La verdad frente al ruido: así desmonta UGT Madrid los bulos sobre la migración

El sindicato reivindica un debate basado en hechos y no en prejuicios: la migración sostiene el empleo, rejuvenece la población y aporta más de lo que recibe

11 de Diciembre de 2025
Actualizado a las 12:47h
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La secretaria de Salud Laboral de UGT, Patricia Ruiz, la secretaria general de UGT Madrid, Susana Huertas y la secretaria de Políticas Sociales de UGT Madrid, Laura Muñoz, presentan el informe Desmontando prejuicios y estereotipos, foto Agustín Millán
La secretaria general de UGT Madrid, Susana Huertas, la secretaria de Salud Laboral de UGT, Patricia Ruiz, y la secretaria de Políticas Sociales de UGT Madrid, Laura Muñoz, presentan el informe Desmontando prejuicios y estereotipos, foto Agustín Millán

Hablar de migración en España se ha vuelto, para muchos, un terreno difícil. Entre titulares alarmistas, mensajes simplificados y afirmaciones que se viralizan sin comprobación, a menudo cuesta entender qué hay de cierto en los discursos que criminalizan a quienes vienen de fuera. Por eso, el informe presentado por UGT —en el marco de la campaña “Trabajo para un trabajo libre de bulos”— resulta especialmente útil: porque convierte cifras complejas en una explicación clara y accesible sobre cómo viven, trabajan y contribuyen las personas migrantes en nuestro país.

La migración suele aparecer en el debate público rodeada de frases rotundas, titulares sensacionalistas y mensajes que se difunden sin contraste. Con ese escenario de fondo, UGT ha presentado un informe cuyo objetivo es sencillo y urgente: explicar con claridad qué ocurre realmente, utilizando datos comprensibles y alejando el debate de la desinformación.

La secretaria general de UGT Madrid, Susana Huertas Moya, abrió la presentación recordando la esencia de la campaña “Trabajo para un trabajo libre de bulos”. Su mensaje fue directo: “Nuestra obligación es desmontar la confusión, el ruido y el miedo que se está sembrando sobre la migración. No podemos permitir que los bulos sustituyan a la realidad”. Huertas insistió en que quienes llegan a España “vienen a trabajar, a aportar riqueza y a enriquecer nuestra convivencia”, y defendió que la respuesta social debe basarse en justicia y no en prejuicios.

Madrid crece porque llegan personas migrantes

Uno de los datos más relevantes del informe es que la Comunidad de Madrid ha crecido demográficamente gracias a la migración. Entre 2021 y 2024, más del 70 % del aumento de población se debe a residentes extranjeros. Sin ellos, la región no solo no crecería: perdería población activa y capacidad económica.

Esto tiene una explicación sencilla: la población española envejece. Mientras tanto, la población migrante es mucho más joven. Huertas sintetizó esta idea con una frase que resume el impacto real: “La migración aporta más de lo que recibe, y además lo hace en condiciones laborales más duras”.

El informe destaca que casi una de cada cuatro personas que viven hoy en Madrid es de origen migrante. Y que una parte muy importante de la infancia y la juventud que sostendrá la Comunidad en el futuro procede de familias migrantes. Este punto resulta clave en un territorio donde la población mayor de 65 años no deja de crecer.

Incluso la cuestión de los menores no acompañados —muy utilizada en discursos alarmistas— aparece en su dimensión real: representan una cifra mínima, pero sufren una gran sobreexposición mediática. Necesitan protección, escolarización y acompañamiento, no estigmatización.

“El derecho a la verdad es imprescindible en una sociedad democrática”

Tras la intervención de Huertas tomó la palabra Patricia Ruiz, secretaria de Salud Laboral y responsable de Migraciones de UGT Confederal. Su discurso apuntó directamente al origen de los bulos: la intencionalidad política.

Hay quien utiliza la mentira como arma para atacar derechos humanos y libertades democráticas. Por eso reclamamos el derecho a la verdad: la verdad en los datos, en el gasto público, en la distribución territorial y en el impacto real de la migración”, afirmó.

Ruiz explicó que muchos relatos de odio se construyen sobre falsedades deliberadas: desde la idea de que las personas migrantes saturan los servicios públicos hasta la de que reciben ayudas de forma masiva. “Las llamadas ‘paguitas’ no van mayoritariamente a manos de personas migrantes. Lo que sí encontramos es mucha más vulnerabilidad y muchas más dificultades de acceso”, añadió.

La dirigente sindical recordó también que la migración femenina está en el centro del fenómeno actual: dos de cada tres nuevas personas migrantes que llegan a España son mujeres, especialmente vinculadas a sectores como los cuidados, la limpieza o la hostelería.

Madrid: un mercado laboral sostenido por trabajadores y trabajadoras migrantes

Madrid no puede entender su funcionamiento cotidiano sin la aportación migrante. Sectores enteros —desde la hostelería hasta la construcción, pasando por el comercio o la limpieza— dependen en buena parte de trabajadoras y trabajadores nacidos en otros países.

Una de cada cinco personas ocupadas en la Comunidad tiene nacionalidad extranjera. Y más de la mitad del empleo creado en los últimos años lo han asumido personas migrantes, con un peso especial de las mujeres en el ámbito de los cuidados.

Ruiz subrayó un dato fundamental: “Las personas migrantes trabajan más y en condiciones peores, y aun así son señaladas como responsables de problemas que no han creado”.

“Los datos de Madrid desmienten por completo el discurso del abuso”

La secretaria de Políticas Sociales de UGT Madrid, Laura Muñoz Ibáñez, fue la encargada de explicar con detalle las cifras de la Comunidad. Su intervención abordó también los temas más utilizados en los bulos: sanidad, ayudas públicas y violencia de género.

Muñoz comenzó desmontando uno de los prejuicios más repetidos: “La población migrante no abusa de la sanidad pública; la utiliza menos de lo que le correspondería por su peso demográfico”. En Madrid, representan casi el 24 % de la población, pero solo alrededor del 20 % de las visitas a atención primaria.

En cuanto a las prestaciones sociales, Muñoz fue igual de clara: “No reciben más ayudas que nadie. El problema no es el abuso, sino las barreras que encuentran para acceder a los derechos que les corresponden”.

Otro punto especialmente distorsionado es el de la violencia de género. Aunque un porcentaje significativo de las mujeres protegidas son migrantes, los datos muestran que no llegan para reproducir violencia, sino para huir de ella.

Más derechos, menos odio

El informe señala que la tasa de actividad de la población extranjera es muy superior a la española, que su contribución en cotizaciones es determinante y que su gasto se ajusta a su peso poblacional. Es decir: participan, trabajan, consumen y sostienen la economía exactamente igual que el resto de la ciudadanía, aunque en condiciones más duras.

Por ello, UGT plantea medidas claras: reforzar la Inspección de Trabajo, facilitar procesos ordenados de regularización, equiparar derechos en el empleo del hogar, incluir cláusulas antidiscriminatorias en convenios y garantizar acceso a servicios públicos sin miedo ni obstáculos.

El mensaje común de las tres dirigentes sindicales es inequívoco: sin datos no hay debate democrático; sin derechos no hay convivencia; y sin migración, ni Madrid ni España tendrían futuro.

O, como resumió Muñoz en el cierre: “Defender a las personas migrantes es defender a toda la clase trabajadora madrileña”.

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