Las momias no son sólo cuerpos envueltos en vendas. Se forman cuando el ambiente es tan seco que impide su descomposición natural, de manera que los cuerpos se conservan durante siglos. Los antiguos egipcios perfeccionaron la técnica de la momificación para garantizar el paso al más allá a través de rituales y complejas técnicas transmitidas oralmente entre un selecto grupo de sacerdotes. Ahora, las momias protagonizan el nuevo título de la serie ilustrada Mentes curiosas. Curiosas mentes (CSIC-Zahorí Books): Momias egipcias. Objetivo: la vida eterna.
Con ilustraciones de vivos colores y textos a cargo de Berta Páramo, sus páginas cuentan cómo los habitantes del Creciente Fértil preparaban seres humanos y animales para el viaje final. La autora describe el meticuloso y caro proceso de momificación, que duraba varios meses, así como el ritual de enterramiento y las pruebas que debía superar el alma de la persona difunta durante el juicio final. Según relata el texto, la antigua civilización egipcia creía que el ser humano estaba formado por el cuerpo físico y por una serie de elementos espirituales llamados Ka, Ba, Akh, Sombra y Nombre. Se pensaba que, al morir el cuerpo, ocurría una disociación entre estas partes, de modo que, para vivir eternamente, era necesario recuperar esa unión. “Para lograrlo, resultaba imprescindible conservar el cuerpo en perfectas condiciones, así que había que momificarlo”, comenta la ilustradora.
Las momias son un tema apasionante e inagotable. Como apunta la autora, “nos pueden revelar muchísima información sobre esos individuos, sus enfermedades, cómo vivían o qué materiales utilizaban y, además, nos conectan con la inquietud que produce la muerte”.
Mente curiosa que nos inspira
José Manuel Galán, egiptólogo del CSIC y director del proyecto Djehuty, una excavación en Luxor que investiga y restaura un conjunto de tumbas y capillas funerarias construidas entre el 2000 a.e.c. y la época romana, ha sido el encargado de asesorar este álbum ilustrado. El científico también protagoniza la sección titulada ‘Mente curiosa que nos inspira’ y una video-entrevista que permiten conocer sus hallazgos y las motivaciones que le llevaron a dedicarse a la ciencia.
Mirando hacia los inicios de su carrera, Galán destaca que lo que más le llamó la atención de los antiguos egipcios es que fueran capaces de escribir "con esos signos tan raros", y que se pudieran comunicar entre ellos. "La mera posibilidad de que yo fuera capaz de leer directamente esos papiros me atrapó", afirma el científico, quien se tuvo que marchar fuera de España para aprender a interpretar jeroglíficos. "Compensa todo el esfuerzo, porque, conseguir entender lo que dicen, es como comunicarte con un ser de otro tiempo, de otra cultura", añade.
Galán cuenta que los egipcios tenían una sensibilidad muy llamativa cuando escribían, porque hilaban muy fino para elegir las palabras y usaban a menudo el doble sentido. Por ejemplo, "la palabra anj significa flor; ellos ofrecen flores cuando quieren a una persona, porque es una manera de desearles vida, así que la costumbre de llevar flores a los difuntos viene del antiguo Egipto, por ese juego de palabras", explica.
El vidrio más antiguo
En las necrópolis que investiga con su equipo, Galán ha encontrado numerosas momias de niños y de mujeres. Los egipcios las colocaban en la superficie, en teoría más expuestas a todo lo malo que les podría pasar, y enterraban a los hombres en pozos. "Paradójicamente, los ladrones sabían dónde estaban los pozos, saquearon las tumbas de los hombres, y las momias de los niños y de las mujeres se han salvado, por eso tenemos muchas en muy buen estado", señala el científico. De hecho, uno de los últimos hallazgos fue un ataúd de madera tallado con forma humana. Dentro estaba momificado el cuerpo de una chica de 15 años que llevaba sobre el pecho cuatro collares. Uno de ellos contenía piedras preciosas, como amatista o turquesa. "Ocho de las piezas del collar estaban hechas con vidrio, y probablemente esas piezas constituyen el vidrio más antiguo documentado en Egipto hasta ahora", añade Galán.
La colección Mentes curiosas, Curiosas Mentes, lanzada por Editorial CSIC y Zahorí Books en 2023, tiene el propósito de transmitir conocimiento, de entretener y, sobre todo, de inspirar a las mentes más jóvenes. Todos los números se publican en castellano, catalán, gallego y euskera. Momias egipcias. Objetivo: la vida eterna es el cuarto título de la serie. El primer número está dedicado al olfato, nuestro sentido más primitivo, y se titula Oler. Aromas, esencias, hedores y pestilencias. El segundo volumen es Bichos. La jungla en casa. De la mano de dos intrépidos hermanos, el texto descubre y describe los seres vivos que no pagan el alquiler, pero habitan sigilosos y escondidos en nuestro hogar. El tercero, Asilverstrarse. Volver a lo salvaje nos invita a mirar la naturaleza con otros ojos y a ser conscientes de la importancia de la biodiversidad.