Un total de 1.950 pacientes aguardaban hasta el pasado noviembre una mamografía dentro del plazo legal de seis meses en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, que ha concentrado el 90% de los fallos en el escándalo del cribado del cáncer de mama, según reconoció el propio Gobierno andaluz de Juan Manuel Moreno Bonilla tras conocerse la crisis sanitaria. Hace un año, las esperas para la realización de estas pruebas diagnósticas afectaban en este mismo hospital de la capital andaluza concretamente a 1.698 mujeres, con lo que en este último año las listas de espera para estas pruebas concretas han aumentado casi un 15%, según los datos del Servicio Andaluz de Salud (SAS) de la Junta que ha adelantado la Asociación Justicia por la Sanidad.
Esta realidad de las abultadas listas de espera diagnósticas y quirúrgicas, que sistemáticamente el ejecutivo andaluz rehúsa publicar, contrasta con el ímpetu que la Consejería de Sanidad ha puesto en las últimas semanas en llevar a buen fin los 2.317 cribados de cáncer de mama a mujeres que no fueron diagnosticadas en tiempo y forma, en lo que ya constituye el mayor escándalo sanitario de la historia de la comunidad andaluza y que ahora el ejecutivo de Moreno Bonilla se vanagloria de haberlo llevado a cabo dentro del plazo establecido como fecha límite, el pasado 30 de noviembre, en menos de dos meses en total desde que el escándalo de los cribados fallidos se conociera el pasado 28 de septiembre.
Precisamente este pasado miércoles 3 de diciembre, el Parlamento andaluz ha rechazado una propuesta impulsada por todos los grupos de la oposición (PSOE, Vox, Por Andalucía y Adelante Andalucía) para obligar al ejecutivo de Moreno Bonilla a publicar los tiempos de demora para pruebas diagnósticas en la sanidad pública. El Partido Popular, con mayoría absoluta en la Cámara autonómica, ha sido la única formación que ha vetado este ejercicio de transparencia, algo de lo que habitualmente se vanagloria el propio presidente andaluz y todo su gobierno.
El PP ha vetado esta semana la propuesta de toda la oposición para que el Gobierno andaluz facilite los tiempos de espera de pruebas diagnósticas, que oculta desde que llegó al poder en 2019
La oposición parlamentaria ha achacado esta opacidad del ejecutivo andaluz a la crisis de los cribados, que se ha llevado por delante con dimisiones o ceses a la consejera de Salud y a varios altos cargos, entre ellos el ex gerente del hospital sevillano Virgen del Rocío, epicentro del 90% de los cribados fallidos reconocidos por el propio ejecutivo autonómico tras estallar la crisis, aunque inicialmente redujo a “tres o cuatro” las mujeres afectadas y después pasó progresivamente a “unas 2.000” y finalmente a 2.317 exactamente, aunque en todo este tiempo ha habido voces discordantes dentro del propio grupo popular en el Parlamento andaluz, ya que el portavoz adjunto del PP andaluz, Pablo Venzal, llegó a asegurar en sede parlamentaria a finales del pasado octubre que los casos definitivos de mujeres afectadas “se contarán con los dedos de una mano”.

Los andaluces pueden conocer actualizados los datos del número de personas que aguardan una intervención quirúrgica o una prueba diagnóstica, pero no el tiempo medio que debe aguardar la realización de una prueba diagnóstica desde que el especialista le prescribe alguna específica y esta llega al médico para que pueda elaborar un diagnóstico. Este tiempo medio que pasa entre la solicitud de la prueba y el tratamiento es el que sistemáticamente el ejecutivo andaluz se niega a facilitar desde que llegó al poder en 2019. Por tanto, se desconoce el tiempo concreto y el número de andaluces que viven en un limbo burocrático sin saber si tienen una dolencia determinada o no.