Sumar eleva la presión sobre el PSOE y advierte a Isabel Rodríguez: “Si no tiene ideas, ahí están las nuestras”

La formación liderada por Yolanda Díaz acusa al Ministerio de Vivienda de falta de ambición y advierte de un posible “fracaso de legislatura” si no se adoptan medidas contundentes para frenar los precios del alquiler

21 de Octubre de 2025
Actualizado el 22 de octubre
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Martinez Barbero Sumar

La tensión dentro del gobierno de coalición volvió a escalar hoy. La portavoz de Sumar en el Congreso, Verónica Martínez Barbero, lanzó un mensaje directo a la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez: si no está dispuesta a impulsar políticas “serias, innovadoras y valientes” para frenar la escalada de los precios de la vivienda, “debería dejar paso” a alguien que sí lo esté.

Se nos está acabando la paciencia”, advirtió Martínez en una rueda de prensa en el Congreso, donde expresó la “decepción” de su grupo tras la comparecencia de Rodríguez la semana pasada. Para Sumar, la ministra ha ignorado las propuestas de su socio de Gobierno y optado por medidas “cosméticas” que no afrontan el problema de fondo.

“No se puede venir al Pleno a presentar como medida estrella un teléfono de la esperanza”, reprochó la portavoz, en alusión a la iniciativa de atención ciudadana anunciada por el Ministerio. “Si ella no tiene ideas, ahí tiene las nuestras”, añadió con dureza.

Brecha creciente en el eje social del Gobierno

Las declaraciones de Martínez Barbero reflejan el creciente malestar dentro de Sumar por lo que consideran una parálisis en la agenda social del Ejecutivo, especialmente en vivienda, uno de los pilares programáticos del acuerdo de coalición.

Aunque el Ministerio de Vivienda ha presentado planes de promoción pública y limitación del alquiler en zonas tensionadas, desde Sumar consideran que las medidas son insuficientes y llegan tarde. “Después de dos años de legislatura no se puede seguir ni un minuto más esperando que el Ministerio de Vivienda adopte medidas que tengan algún efecto real en los precios”, dijo la portavoz.

Desde el grupo confederal señalan que la falta de resultados en este ámbito amenaza con erosionar el perfil progresista del gobierno y dejar espacio a la derecha, un mensaje que Sumar repite cada vez con más insistencia.

“El tiempo de Isabel Rodríguez se agota”

El diputado de los Comunes y coportavoz de Sumar, Gerardo Pisarello, reforzó el tono de advertencia. Calificó de “lamentable” y “frívola” la última campaña institucional del Ministerio de Vivienda, que “casi bromea” con los problemas habitacionales que sufren miles de ciudadanos.

“El tiempo de Isabel Rodríguez se va agotando”, afirmó. Pisarello exigió medidas “valientes” para intervenir el mercado del alquiler, aplicar controles de precios y prohibir la compraventa de viviendas con fines especulativos. “Si la ministra quiere honrar el artículo 47 de la Constitución, que no lance campañas publicitarias, sino que ataje la especulación”, sentenció.

El artículo 47, que reconoce el derecho de todos los ciudadanos a una vivienda digna, se ha convertido en uno de los ejes discursivos de Sumar, que busca diferenciarse de su socio mayoritario mediante una apelación directa al electorado progresista desencantado.

“Nos la estamos jugando”

El aviso más severo llegó del diputado de la Chunta Aragonesista, Jorge Pueyo, integrado en el grupo plurinacional de Sumar. A su juicio, el Gobierno “se juega la legislatura” si no adopta medidas más ambiciosas y destina al menos un 1% del PIB a políticas de vivienda.

“Nos la estamos jugando”, alertó, culpando al PSOE de arriesgarse a entregar el poder a la ultraderecha “si no da un giro” en este ámbito. Pueyo subrayó que el deterioro del acceso a la vivienda se ha convertido en una fuente de frustración social que amenaza con alimentar el voto antisistema.

El conflicto entre Sumar y el PSOE se produce en un momento delicado, con la inflación de los alquileres y la falta de oferta pública de vivienda situándose entre las principales preocupaciones ciudadanas. Según Eurostat, España sigue entre los países de la UE donde los precios de la vivienda crecen más rápido que los salarios, una tendencia que los economistas vinculan con la baja inversión pública y la especulación del suelo.

Para Sumar, el problema ya no es técnico, sino político: una cuestión de voluntad y prioridad. Su estrategia pasa por tensar la coalición sin romperla, reforzando su perfil de fuerza transformadora ante un electorado que percibe lentitud en la acción de gobierno.

En cambio, desde el entorno de Isabel Rodríguez se defiende que el ministerio está impulsando proyectos de vivienda asequible a medio plazo y que “las recetas mágicas” de control de precios o prohibiciones especulativas “no son viables jurídicamente ni sostenibles económicamente”.

La presión y el pragmatismo

El pulso por la política de vivienda revela un patrón recurrente en la coalición: Sumar actúa como motor de exigencia hacia la izquierda, mientras el PSOE opta por el gradualismo y la contención presupuestaria. Ambos enfoques, en teoría complementarios, chocan cuando la crisis social exige resultados inmediatos.

En el trasfondo late un dilema más amplio: si el gobierno logra presentarse como reformista eficaz o si quedará atrapado entre la prudencia y la frustración. En ese equilibrio se juega buena parte del relato político de la legislatura.

Por ahora, Sumar no amenaza con abandonar el Ejecutivo, pero el mensaje de Martínez, Pisarello y Pueyo es inequívoco: la vivienda puede decidir no solo el futuro del gobierno, sino también el del bloque progresista en su conjunto.

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