El Partido Popular ha echado mano de la estrategia del calamar para eludir, en un intento desesperado, el escándalo que salpica al Gobierno andaluz de Juan Manuel Moreno Bonilla, con al menos 2.000 mujeres afectadas por no ser informadas durante meses o años en el proceso de cribado del cáncer de mama. Las denuncias en los juzgados se le acumulan al ejecutivo andaluz, que aún no ha cesado a nadie, y especialmente a la consejera de Salud, Rocío Hernández, que ha mostrado nula empatía con las mujeres afectadas. Mientras, el PP utiliza como única estrategia de defensa escarbar en la hemeroteca para endosar a la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, un protocolo de 2011 en el que supuestamente se indicaba, según ha publicado el diario ABC, que “María Jesús Montero eliminó la obligación de informar a las pacientes con resultados dudosos en las mamografías”.
Aquel protocolo de la Junta se publicó hace casi 15 años, cuando Montero era titular de Salud en la Administración andaluza, y es el que el diputado del PP Juan Bravo ha exhibido en el pleno del Congreso este miércoles tras ser publicado en el diario conservador. “Protocolo Montero, fue usted la que eliminó la obligación de informar a los pacientes”, ha dicho Juan Bravo a la vicepresidenta durante el pleno del Congreso de este miércoles.
El Protocolo Asistencial Integrado (PAI), aprobado por la Junta en 2011, es un manual de gestión que en ningún momento elimina la obligación de informar a los pacientes, como afirma el PP. En él se establece literalmente, en su Anexo 1 titulado Hoja de Ruta del Paciente: “Se iniciará así el proceso de información continua entre el paciente y/o su familia y los profesionales que intervienen en el PAI”.
Además de desmentir por completo la información a la que se aferra el PP para eludir las responsabilidades por los “fallos” reconocidos por el propio Moreno Bonilla y su consejera de Salud, el documento de 2011 de la Junta, que se puede descargar en la propia web de la Junta, indica también que a la paciente “le informarán del estudio, el diagnóstico y las alternativas de tratamiento”.
En ningún punto del documento de 2011 se indica que debe ocultarse a la paciente un resultado dudoso “para no generar ansiedad”, como excusa el propio Moreno Bonilla
Lejos de avalar la tesis de los populares de que fueron los socialistas durante la etapa de la vicepresidenta Montero al frente de la Consejería de Salud hace 15 años los que provocaron el caos actual en la comunicación con las mujeres cribadas de cáncer de mama, el manual de la Junta de 2011 refuerza la información continua a la paciente como un elemento clave en el tratamiento y detección precoz del cáncer de mama. Es más, en ningún punto del mismo se indica que debe ocultarse a la paciente un resultado dudoso (“para no generar ansiedad”, como excusa el propio Moreno Bonilla, por ejemplo) ni tampoco que se le informe únicamente durante el alta médica, como indica la información del citado diario.
Respecto a los hallazgos probablemente benignos, el manual de 2011 de la Junta andaluza es rotundo sobre el proceso informativo a las pacientes: “Si procede la realización de biopsia percutánea se informará de forma clara y precisa del estudio a realizar, riesgos, beneficios y alternativas”.
El Gobierno de Moreno Bonilla mantiene desde el año 2022 un convenio con la aseguradora sanitaria Asisa para la detección precoz del cáncer de mama desde unidades móviles. El valor total de la concesión es de más de nueve millones de euros y no han trascendido por el momento los resultados de dicho plan de externalización del servicio.