Genocidio palestino: Feijóo comete el mismo error que Aznar con la guerra de Irak

El líder del Partido Popular sigue sin reconocer el holocausto de Gaza mientras España entera se moviliza tras el secuestro de la Flotilla de la Libertad

03 de Octubre de 2025
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Una imagen de la manifestación contra la guerra de Irak en Madrid
Una imagen de la manifestación contra la guerra de Irak en Madrid

El periodista Victor Guillot pone uno de los tuits más atinados que se han leído últimamente: “Un Partido Popular roto. En Valencia la dana, en Castilla y León los incendios, en Murcia la inmigración, en Andalucía el cribado mamario, en FAES Netanyahu, en Madrid el pim pam pum y el covid y Gaza y las residencias de ancianos y el aborto y el novio… Todo el mundo añora aquel bolso” [en referencia a la moción de censura de 2018, cuando Rajoy, ya perdido el poder, se fue de comilonas a un mesón mientras su escaño lo ocupaba el Loewe de Soraya]. Touché.

Sin embargo, Feijóo tiene otro grave problema que no es solo su compadreo con la extrema derecha fascista de Vox: el genocidio palestino, que todavía no ha condenado como tampoco lo ha hecho Ayuso, quien ayer se permitió la frivolidad de bromear con una tragedia como los 65.000 palestinos asesinados por Netanyahu en Gaza. Las manifestaciones que se preparan en todo el mundo tras el secuestro de la Flotilla de la Libertad prometen dejar en mantillas a las que se celebraron durante el No a la guerra de Irak de 2003. La opinión pública internacional está con el sufrimiento palestino. Todo el mundo empieza a movilizarse contra el genocidio perpetrado por los israelíes. Todos menos Feijóo, que sigue dando bandazos retóricos. Él sabrá, pero debería recordar que el PP perdió el poder en España por un conflicto similar en Oriente Medio y por la manipulación del Gobierno Aznar, que quiso engañar al pueblo diciéndole que los atentados de Atocha habían sido obra de ETA y no de Al Qaeda (ocultando así su responsabilidad en la participación de España en la invasión de Irak).

Tras las masivas manifestaciones de hace 22 años, el escritor del New York Times Patrick Tyler aseguró que ese día habían nacido dos superpotencias: Estados Unidos y la opinión pública mundial. Hoy, 22 años después, nos encontramos ante una situación parecida en medio del genocidio de Gaza. La Flotilla ha sacudido las conciencias de millones de personas. La imagen de los valientes activistas por la paz ilegalmente arrestados en aguas internacionales por los soldados israelíes, convertidos en piratas del mar, ha calado muy hondo en la opinión pública europea y occidental. Habrá un antes y un después en el cruel y lento exterminio del pueblo palestino tras la gesta de los 44 barcos que tratan de romper el bloqueo ordenado por Netanyahu. Pero Feijóo no se da por enterado.

Marea pacifista

Las manifestaciones contra la invasión de Irak en 2003 fueron uno de los movimientos pacifistas más extensos y coordinados de la historia moderna. Pero el grito de rechazo popular contra los crímenes de guerra del Gobierno israelí promete ser todavía más airado y telúrico. Anoche, tras la emisión en directo del abordaje hebreo a la Flotilla, miles de personas se echaron a la calle en toda Europa. Fue solo el comienzo. Un huracán de indignación ciudadana se está gestando ahora mismo y puede estallar en cualquier momento, dejando aquellas movilizaciones contra el Trío de las Azores (Bush, Blair y Aznar) en un juego de niños. En la histórica manifestación de Madrid contra la guerra de Irak, celebrada el 15 de febrero de 2003, participó más de un millón de personas. Fue una de las concentraciones más multitudinarias de toda Europa y una de las más destacadas a nivel mundial en esa jornada de protesta global. Entonces se estimó que entre 6 y 10 millones de personas se congregaron ese fin de semana en más de 60 países para tratar de parar la invasión. Todas estas cifras pueden ser ampliamente superadas si tenemos en cuenta que más del 80 por ciento de los encuestados en nuestro país rechaza el genocidio cometido contra el pueblo palestino. El terremoto ya ha comenzado. Tiembla Netanyahu. Y tiembla el PP, algunos de cuyos prebostes, como Ayuso, han optado por ridiculizar la matanza en lugar de tomar posición por los derechos humanos. Por contra, la izquierda se moviliza por la paz mientras la estrategia de Génova de basarlo todo en las críticas contra la corrupción del PSOE salta por los aires.

Movilizaciones

Ayer mismo, estudiantes de todos los niveles de enseñanza se movilizaban en la mayoría de las capitales de provincia de nuestro país contra el genocidio en Palestina y para pedir la ruptura de todo tipo de relaciones con Israel. Fue solo el comienzo. “No vamos a mirar hacia otro lado. La causa palestina es la causa de la juventud y de los millones que defendemos los derechos humanos y la justicia social. Por eso, desde el Sindicato de Estudiantes llamamos a la huelga general estudiantil para vaciar las aulas y llenar las calles de dignidad”, aseguró esta organización en un comunicado en redes sociales. Más de 65.000 personas han sido asesinadas por Israel en Gaza, 20.000 de ellas niños. Y la opinión pública empieza a tomar conciencia de que el ciudadano puede hacer mucho más de lo que está haciendo. Bajo el lema ¡Paremos el genocidio contra el pueblo palestino!, los estudiantes fueron llamados a esta huelga después de que la plataforma Marea Palestina hubiese movilizado también a claustros de docentes y respaldado diversos actos. Ya se ha llevado a cabo un encierro en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y otro en la Escuela de Arte en Huelva.

Convocatorias

Mientras tanto, los sindicatos se coordinan con otras organizaciones europeas para organizar una gran manifestación en los próximos días. En las últimas horas Israel ha dado por terminada la operación. Toda la flotilla ha sido detenida. Hay 400 detenidos, medio centenar de ellos españoles. Pero estamos en el camino hacia el lado bueno de la historia. Insistir hasta frenar el genocidio. Y si tenemos que enviar 1.000 barcos en lugar de 44, hágase. Hasta romper el bloqueo, hasta que el tsunami de solidaridad mundial termine desbordando a las fragatas del criminal de guerra. Un tsunami que amenaza con llevarse por delante al desnortado Feijóo y a la cínica Ayuso.

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