La sesión de control de este jueves en la Asamblea de Madrid dejó una imagen nítida: Isabel Díaz Ayuso elevó el tono contra la oposición y evitó entrar en el fondo del asunto que la rodea desde hace meses. La presidenta acusó al PSOE de “ocultar la verdad” y de “impedir la labor de la justicia”, mientras los portavoces de PSOE-M y Más Madrid la interpelaron con referencias directas a los hechos, a los presupuestos autonómicos y a la situación judicial de Alberto González Amador, su pareja.
Ayuso abrió fuego con una batería de descalificaciones políticas. Solo están al insulto personal, borrar móviles, el ‘no me acuerdo’, el ‘no me consta’. Siempre impidiendo la labor de la justicia
, afirmó, enlazando así la actualidad del juicio al fiscal general del Estado con su relato sobre la izquierda. La presidenta insistió en que todo lo que tocan lo degradan
y remató con una frase que encendió a la oposición: Les pido que delincan más despacio
.
PSOE-M: presupuestos bajo sospecha y “chulería insoportable”
La portavoz socialista, Mar Espinar, vinculó la presentación de los nuevos presupuestos regionales con la credibilidad del Ejecutivo. Los números de los Presupuestos son tan falsos como la declaración de su pareja
, lanzó desde su escaño, cuestionando la fiabilidad de las cuentas registradas por la Consejería de Economía y Hacienda.
Espinar fue más allá y situó el foco en el entorno más cercano de la presidenta: Su pareja se llevó dos millones en comisiones ilegales mientras la gente se moría
. Recordó además que dio luz verde a sus abogados para confesar dos delitos
y que el mismo día, su jefe de gabinete reconoció que mintió para ocultarlo
. La portavoz socialista reprochó a Ayuso su chulería insoportable
y dejó una idea fuerza: La culpa es siempre de quien la hace, no de quien lo persigue
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Más Madrid: “no es una víctima” y petición expresa a la justicia
La líder de Más Madrid, Manuela Bergerot, centró su intervención en la declaración de González Amador ante el Tribunal Supremo, cuando afirmó que tras el descrédito sufrido solo le quedaba irse de España o suicidarse
. Bergerot respondió con contundencia: Dígale a su novio que no se escape y no nos tome por tontos, no es una víctima, nos está robando a todos
.
La portavoz pidió una medida concreta para impedir la salida del país: Tanto decir que se va a marchar, está pidiendo a gritos que le quiten el pasaporte
. A su juicio, el caso de la pareja de la presidenta está a la cabeza de la privatización de la sanidad pública en la región
, lo que conecta —según sostuvo— con un deterioro de los servicios esenciales que también afloró en el debate presupuestario.
La estrategia de Ayuso: desplazar el foco y acusar sin pruebas
Ayuso evitó pronunciar el nombre de González Amador y prefirió apuntar de nuevo al PSOE. Son lo peor que ha tenido España
, dijo, antes de insistir en que la izquierda obstruye el trabajo de los jueces
. La presidenta reactivó además su línea argumental sobre el Gobierno central al asegurar que nos hemos acostumbrado a un Gobierno carcomido por la corrupción en todos los sentidos y de la manera más sórdida
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En paralelo, defendió su agenda ideológica y cargó contra medidas estatales y simbólicas: criticó los “pinganillos” del Congreso, pidió derogar la ley de memoria democrática y reclamó rehacer tantas cosas
para, según dijo, aliviar a las pymes. También tuvo un recado para Vox, a quienes acusó de romper gobiernos de coalición para no responsabilizarse de nada
y de intentar repartir culpas
sobre la migración.
Choque de marcos: titulares frente a rendición de cuentas
La crónica del pleno deja dos marcos bien definidos. El de Ayuso, construido sobre el ataque frontal a la izquierda, la denuncia genérica de corrupción y la equiparación del juicio al fiscal general con una supuesta conspiración política. Y el de la oposición, asentado en hechos verificables, referencias judiciales y cifras presupuestarias que exigen explicaciones claras.
Espinar sintetizó ese reclamo: Usted habla de prosperidad mientras la gente espera meses por una cita médica y los colegios públicos pierden docentes
. Bergerot, por su parte, puso el acento en la responsabilidad política de la presidenta: A usted no la juzgan por amor, sino por encubrimiento político
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Lo que quedó sin contestar
Ni una mención de la presidenta al hilo de hechos que la acorralaron durante el debate: la confesión de dos delitos fiscales por parte de su pareja; las rectificaciones públicas de su jefe de gabinete; y las peticiones explícitas de control judicial para evitar una eventual fuga. La negativa a entrar en esos extremos convivió con la repetición de calificativos y eslóganes.
El saldo de la sesión, así, se inclinó hacia la exigencia de concreción: ¿en qué se basan las acusaciones de bloqueo a la justicia? ¿qué explicación política ofrece Ayuso sobre el impacto del caso de su pareja en la credibilidad del Gobierno regional? Las respuestas no llegaron. Sí lo hicieron, en cambio, las frases destinadas a titular.