Pedro Sánchez, acusado de financiación ilegal y corrupción en la Internacional Socialista

El PRI de México iniciará “procesos de denuncia penal y civil” en México, Inglaterra, España, República Dominicana y Estados Unidos para investigar las irregularidades financieras que atribuyen a la organización desde que Sánchez es presidente

10 de Diciembre de 2025
Actualizado el 11 de diciembre
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Pedro Sanchez IS
Pedro Sánchez interviene en la Internacional Socialista | Foto: PSOE

La Internacional Socialista (IS) afronta una crisis sin precedentes bajo la presidencia de Pedro Sánchez, según un duro comunicado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México, al que Diario Sabemos ha tenido acceso. La organización, históricamente concebida como un espacio de “democracia, pluralidad participativa y consensos bajo los principios de la solidaridad y fraternidad”, habría derivado, según el PRI, hacia un modelo unilateral y profundamente opaco, alejándose de la misión fundacional que articuló a la comunidad socialdemócrata global durante más de un siglo.

De la esperanza de renovación al desencanto

Cuando Sánchez fue propuesto para liderar la Internacional Socialista, el PRI afirma que lo apoyó “confiados y decididamente” en que su elección marcaría “el principio de una nueva era de renovación y fortalecimiento institucional”. Esa expectativa, sin embargo, naufragó pronto. Tres años después del Congreso de Madrid de 2022, el PRI sostiene que la IS se ha convertido en una organización “unilateral, opaca, evasiva, ineficiente, anticuada, burocrática, agresiva, antidemocrática y corrupta” bajo el mando de Sánchez.

Comité de Ética, el arma política de Sánchez

El PRI asegura que la presidencia utiliza el Comité de Ética como “brazo ejecutor para dictaminar, amenazar y descalificar a partidos miembros que han levantado la voz para señalar la incompetencia de la dirigencia”. Este mecanismo, que en teoría debería garantizar la integridad institucional, estaría siendo instrumentalizado para castigar disidencias y reducir el pluralismo interno.

La organización mexicana denuncia también que los colaboradores de Sánchez “desprecian los esfuerzos de los partidos que se han esforzado por organizar reuniones en sus países sede”, buscando así controlar la agenda y sofocar el debate. La consecuencia, afirman, es una IS que ha perdido su capacidad deliberativa.

Bloqueo para proteger la diplomacia española

Uno de los señalamientos más delicados apunta al supuesto bloqueo de posicionamientos internacionales. Según el PRI, la “alta responsabilidad” de Sánchez como jefe de Gobierno español impide a la IS fijar posturas firmes y contundentes sobre diferentes conflictos”. Citan como ejemplo el encuentro de Estambul 2025, donde se evitó condenar el autoritarismo del gobierno turco, “dejando solos al Partido Republicano del Pueblo (CHP)”.

De manera similar, denuncian que la IS “reprime y censura la libertad de sus partidos miembros porque les impide expresiones que puedan dañar las relaciones exteriores de España”, incluyendo las críticas del propio PRI sobre la erosión democrática en México.

Corrupción, blanqueo de dinero y opacidad financiera

El comunicado introduce acusaciones de gravedad mayor: la IS estaría, por primera vez en su historia, “señalada por actos de corrupción y de lavado de dinero”. El PRI cita reportes que afirman que el gobierno de Venezuela, calificado como “narcodictadura comunista y terrorista”, habría usado a la Internacional Socialista para triangular recursos en beneficio del PSOE. Argumentan que estos hechos ya han sido observados por “el gobierno de los Estados Unidos y otros países del mundo”.

En ese mismo tono, la expulsión de la secretaria general electa, Benedicta Lasi, es presentada como prueba de opacidad estructural: fue destituida, afirman, “sin ninguna explicación, solo por cuestionar el uso de los recursos que los partidos miembros aportamos a la organización”.

Conflictos internos y decisiones arbitrarias

Las acusaciones incluyen episodios de presunta selectividad y arbitrariedad. Por ejemplo, el PRI sostiene que la IS negó la participación del Partido Radical de Chile “aun cuando un tribunal electoral de ese país ni siquiera se ha pronunciado al respecto”. También señalan la imposición de Chantal Kambiwa como Coordinadora General, figura a la que describen como “una aliada incondicional que no tiene vínculos con ningún partido político”, lo que, aseguran, viola los estatutos.

En su propio caso, el PRI denuncia una sanción de seis meses para no participar en la IS, un castigo que consideran totalmente extralegal: “no existe ningún estatuto que otorgue ese derecho al Comité de Ética”.

El documento califica de “oportunista” el supuesto interés de Sánchez por incorporar a Morena, el partido gobernante en México, pese a sus presuntos vínculos con el crimen organizado. Para el PRI, esta iniciativa confirma que la IS estaría priorizando su alineamiento con gobiernos en el poder, sin evaluar su compromiso democrático.

Internacionalización del conflicto

Ante el deterioro institucional que denuncian, el PRI anuncia que se reserva el derecho de no participar en la IS mientras Sánchez continúe en la presidencia. Asimismo, informa que iniciará “procesos de denuncia penal y civil” en México, Inglaterra, España, República Dominicana, Estados Unidos y ante organismos internacionales para investigar las irregularidades financieras que atribuyen a la organización.

A la par, preparan una gira internacional de prensa, el envío de una carta oficial a todos los partidos miembros y un desplegado global en prensa, radio y televisión para denunciar el estado actual de la IS, que, afirman, se encuentra “hundida como una organización irrelevante y minimizada por su dirigencia”.

El comunicado finaliza con una cita de François Mitterrand: “La tolerancia no es una falta de principios. Es la práctica de respetar los derechos y creencias de los demás”. El PRI afirma que su postura no es solo política, sino moral, y que continuará alzando la voz para recuperar los valores históricos de una organización que, aseguran, afronta su mayor crisis de legitimidad desde la Guerra Fría.

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