Las demoledoras audiencias de TVE dejan en evidencia el señalamiento de PP y Vox a sus profesionales para ser acosados en las redes

Las audiencias no engañan y muestran el pulso real que la actualidad política tiene directamente en la opinión pública. “Nosotros sólo tenemos una duda: si entrar en RTVE con motosierra o lanzallamas”, sentenció el pasado septiembre el diputado de Vox Manuel Mariscal Zabala en el Congreso. También son conocidas las duras acusaciones de “manipulación” lanzadas de forma reiterada en los últimos meses por los principales dirigentes del Partido Popular contra la dirección de Televisión Española (TVE). A esta ofensiva de los dos principales partidos conservadores contra la televisión pública nacional, mientras reciben críticas de injerencia política y manipulación en las televisiones autonómicas donde gobiernan por parte de sus propios profesionales, la realidad de las audiencias desmontan el señalamiento de PP y Vox a los profesionales de TVE y a algunos sus principales colaboradores, que reciben un acoso continuado y amenazas de todo tipo a través de las redes sociales por el simple hecho de ejercer su libre derecho a la libertad de expresión.

Mientras los programas informativos de TVE mantienen un crecimiento constante desde hace meses, liderando prácticamente todas las franjas horarias, las principales cadenas privadas no sabe cómo salir del pozo, batiendo semana tras semana records por la parte baja de la tabla de audiencias. El caso de Ana Rosa Quintana, la que otrora fuera bautizada como “la reina de la mañana”, es sintomático.

La presentadora y directora de El Programa de Ana Rosa, en Telecinco (Mediaset), viene firmando números nefastos de audiencias, repitiendo datos por debajo de los dos dígitos de una forma regular. En la parte contraria, La Hora de La 1, de TVE, presentado por Silvia Intxaurrondo, rompe todas las estadísticas por la parte alta e incluso superando el 20% en algunas ocasiones, liderando día tras día las mañanas, junto a sus compañeros Javier Ruiz y Adela González en Mañaneros 360 de La 1.

Los demoledores datos negativos del magacín informativo de Ana Rosa Quintana son una traslación de lo que viene sufriendo la cadena estrella del grupo Mediaset, que este pasado noviembre ha cerrado uno de sus meses más negros de audiencias, con un inapelable 9% de cuota de pantalla media frente al 13% de Antena 3 y el 12,3% de La 1 de TVE, que alcanza su mejor media en 14 años. Telecinco nunca había registrado un dato tan negativo en un mes de máxima audiencia de las televisiones como es noviembre. En los últimos seis años, Telecinco ha perdido casi siete puntos de promedio de audiencia en un mes de noviembre.

Sarah Santaolalla ha denunciado el acoso constante que recibe en las redes sociales tras el señalamiento que algunos líderes políticos realizan públicamente contra ella y otros compañeros

Por su parte, el presidente de RTVE, José Pablo López, subraya que desde el año 2011 la televisión pública nacional no había obtenido datos tan positivos como los registrados este pasado noviembre. “Este dato se ha conseguido gracias al trabajo de los/las profesionales de RTVE y con casi todo en contra. Casi todo menos los espectadores que, un mes más, nos han vuelto a elegir. La televisión pública crece en aceptación social y eso, con los datos en la mano, es así”, asegura López, que incide veladamente en las críticas y presiones recibidas por parte de los máximos dirigentes políticos de PP y Vox.

Una de las colaboradoras habituales de programas de TVE que más críticas y amenazas está recibiendo por parte de agitadores ultraderechistas y dirigentes de PP y Vox es la analista política Sarah Santaolalla, quien viene denunciando reiteradamente el acoso constante que recibe en las redes sociales después del señalamiento que algunos líderes políticos realizan públicamente contra ella y otros compañeros por el simple hecho de ejercer su labor de comunicadora.