Lo había hecho con anterioridad al votar el PSOE conjuntamente con el PP y Vox, para que en el Parlamento no se permitiera la creación de una comisión de investigación acerca de las muchas indecencias y más que presuntas corrupciones del rey emérito.
Ocurrió de nuevo el pasado 7 de octubre, con una ILP (Iniciativa Legislativa Popular), que contaba con nada menos que 715.606 firmas y reivindicaba, que las corridas de toros dejaran de ser patrimonio cultural. La misma no prosperó porque contó con los votos en contra de PP, Vox y UPN y la abstención del PSOE (Pedro Sánchez que lo tiene secuestrado).
Perfectamente el PSOE podría haber votado favorablemente, máxime porque se trataba de una admisión a trámite para revertir lo que Mariano Rajoy en 2013 implementó acogiéndose al artículo 46 de la Constitución en apoyo de la nefasta y deprimente tauromaquia, que como se viene comprobando cada vez está más en declive.
Según las últimas estadísticas del 2021 y 2022, sólo el 1,9 de la población asistió a una corrida de toros de las 1546 celebradas. Las ayudas públicas (incluidas las escuelas de tauromaquia), fundamentalmente las realizadas por instituciones gobernadas por el PP y Vox, durante ese periodo de tiempo fue de 500 millones de euros. Están incluidos los beneficios que reporta las retransmisiones televisivas de las cadenas autonómicas, sobre todo las gobernadas por las referidas organizaciones políticas PP y Vox.
Sin embargo, inexplicablemente también ocurre con la pública TVE que, incomprensiblemente, suele retransmitir todos los sábados, corridas de toros. Nada de extrañar pues lo mismo hace los domingos con las retransmisiones de la misa, en un Estado como el español que se supone es aconfesional. Según el CIS de mayo de 2025, sólo un 17,3% de los españoles se declara católico practicante, lo que equivale a unos 7,5 millones de personas de los 44,5 millones de habitantes.
Por consiguiente, si tanto los aficionados a la tauromaquia y los católicos practicantes son una gran minoría de la población, no se entiende porqué no se legisla y actúa a favor de la mayoría social a través de las instituciones públicas, como es el Congreso de los Diputados y el Gobierno del Estado que, se autodenomina como de “izquierda y progresista”
Lamentable que el PSOE con su voto de abstención, no haya aprobado la mencionada ILP, pues este tipo de iniciativas es sumamente importante, debido a que es una reivindicación lógica y justa y encima, emana de la voluntad popular. Esto pone en duda lo expuesto por Pedro Sánchez de que iba a regenerar la democracia.
En esta misma línea, ha expresado que iba a empoderar a la militancia del PSOE. Sin embargo, ha venido haciendo lo contrario y ahora esta, no cuenta para absolutamente nada.