El presidente del Gobierno reiteró este fin de semana su confianza en la inocencia del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y lo hizo situando el debate fuera del circuito habitual de acusación-respuesta. Subrayó que los procedimientos deberán seguir su curso y que la verdad, cuando asiente, lo hará sobre hechos y no sobre titulares.
La entrevista concedida por el presidente del Gobierno dejó claro que la posición del Ejecutivo respecto al fiscal general es firme y sostenida. No se trató de un gesto defensivo ni de una maniobra táctica para ganar tiempo. La argumentación se centró en la presunción de inocencia y en la necesidad de salvaguardar la independencia institucional en un momento en el que la confrontación política atraviesa todos los espacios, incluidos los judiciales.
La frase fue rotunda: “Creemos en su inocencia, y tras lo visto y escuchado esta semana, más aún.” La insistencia no responde solamente a la situación procesal, sino a un análisis más amplio sobre cómo se construye opinión pública en un país donde los procedimientos judiciales conviven con campañas de descrédito y acusaciones amplificadas en tiempo real.
El presidente se refirió a la existencia de actores cuya actividad pública se basa en buscar aperturas judiciales sin fundamento probatorio sólido, confiando en que su sola difusión genere desgaste político. En ese análisis situó a organizaciones como Manos Limpias y plataformas vinculadas, cuyo funcionamiento depende más de la capacidad de influir en el relato que de la solidez jurídica de sus demandas.
Un clima mediático acelerado
El Gobierno mantiene que la tarea no es responder a cada señalamiento sino sostener los tiempos propios de la justicia, que no son inmediatos ni compatibles con el ritmo del ciclo mediático. En ese punto, Sánchez recordó la importancia de la prudencia cuando los procedimientos afectan a entornos personales. Subrayó además que la polarización es asimétrica, y que el PSOE ha sido objeto de un mayor volumen de ataques en sedes, espacios públicos y redes.
La lectura que se desprende de sus palabras es que la disputa central no está tanto en el contenido de las acusaciones como en su rendimiento político. El objetivo de las campañas es instalar sospechas duraderas, incluso si los casos terminan archivados o resultan infundados. Frente a ello, la defensa del fiscal general se articula como señal de continuidad institucional.
Escenario parlamentario y horizonte político
Sánchez confirmó que se presentará a la reelección en 2027 y describió la actual composición parlamentaria como compleja pero funcional, señalando que las políticas públicas implementadas en los últimos años se han desarrollado en ese marco sin desorden. Reafirmó que no existe intención de recurrir a convocatoria anticipada y que las negociaciones con Junts continúan dentro de los límites establecidos por las competencias y los acuerdos adoptados.
En relación con el Partido Popular, situó la dificultad de entendimiento en la incorporación orgánica de Vox a gobiernos autonómicos y municipales, lo que, según su análisis, condiciona cualquier posibilidad de pactos transversales, incluso en ámbitos donde existe consenso internacional, como la emergencia climática.
Política exterior y vínculos con América Latina
El presidente también abordó el estado de las relaciones con Estados Unidos y México. En el primer caso, insistió en el mantenimiento de una relación institucional y estable, al margen de diferencias ideológicas. En relación con México, describió la diplomacia como un ejercicio que requiere discreción y continuidad, orientado a reforzar una relación histórica que debe ser comprendida desde sus luces y sus zonas de sombra.
La entrevista dejó una idea nítida: las instituciones requieren protección frente al desgaste por ruido. La defensa del fiscal general se formula desde ahí, no como gesto personalista, sino como señal de que la política no renuncia a sostener sus propias estructuras frente a dinámicas orientadas a deslegitimarlas. El tiempo será el que determine responsabilidades. De momento, la posición es clara y sin ambivalencias.