La Fiscalía Provincial de Sevilla ha archivado la denuncia que la asociación Amama Sevilla interpuso a finales del pasado octubre contra el Servicio Andaluz de Salud (SAS) por el presunto borrado y manipulación de mamografías. El Ministerio Público “no aprecia indicios de comisión de los delitos de descubrimiento y revelación de secretos y daños informáticos”, por lo que da carpetazo a un tema que ha puesto en entredicho la gestión del escándalo sanitario más grave en Andalucía por parte del Gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla.
Esta asociación de mujeres con cáncer de mama fue la que a finales de septiembre pasado denunció el fallo generalizado del programa de la Junta de Andalucía para el cribado del cáncer de mama. Días después de conocerse este fallo generalizado, reconocido por el propio ejecutivo andaluz y reducido a 2.317 mujeres afectadas en toda la comunidad, el 90% de ellas en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, algunas mujeres afectadas denunciaron que el SAS había borrado presuntamente imágenes de sus mamografías del sistema informático de la Consejería de Sanidad, hecho que fue negado de manera rotunda por su titular, Antonio Sanz.
El Ministerio Público rechaza ahora que se hayan cometido los delitos de infidelidad en la custodia de documentos, de daño, contra la intimidad y falta de integridad en el ejercicio de la función pública, como recogía la denuncia presentada por Amama, a la que se sumó el Defensor del Pueblo Andaluz.
El Ministerio Público achaca la caída de los servidores informáticos a “la saturación de los mismos, al no ser capaces de dar acceso a la cantidad de solicitudes de visionados”
Este archivo judicial, adelantado por ABC, supone un varapalo para estas víctimas de un fallo sanitario del sistema, reconocido por el propio ejecutivo andaluz, que ha roto todo tipo de comunicación con estas víctimas del cribado de cáncer de mama e incluso las ha señalado por manipular y poner en cuestión la credibilidad del sistema público de salud. El consejero de Sanidad llegó a recriminar a la entidad presidida por Ángela Claverol que “no se puede jugar con el sistema ni dañar su credibilidad” y acusó a Amama que había aportado “denuncias falsas” ante la Fiscalía respecto a la supuesta manipulación de las mamografías de las afectadas.
El auto de archivo de la Fiscalía subraya que no se han encontrado “evidencias directas de manipulación intencionada”. Respecto a la caída de los servidores informáticos, el Ministerio Público lo achaca a “la saturación de los mismos, al no ser capaces de dar acceso a la cantidad de solicitudes de visionados de las imágenes correspondiente al módulo de servicio a los ciudadanos”. También rubrica que los datos clínicos de todos los historiales médicos de las mujeres denunciantes “son íntegros, auténticos y coincidentes”. La Fiscalía tampoco ve “constancia técnica ni documental de que se haya producido un borrado intencionado, un error de manipulación humana o una decisión contraria a los procedimientos clínicos establecidos”.