Peleas de neonazis en plazas de toros: el PP convierte Madrid en territorio ultra

Núcleo Nacional, un partido hitleriano que niega el Holocausto, anuncia una jornada de peleas en Algete, municipio gobernado por el Partido Popular

16 de Octubre de 2025
Actualizado a la 13:49h
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Una imagen de las peleas de Núcleo Nacional
Una imagen de las peleas de Núcleo Nacional

La Comunidad de Madrid se está convirtiendo en territorio ultra. “El ambiente es irrespirable, no hay más que darse una vuelta por la ciudad”, asegura un periodista parlamentario en petit comité. Manifestaciones neonazis, aquelarres franquistas, procesiones ultrarreligiosas, todo ello autorizado y permitido por Isabel Díaz Ayuso y, por omisión, por Alberto Núñez Feijóo, incapaz de poner pie en pared y frenar el espíritu falangista que se apodera por momentos de su delfina.

El último municipio en sumarse a esta moda reaccionaria es Algete. La plaza de toros de la localidad “figura en el calendario de actividades de Núcleo Nacional. La organización de ultraderecha ha anunciado que el próximo 9 de noviembre celebrará una jornada de peleas en ese recinto de titularidad municipal. El Ayuntamiento de la localidad madrileña está en manos del PP, que gobierna con el apoyo de dos agrupaciones locales (Unión de Ciudadanos Independientes y Unión Santo Domingo)”, asegura Público.

“Prepárate para vivir una competición de peleas que llevará la adrenalina al límite. El próximo 9 de noviembre, luchadores de alto nivel se enfrentarán en un evento único, lleno de intensidad, técnica y emoción”, aseguran en su plataforma digital, donde ofrecen entradas.

El PP madrileño tolera y consiente saraos neonazis de este tipo. La extrema derecha está creciendo en Madrid por una combinación de factores: en primer lugar, por el odio antisanchista y en general a la izquierda que propala su presidenta, que ha terminado por confundir al ciudadano con su neolengua, una verborrea que deshumaniza al adversario político con eslóganes como “Sánchez hijo de fruta”; “Socialistas bolivarianos”; y “PSOE, Gobierno de autócratas”. Al grito de “libertad” (misma patraña empleada por Milei para llegar al poder en Argentina), Ayuso ha coqueteado demasiado tiempo con el mundo reaccionario y ha terminado por crear una especie de nuevo fascismo castizo. Alimentó el franquismo dormido y el monstruo ya empieza a caminar solo, hasta tal punto que se le ha ido de las manos.

Pero hay más motivaciones que explican el resurgir del movimiento neonazi, como el descontento social en los cinturones de los extrarradios urbanos y también en las zonas rurales y agrarias: Vox ha captado apoyo entre agricultores y ganaderos que se sienten asfixiados por las regulaciones ambientales de la Unión Europea. Allí se denuncia que las normativas de la UE impiden trabajar con libertad y que el “fanatismo climático” está destruyendo el sector primario. Ese discurso antisistema ha germinado en una explosión de odio contra la democracia. Uno de cada cuatro jóvenes cree que en una dictadura como la instaurada por Franco en 1936 los españoles vivirían mejor.

Vox se mantiene por encima del 15% en estimación de voto, y otras marcas como SALF (liderada por Alvise Pérez) también suman apoyo, alcanzando el 2,7%. Esto refleja un movimiento hacia posiciones más radicales dentro del electorado de derechas.

Otro factor es la internacionalización del discurso: Madrid ha sido sede de la cumbre del grupo europeo Patriots, que reúne a líderes como Santiago Abascal, Viktor Orbán, Marine Le Pen y Geert Wilders. Este evento ha reforzado la idea de una “reconquista” de los valores tradicionales europeos, con críticas a la migración, el feminismo, la Unión Europea y el “globalismo”.

La crisis económica, el miedo al inmigrante y a los cambios políticos hacen el resto. Como en otros países europeos, el crecimiento de la extrema derecha se alimenta del temor a la pérdida de soberanía, el rechazo a los avances sociales percibidos como impuestos y el desencanto con los partidos tradicionales.

Madrid es el centro político y mediático del país, ideal para lanzar mensajes con repercusión nacional. Tiene una mezcla de votantes urbanos y rurales, lo que permite a Vox y otros grupos conectar con distintos perfiles. Pero este fenómeno no es aislado ni exclusivo de España. El auge de la extrema derecha en Europa está siendo observado como una tendencia consolidada, aunque aún debatida en cuanto a su sostenibilidad a largo plazo.

La Guardia Civil abrió una investigación en abril pasado sobre las actividades de Núcleo Nacional a raíz de la difusión de mensajes de contenido racista. Los agentes de la Benemérita remitieron un informe a los juzgados de Valladolid en el que advertían sobre posibles delitos de odio contra marroquíes y judíos por parte de esa organización ultra. Ahora le toca al Ayuntamiento de Algete, en manos de PP, decidir si prohíbe un acto que sería una ceremonia de exaltación de la violencia, el racismo y la raza superior.

Núcleo Nacional aparece en el Registro Nacional de Asociaciones, a cargo del Ministerio del Interior. El grupo fue formalmente anotado el 8 de agosto de 2024 en el apartado de asociaciones de ámbito estatal que realizan actividades “cívico-políticas”, con domicilio en Valladolid. Se trata del mismo domicilio legal de la tienda online en la que se venden las camisetas con mensajes de burla sobre el Holocausto.

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