviv; habrá explotación total de los recursos naturales de Palestina (en este caso la construcción de un complejo hotelero de lujo y el asentamiento de colonos judíos, tal como pretende el presidente estadounidense); se implantará la cultura occidental, el inglés y la religión hebrea; y a fin de cuentas los palestinos quedarán como mano de obra esclava en su propia tierra. Sin derechos, sin libertades. ¿No es esto acaso un retorno al colonialismo supremacista decimonónico?

El plan con el que Trump piensa ganar el Nobel de la Paz (ese es su único objetivo, de ahí sus prisas) incluye un alto el fuego en la ofensiva israelí, la liberación de todos los rehenes y el establecimiento de un Gobierno de transición supervisado por una junta presidida por el propio Trump. Estados Unidos se compromete además a mediar entre Israel y Palestina para “una coexistencia pacífica” (tremendo eufemismo, seguirán los asesinatos masivos), y abre la puerta a la creación de un Estado palestino. ¿Pero cuáles son los 20 puntos del plan de Trump para Gaza?

1. Desarme de Hamás y entrada de ayuda humanitaria a Gaza, que será una zona libre de terrorismo y no representará una amenaza para Israel (falso, está por ver que no surja un nuevo Hamás para vengar los crímenes contra la humanidad).

2. Gaza será reconstruida para beneficio de su pueblo (mentira, las multinacionales sionistas ya tienen puestos sus ojos en el pelotazo urbanístico).

3. Alto el fuego inmediato y repliegue gradual de las fuerzas israelíes para preparar la liberación de rehenes.

4. Liberación en 72 horas de todos los rehenes de Hamás, tanto vivos como muertos.

5. Israel liberará a 250 presos palestinos condenados a cadena perpetua y 1.700 gazatíes detenidos tras los atentados del 7 de octubre.

6. Hamás se compromete a coexistir pacíficamente y a desarmarse (aquí queda patente la candidez de Trump, que como no lee historia no se ha enterado de que allí hay un conficto sin resolver desde 1948).

7. Tras la aceptación del acuerdo, se enviará toda la ayuda humanitaria necesaria para Gaza.

8. La entrada y distribución de ayuda humanitaria se realizará sin interferencias y a través de las agencias de Naciones Unidas.

9. Gaza será administrada por un comité tecnocrático supervisado por una “Junta de la Paz” internacional presidida por el propio Trump y que incluirá al ex primer ministro británico Tony Blair. Una Autoridad Palestina reformada tomará el control posteriormente (otra utopía, sin elecciones libres el pueblo palestino no podrá decidir su propio destino).

10. Se creará un plan de desarrollo económico para Gaza que atraiga inversiones (muy fructíferas para Estados Unidos e Israel, una ruina para los palestinos).

11. Se creará una zona económica especial en Gaza. En cuanto a la posible creación de un Estado palestino, es otro engaño. Netanyahu nunca lo consentirá.

12. No habrá desplazamientos forzosos y quienes se vayan voluntariamente tendrán derecho a regresar, aunque “se animará a la gente a quedarse y se les ofrecerá la oportunidad de construir una mejor Gaza”. Falso, seguirá la limpieza étnica porque Israel se ha planteado un siniestro objetivo: ensanchar territorio, el sueño del Gran Israel como en su día Hitler soñó con la Gran Alemania.

13. Hamás y otras facciones no podrán gobernar Gaza “ni directa, ni indirectamente” y se desmilitarizará la Franja bajo supervisión internacional.

14. Países de la región garantizarán que Hamás y otros grupos cumplan sus compromisos y que Gaza no represente una “amenaza para sus ciudadanos ni vecinos”.

15. Se desplegará una Fuerza Internacional de Estabilización (ISF), apoyada por EE.UU. y socios árabes, para entrenar fuerzas policiales palestinas y mantener la seguridad interna y de fronteras, área en la que cooperarán Egipto e Israel.

16. Israel no ocupará ni anexará Gaza, se retirará progresivamente para transferir el control a la ISF y mantendrá un perímetro de seguridad si es necesario (está por ver, Tel Aviv practica la política de hechos consumados).

17. En caso de que Hamás “demore o rechace” la propuesta, todo lo anterior, se implementará en las zonas “libres de terrorismo” que Israel haya transferido a la ISF.

18. Se promoverá un diálogo interreligioso para fomentar la tolerancia y la convivencia pacífica entre palestinos e israelíes.

19. Conforme avance la reconstrucción y se cumplan reformas en la Autoridad Palestina, se abrirá la posibilidad de la autodeterminación y la creación del Estado palestino.

20. Estados Unidos establecerá un diálogo entre Israel y Palestina para acordar un horizonte político que permita una coexistencia pacífica y próspera.

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