Casi tres meses después de conocerse el escándalo sanitario más grave de la historia de la autonomía de Andalucía, el de los cribados fallidos a 2.317 mujeres con sospechas serias de padecer cáncer de mama, dos hechos han quedado claros en todo este tiempo transcurrido desde que el 28 de septiembre la Cadena Ser adelantara la noticia: miles de mujeres con esta enfermedad vienen sufriendo una revictimización incesante, persistente e indecente por parte del Gobierno andaluz con el único objetivo de salvar electoralmente al candidato del partido en el ejecutivo autonómico, el presidente Juan Manuel Moreno Bonilla, que ya ha dado por amortizada la crisis sanitaria anteponiendo la “recuperación” de las estimaciones de voto para su partido en las encuestas al bienestar de estas miles de mujeres con una espada de Damocles encima por culpa de una negligencia sanitaria de imprevisibles consecuencias.
El ejecutivo andaluz no ha mostrado interés alguno en todo este tiempo en atajar el problema de raíz y facilitar los medios necesarios para que nunca más volviera a ocurrir. Sirva de ejemplo que señaló al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla como el generador del 90% de los fallos contabilizados en los cribados y, pese a ello, ha mantenido a sus máximos responsables en sus puestos durante semanas después de conocido el escándalo para, a continuación, señalar directamente a sus profesionales como los causantes únicos del error, sin ningún ejercicio de autocrítica, como le han reclamado insistentemente las organizaciones sindicales y otras asociaciones implicadas ante la evidente falta de medios y profesionales necesarios para llevar a cabo con garantías estos cribados.
Pese a la cascada de dimisiones, tercera consejera de Salud en seis años incluida, y la lluvia de millones prometidas para la contratación de más profesionales sanitarios y de medios, el objetivo final siempre ha sido desacreditar, por activa o pasiva, la lucha de las mujeres víctimas de este fallo clamoroso reconocido por el propio Moreno Bonilla y su ejecutivo. Los ejemplos que evidencian la revictimización que el ejecutivo andaluz está llevando a cabo en todo este tiempo sobre miles de afectadas por el fallo de la sanidad pública andaluza son ya incontables. De los “dos o tres casos” reconocidos al principio de forma desganada por la anterior titular de Salud a los exactamente 2.317 acreditados por la Administración autonómica, pasando por ese vago e inconcreto “apenas 1 por ciento” de mujeres que han desarrollado un tumor por el error de su gobierno, adelantado por el presidente andaluz en un acto privado a mil kilómetros de Andalucía, un porcentaje corregido apenas 48 horas después por el consejero de Sanidad sin que haya aportado aún la cifra exacta de mujeres afectadas. De hecho, Diario Sabemos ha reclamado insistentemente este dato desde comienzos de diciembre a la Consejería de Sanidad, que reiteradamente ha rehusado facilitarlo.
El actual consejero de Sanidad, el cuarto de Moreno Bonilla, no ha parado de señalar con insistencia la labor de denuncia de las mujeres de Amama, que destaparon el escándalo a finales de septiembre
A todo ello hay que sumar el vaticinio del portavoz adjunto del PP en el Parlamento Andaluz, Pablo Venzal, que apuntó que “seguramente, se contarán con los dedos de una mano” las mujeres “perjudicadas” y no diagnosticadas a tiempo que finalmente desarrollen cáncer de mama. Tampoco se debe olvidar la intervención del portavoz parlamentario del PP, Toni Martín, en la red social X calificando de “fracaso absoluto” la multitudinaria manifestación de miles de personas ante el Palacio de San Telmo de Sevilla, sede de la Presidencia de la Junta, para protestar por la gestión de su gobierno en esta crisis sanitaria, algo que el diputado popular calificó de “acto político” para “atacar” al presidente andaluz.
También el actual consejero de Sanidad, el plenipotenciario Antonio Sanz, número dos en su ejecutivo, no ha parado de señalar con insistencia a las mujeres que integran la Asociación Amama Sevilla, que destaparon el escándalo a finales de septiembre. Desde un primer momento, el ejecutivo andaluz tuvo claro que esta organización era el objetivo a batir, con mucho anuncio propagandístico y sobre todo desacreditando sus voces, sobre todo la de su presidenta, Ángela Claverol, que ha sido todo este tiempo un estilete contra la nefasta gestión llevada a cabo por el ejecutivo andaluz en todo este asunto.
Fracaso absoluto. Menos de 5.000 asistentes, pese a que los ayuntamiento gobernados por la izquierda y los sindicatos han pagado autobuses con dinero público y han movilizado a sus militantes. Andalucía ha dicho NO a este acto POLÍTICO que solo era un ataque contra Juanma Moreno. pic.twitter.com/mda4JXPAJj
— Toni Martín (@toni_miglesias) October 26, 2025
En un enésimo ejercicio de desprecio a las víctimas y de minimización de los hechos se permitió la boutade de anunciar, en Barcelona y durante un acto de presentación de su libro, Manual de convivencia, que poco más del 1% de las mujeres a las que se les había realizado contrarreloj el cribado antes del pasado 30 de noviembre habían desarrollado un tumor por culpa de la nefasta gestión de los recursos públicos desde el Servicio Andaluz de Salud (SAS), en un caso que ha puesto sobre el tapete la falta de medios y profesionales con los que la sanidad pública debe afrontar una gestión sanitaria que, de forma habitual, deriva a las aseguradoras privadas muchos de estos servicios, como por ejemplo la realización de mamografías a mujeres de entre 49 y 71 años en contenedores ambulantes por los pueblos de la comunidad autónoma, dentro del Programa de Detección Precoz del Cáncer de Mama.