Las innegables injerencias políticas en Canal Sur, la televisión autonómica andaluza, no tienen techo y desde hace ya años se vienen sucediendo incontables ejemplos perfectamente registrados al minuto por sus propios trabajadores a través de informes periódicos elaborados por el Consejo Profesional de la RTVA. Con el escándalo del cáncer de mama, que ha provocado ya la dimisión de la tercera consejera de Salud del Gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla y la promesa de una amplia batería de contrataciones sanitarias y la remodelación del sistema de cribado de esta dolencia, quedó en evidencia el nulo interés de la Dirección de Informativos del ente público andaluz en corregir esta deriva manipuladora para informar a sus ciudadanos del que ya es considerado el mayor escándalo sanitario de la autonomía. Tres días tardaron sus dirigentes en cubrir esta noticia desde que la destapara la Cadena Ser. Pero no ha cambiado mucho esta inercia informativa. Sin ir más lejos, este lunes 13 de octubre, los informativos de Canal Sur han dedicado en un solo día más del triple de tiempo a la retirada de los ruedos del matador de toros Morante de la Puebla que toda la semana pasada a las multitudinarias protestas en las ocho provincias andaluzas de mujeres afectadas por los errores en los cribados de cáncer de mama, en plena eclosión del escándalo sanitario.
En el minutaje total, el adiós del torero sevillano tuvo una amplia cobertura informativa en Canal Sur, exactamente seis minutos y 38 segundos exclusivamente en este pasado 13 de octubre, al día siguiente de la retirada del diestro. En cambio, las multitudinarias protestas ciudadanas que se sucedieron por las ocho capitales andaluzas durante toda la semana pasada tuvo una nimia cobertura por parte de la televisión pública andaluza que no ha llegado a los dos minutos en total en toda una semana, exactamente 1 minuto y 50 segundos, según los propios trabajadores de Canal Sur.
Las órdenes desde la Dirección de Informativos de Canal Sur sobre el asunto de los cribados erróneos de miles de casos de cáncer de mama en Andalucía parecen claras según la tónica dominante en su cobertura. De este modo, en los primeros días del escándalo, los informativos de la televisión andaluza dedicaron al caso 30 minutos en total en diez días y sólo dos de ellos a los testimonios de las mujeres víctimas mientras las versiones del ejecutivo de Moreno Bonilla superaron los 20.
Las ‘inventadas’ de MAR no existen para Canal Sur
Otro caso de máxima actualidad que también ha llamado la atención de los profesionales de Canal Sur precisamente por la falta total de profesionalidad y ética periodística ha sido el del vídeo de la declaración judicial de Miguel Ángel Rodríguez, jefe de Gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Apagón informativo total, ni siquiera un segundo ha merecido esta noticia que ha sido ampliamente comentada y cubierta periodísticamente a nivel nacional.
Canal Sur no ha dedicado ni un segundo a informar sobre las declaraciones de Miguel Ángel Rodríguez en el Supremo, donde confesó que se inventó el bulo sobre el fiscal general
Desde el Consejo Profesional de la RTVA, que califica de “increíble” esta decisión de la dirección de Canal Sur, denuncian que “la Dirección de Informativos lo ha ocultado mientras ha dedicado más de mil minutos a las investigaciones judiciales al Gobierno”.
De este modo, los espectadores de Canal Sur no han podido conocer que Rodríguez reconoció en su interrogatorio como testigo en la causa que investiga al fiscal general del Estado que se inventó que Álvaro García Ortiz retiró el pacto por “órdenes de arriba”. Rodríguez difundió desde el 13 de marzo —un día antes eldiario.es había desvelado la noticia— la mentira de que la Fiscalía había ofrecido un acuerdo a la pareja de la dirigente popular, pero que había retirado su propuesta de pacto por “órdenes de arriba”, según declaró en el juzgado.
Para respaldar su teoría, el asesor de Ayuso filtró a la prensa un correo electrónico del 12 de marzo del fiscal del caso de la pareja de la presidenta madrileña, que llevaba el caso contra González Amador, pero de forma tergiversada.