La comunidad internacional ha recibido un duro golpe tras la publicación de un informe de la Comisión Internacional Independiente de Investigación de Naciones Unidas, que por primera vez acusa a Israel de cometer genocidio en Gaza. El documento, de 72 páginas, sostiene que la ofensiva militar en el enclave palestino busca “destruir a los palestinos de la Franja como grupo” y apunta directamente al primer ministro, Benjamín Netanyahu; al presidente, Isaac Herzog; y al exministro de Defensa, Yoav Gallant, por “incitar a cometer genocidio”.
Una acusación sin precedentes
El análisis de la comisión es el pronunciamiento más contundente emitido hasta la fecha por este organismo. La investigación concluye que Israel ha cometido cuatro de los cinco actos que configuran el crimen de genocidio según la Convención de 1948: asesinato, daños físicos y mentales graves, imposición de condiciones de vida que llevan a la destrucción del grupo y medidas destinadas a impedir nacimientos.
Los investigadores recopilaron pruebas a partir de entrevistas con víctimas, personal médico y testigos, así como documentos y material satelital. Los hallazgos describen ataques masivos en áreas densamente pobladas, bloqueo total de ayuda humanitaria, destrucción de hospitales y escuelas, violencia sexual, ataques a menores y bombardeos incluso en periodos de tregua.
“La intención genocida era la única conclusión razonable que se podía extraer de la totalidad de las pruebas”, subraya el texto, que además califica la ofensiva de “sistemática y planificada” para desestructurar la sociedad gazatí.
Reacción de Israel
El Gobierno israelí ha rechazado enérgicamente las conclusiones del informe, insistiendo en su derecho a la autodefensa tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, en el que murieron 1.200 personas y otras 251 fueron tomadas como rehenes. Desde el inicio de la ofensiva, el Ministerio de Salud de Gaza estima que han muerto más de 64.000 palestinos y que buena parte de la población se encuentra en riesgo de hambruna.
La misión diplomática israelí en Ginebra ha acusado a la comisión de tener una agenda política y de ignorar que los bombardeos se dirigen contra objetivos vinculados con Hamás.
Responsabilidad del Estado
Uno de los puntos más sensibles del documento es la atribución de responsabilidad directa al Estado de Israel. La comisión sostiene que las declaraciones de los líderes políticos y militares israelíes constituyen pruebas de incitación al genocidio y que sus actos son atribuibles al Estado.
“Israel es responsable de la comisión del genocidio, de no haberlo impedido y de no haberlo castigado”, concluyen los expertos, que reclaman un alto el fuego permanente, el levantamiento inmediato del bloqueo y el acceso sin trabas de ayuda humanitaria.
Presión internacional
Aunque la comisión es independiente y no habla en nombre oficial de la ONU, su informe aumenta la presión sobre el organismo para que utilice formalmente el término “genocidio”. Paralelamente, Israel enfrenta un proceso en la Corte Internacional de Justicia en La Haya por este mismo crimen.
Organizaciones de derechos humanos, gobiernos y la sociedad civil han pedido medidas urgentes para detener la ofensiva y proteger a la población civil.
La comisión de la ONU concluyó que Israel ha cometido cuatro de esos cinco actos:
- Asesinato;
- Causar daños graves físicos o mentales;
- Infligir deliberadamente condiciones de vida destinadas a provocar la destrucción del grupo palestino total o parcialmente;
- Imponer medidas destinadas a impedir nacimientos.
Como pruebas, la comisión cita entrevistas con víctimas, testigos, médicos, documentos de fuentes abiertas verificadas y análisis de imágenes satelitales recopiladas desde el inicio de la guerra.
El informe de Naciones Unidas constituye un punto de inflexión en el debate internacional, al elevar la acusación de genocidio a un nivel jurídico respaldado por una investigación exhaustiva. Ahora la atención se centra en las posibles consecuencias políticas y legales para el Gobierno de Netanyahu y en si la comunidad internacional actuará para frenar la catástrofe humanitaria en Gaza.