Este es el primero del conjunto de proyectos que va a abarcar finalmente, según la propia empresa Hive, hasta 17 municipios albaceteños y 6 conquenses, afectando a 20.000 hectáreas. No se recuerda dentro de la historia de Albacete, un único proyecto de un tamaño similar: unas 2.800 hectáreas de terreno sacrificado, una extensión similar a 3.000 estadios de fútbol como el Carlos Belmonte o 5 polígonos como Campollano. Tanto es así que esta primera fase afecta a Albacete y a 5 municipios más de los alrededores: Chinchilla de Montearagón, Pozo Lorente, Pozo Cañada, Valdeganga y Casas de Juan Núñez.
En el Estudio de Impacto Ambiental han participado un elevado número de profesionales, constando de un total de 5.200 páginas, y se lleva trabajando en él desde 2020, "en forma de contactos y estudios". Por ello, Ecologistas en Acción denuncia "obstaculización y falta de transparencia por parte de la Administración, tanto por el plazo de un solo mes para presentar alegaciones, y por las formas, sacándolo a información pública en verano, la época vacacional por excelencia en el estado Español".
El grupo ecologista califica de "desastre ecológico" la planta de hidrógeno por la segura pérdida de biodiversidad, de agua y de suelo vivo: “Más bien parece una patada hacia adelante para seguir construyendo caras infraestructuras”. Además afirman que no existe ningún consenso científico que avale este tipo de plantas como parte de las medidas para la disminución de emisiones y la transición energética; y sí existen numerosas voces contrarias a la manera en la que se está realizando, pues no se ha tenido en cuenta la emisión de los materiales, el transporte de los mismos ni su procedencia.
"Dentro de la ruta del hidrógeno renovable elaborada por la Consejería de Desarrollo Sostenible no se encuentra una estimación de la cantidad de hidrógeno que prevé producir en nuestra comunidad, pero la cantidad que se estima que obtendrá de Albacete Hive1 (52000 Toneladas) es superior al 70% del objetivo de producción de toda España para 2030 que se ha propuesto el gobierno de España", sostienen.
Elevado consumo de agua
Su principal crítica al proyecto es el consumo de agua, que califican de "desproporcionado". Según la documentación las cifras de concesión obtenidas son de 3.401.389 m3 de agua: un consumo similar al de una ciudad como Ciudad Real. Ecologistas en Acción denuncia que las captaciones se realizarán "en uno de los acuíferos más sobreexplotados de España. Según una investigación de Datadista, dos tercios de los acuíferos de Albacete están sobreexplotados". El grupo ecologista considera que lo que se debería hacer, según los datos disponibles de las confederaciones hidrográficas, es "reducir regadíos y no dar más concesiones de agua hasta realizar un análisis del estado de los acuíferos y decidir, entre toda la ciudadanía de la región, qué hacer con este imprescindible bien".
La organización ecologista hace hincapié en que "existe una diferencia clara entre el consumo de agua en labores agrícolas u otros usos industriales y la producción de hidrógeno: en las labores agrícolas y usos industriales parte del agua se reutiliza, se depura y vuelve a la naturaleza, pero en la producción del hidrógeno entre el 60 y 70% del agua es electrolizada, de modo que desaparece del ciclo natural del agua".
Cambio en el uso del suelo
También critica el cambio del uso del suelo, "que además de reducir la capacidad de producción de alimentos de nuestra región, supondrá la degradación en los hábitats de multitud de especies que desaparecerán o se verán desplazadas de modo irremediable, con el consiguiente perjuicio a los servicios ecosistémicos que sostienen la vida y la economía de la gente de Castilla-La Mancha".
Otros motivos por los que rechazan la instalación de esta planta son la "ineficiencia energética" en la producción de hidrógeno que se estima para esta planta, "con una pérdida del 38% de la energía captada por los parques eólicos y fotovoltaicos: el uso del hidrógeno se debería limitar por tanto a usos muy específicos, imprescindibles e insustituibles".
Obtención de amoniaco y efectos sobre la salud
Asimismo, afirman que la producción de hidrógeno tiene como principal objetivo la obtención de amoniaco, "lo que resulta contradictorio, ya que los usos principales de este son la producción de abonos de síntesis y la industria del petróleo y el gas. Industrias de las que se supone que, desde la administración, se quiere reducir nuestra dependencia". Recuerdan que se trata de una sustancia tóxica con graves efectos para la salud humana y el medio ambiente. Al tiempo, advierten de que "en caso de fuga, la exposición a una nube tóxica puede provocar graves daños en el medio ambiente y las personas e incluso la muerte de estas".
Otras aplicaciones contempladas incluyen usos militares, con los que Ecologistas en Acción está "totalmente en desacuerdo", y su utilización en vehículos con pila de combustible de hidrógeno renovable, "tecnología que no es eficiente y está actualmente prácticamente en desuso, existiendo solamente dos modelos de turismos comerciales que utilicen este combustible en el mercado español".
Desde ecologistas en acción Albacete no descartan la tecnología de producción de hidrógeno como tal, "ya que a pequeña escala puede ser viable e interesante dentro de determinados proyectos de energías renovables. Pero remarca que se debe apostar por una transición energética planificada y justa para todas las personas, compatible con la biodiversidad y que no sobrepase la capacidad del territorio".