UGT Madrid ha vuelto a alzar la voz ante la tragedia que ha sacudido a la capital con el derrumbe de un edificio que ha dejado cuatro personas fallecidas y varios heridos. La organización sindical lamenta lo sucedido y traslada sus condolencias a las familias de las personas fallecidas.
UGT Madrid recuerda que detrás de cada accidente hay una cadena de decisiones que pudieron evitarlo. “No hay fatalidad posible cuando hablamos de prevénción. Si algo se derrumba, alguien no hizo su trabajo”, afirma Huertas con contundencia. El sindicato lamenta profundamente la pérdida de vidas humanas en el último derrumbe y expresa su solidaridad con las familias afectadas, reiterando su compromiso con la defensa de la vida y la salud en el trabajo.
El sindicato ha recordado que la prevención de riesgos laborales no puede seguir siendo un mero trámite administrativo ni un papel firmado sin contenido. “Cada día mueren dos personas trabajadoras en España. Eso no es una estadística: es una emergencia nacional”, subraya la secretaria general de UGT Madrid, Susana Huertas, quien insiste en que “la seguridad no puede depender del azar ni del tamaño de la empresa”.
Una ley desfasada frente a un mundo laboral que ha cambiado
Tras 29 años de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL), el balance es demoledor: la siniestralidad no disminuye y las causas se repiten. En los ocho primeros meses de este año, casi 500 personas han perdido la vida mientras trabajaban, unas cuarenta más que en el mismo periodo del año anterior. Para UGT Madrid, “el sistema preventivo ha quedado anticuado y desbordado por la realidad del siglo XXI”.
El sindicato reclama actualizar la LPRL para adaptarla a las nuevas formas de trabajo marcadas por la digitalización, la robotización, las plataformas en línea y el teletrabajo. También exige incorporar los riesgos derivados del cambio climático —como las olas de calor, la contaminación o las tormentas extremas—, así como tener en cuenta la edad, el género y las condiciones biológicas de cada persona en la evaluación de riesgos.
De la prevención de papel a la prevención real
Una de las críticas más repetidas por UGT Madrid es la existencia de lo que denominan la “PRL de papel”, es decir, la prevención que se limita a cumplir formalidades sin una aplicación práctica. Según el sindicato, “hay empresas que se protegen con documentación impecable, pero en los hechos no previenen nada”.
La organización propone integrar la prevención en todas las decisiones empresariales, desde la planificación de turnos y compras hasta la organización de los equipos. Para ello, pide reforzar la inspección laboral y poner fin a la dependencia casi exclusiva de los servicios de prevención ajenos, que muchas veces actúan de forma burocrática y distante.
Además, reclama la creación de la figura del delegado o delegada territorial de prevención, que permita llevar la representación sindical a aquellas pequeñas y medianas empresas donde no existe representación interna. “Los centros con presencia sindical son más seguros. No es una opinión, es un hecho”, señala Huertas.
Riesgos psicosociales, climáticos y tecnológicos: los olvidados
UGT Madrid insiste en que los riesgos psicosociales —estrés crónico, ansiedad, exceso de carga, jornadas interminables o conflictos de rol— deben situarse en el centro de las políticas preventivas. Los infartos y derrames cerebrales, principales causas de muerte laboral, están directamente relacionados con este tipo de exposición.
El sindicato también reclama protocolos frente a emergencias y fenómenos meteorológicos extremos, con planes de evacuación y medidas adaptadas a cada centro de trabajo. “Las olas de calor no pueden seguir tratándose como imprevistos. Son una realidad permanente”, advierte Huertas.
En cuanto al teletrabajo y los entornos digitales, UGT Madrid recuerda que “trabajar desde casa no elimina los riesgos: los transforma”. Por ello, reclama que las evaluaciones incluyan ergonomía, iluminación, tiempos de conexión y derecho efectivo a la desconexión digital, con mecanismos auditables y sancionables.
Un plan de choque estatal contra la siniestralidad
UGT Madrid considera indispensable la negociación inmediata de un plan de choque estatal en el marco del diálogo social, que aborde las causas estructurales de la siniestralidad. Este plan debería incluir medidas específicas por sectores y tamaños de empresa, indicadores de cumplimiento y una evaluación periódica de los resultados.
Entre sus prioridades, el sindicato destaca la gestión prioritaria de los riesgos psicosociales, la reducción de la externalización preventiva, y el refuerzo de la Inspección de Trabajo, dotándola de más recursos humanos y materiales. Mientras se produce ese refuerzo, propone habilitar mecanismos de colaboración con los cuerpos de seguridad cuando se detecten infracciones graves.
Para el sindicato, la prevención no puede seguir siendo un trámite, sino una obligación ética y legal, y la actualización de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales debe situar a la persona en el centro: “edad, género, condiciones físicas y mentales, nuevas tecnologías y cambio climático deben estar presentes en cada evaluación de riesgos”.
Diez exigencias para un cambio real
UGT Madrid resume sus demandas en diez ejes clave:
- Actualizar la LPRL a la realidad digital, ecológica y demográfica.
- Aprobar un plan de choque estatal centrado en los riesgos psicosociales.
- Integrar la prevención en todas las decisiones empresariales.
- Limitar la externalización y reforzar la prevención interna.
- Evaluar riesgos con enfoque de persona.
- Incluir los fenómenos climáticos y planes de emergencia efectivos.
- Aflorar las enfermedades profesionales ocultas.
- Regular la desconexión digital y prevenir los riesgos tecnológicos.
- Reforzar la inspección de trabajo y la colaboración institucional.
- Crear la figura del delegado o delegada territorial de prevención.
“No podemos seguir contando víctimas mientras se rellenan formularios”, concluye Susana Huertas. UGT Madrid exige que la prevención se convierta, de una vez por todas, en una prioridad política, social y empresarial real, “porque ningún empleo vale una vida”.