De repente me doy cuenta de la coincidencia entre las primeras iniciales del PSOE y su líder y busco en Google, tal cual el título de este artículo, para saber cuánto prolifera por esas redes sin las que ya no podríamos ni respirar.
Es 20 de diciembre y, tras emerger en la primera pantalla la ya clásica "Vista creada con IA" que no menciona lo que busco, hago "clic" donde toca y me responde con 982.000 resultados. Como no me fío, decido revisar los cien primeros y sólo en tres casos, uno en la sexta página y dos en la séptima, aparece "Pedro Sánchez Obrero Español" en sus títulos. Si tal fuera la proporción, serían menos de 30.000 en lugar de casi un millón.
A continuación, decido buscar "Pedro Sánchez" por una parte y "PSOE" por otra, obteniendo 112.000.000 y 23.700.000 resultados respectivamente. Por tanto, podríamos concluir que en este momento el líder "vale" casi cinco veces más que su partido o, electoralmente calculando, el PSOE conseguirá más votos con Pedro Sánchez que con cualquier otro líder, salvo que ya no funcione lo de "que hablen de mí, aunque sea mal", esa ironía tan rentable siempre, y más en estos tiempos de mentiras y publicidad.
Por tanto, es probable que a Sánchez le "rente" la pérdida del sentido de la eficacia de sus actuaciones que parece confundir a los líderes del PP, atrapados en una mezcla de frustraciones y obsesiones que hasta les hace olvidarse de una sabiduría popular que ellos convierten en simplismo populista, obsesionados en responsabilizar personalmente a Sánchez de cualquier sospecha que recaiga sobre cualquiera del PSOE en cualquier lugar, por remoto que sea.
Sin irnos tan lejos, sobre lo ocurrido con los habitantes de su "entorno" más cercano, pienso que quienes lo acompañaron en el Peugeot hasta el éxito en las Primarias de 2017 lo que hicieron fue apostar por alguien que no estaba en condiciones de elegir equipo y debía conformarse con los primeros que se atrevieran a jugársela por un perdedor, pues hablamos de finales de 2016 y ni siquiera había escrito su "Manual de resistencia".
Tras conseguir la victoria, y tal como harían muchas personas tras el riesgo asumido entonces por Ábalos y cía., le dijeron a Sánchez que tenían que recuperar el tiempo y el dinero invertidos y Pedro, como es normal, les pagó los favores con cargos de confianza, lo único que tenía, y no solo porque sea de bien nacidos lo de ser agradecidos, sino porque acababa de reconquistar el liderazgo del PSOE y muchos cuadros intermedios seguían avergonzados ante un líder renovado y a quien habían sacado de Ferraz con las malas artes de Felipe González y sus secuaces, capitaneados por Susana Díaz.
Después resultó que algunos de esos compañeros de viaje eran corruptos y machistas acosadores, aunque de momento presuntos, nada que nos pueda sorprender demasiado cuando estamos hablando del comportamiento humano, y más si se trata de políticos con mucho poder. Precisamente, me ha llamado la atención la columna de Matías Vallés publicada ayer en el Diario de Mallorca. Aunque el título se refiere al PSOE, incluye el siguiente recuerdo: "Le preguntaron a una fanática del presidente estadounidense como podía votar a alguien que presumía de agarrar a las mujeres por los genitales y replicó que 'esto le hace más humano'".
Se me ocurre ahora que, para terminar, podría ser interesante conocer los resultados que consiguen en Internet los líderes del PP y Vox. Consulto de la misma manera que acabo de hacer con Pedro Sánchez y sale que Núñez Feijoo consigue 2.630.000 resultados y Santiago Abascal 5.030.000. Añado, por mérito propio, a Díaz Ayuso, quien derrota a ambos con sus 6.200.000 resultados.
Acudo a la calculadora y concluyo que, por mucho que apellidos como Núñez, Feijoo, Abascal, Díaz o Ayuso no sean tan populares como Sánchez a la hora de sumar en Internet resultados que pudieran no corresponder a los políticos que hoy nos han interesado, lo cierto es que Pedro Sánchez solito consigue ocho veces más resultados en Internet que la suma de sus tres odiadores principales. ¿No deberían replantearse sus estrategias a la hora de vomitar con las cuerdas vocales?
Ahora enviaré este artículo a mis amigos y, pensando en delincuentes presuntos, o en este caso potenciales, antes de que Felipe VI lea por TV un discurso navideño en el que volverá a no decirnos que quiere renunciar al mismo privilegio que le permite cometer delitos como los de su padre, o incluso más y peores, volveré a Internet para comprobar si "Pedro Sánchez Obrero Español" ha conseguido superar el millón de resultados en bruto, o los 30.000 tras realizar una estimación a partir de los cien primeros titulares.