Pedro Sánchez ha anunciado desde Nueva York el envío inmediato de un buque de la Armada española para prestar apoyo a la flotilla de ayuda humanitaria que se dirige a Gaza y que en las últimas semanas ha sido atacada en varias ocasiones. La decisión supone un paso inédito en la implicación de España en la crisis humanitaria de la Franja y busca garantizar la seguridad de las más de 50 embarcaciones que integran la llamada Flotilla de la Libertad.
El buque de acción marítima (BAM) Furor partirá mañana mismo desde el puerto de Cartagena con 50 tripulantes y ocho sanitarios a bordo. Su misión será prestar asistencia en caso de emergencias, evacuaciones o rescates. “España no puede mirar hacia otro lado mientras se ataca a quienes llevan alimentos, medicinas y material de supervivencia a una población sitiada”, afirmó Sánchez durante su intervención tras participar en la Asamblea General de Naciones Unidas.
Yolanda Díaz: “La presión sirve”
La vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha celebrado públicamente la decisión del Ejecutivo. “Hemos pedido protección para la flotilla y es un orgullo que el Gobierno vaya a desplegar un buque. La presión sirve. La Flotilla a Gaza es un rayo de esperanza que debemos proteger”, escribió en su cuenta de la red Bluesky poco después del anuncio.
Díaz, que ha sido una de las voces más insistentes en pedir protección internacional para la flotilla, subrayó que esta medida es una señal de que la política puede estar al servicio de la paz. “Cada gesto cuenta. Defender a quienes arriesgan su vida para llevar ayuda a Gaza es una obligación democrática”, añadió en otro mensaje.
Coordinación internacional en marcha
La decisión española llega después de que Italia confirmara el envío de la fragata Fasan para ofrecer apoyo a los ciudadanos italianos presentes en la flotilla. Fuentes del Ministerio de Defensa han explicado que se está trabajando en una acción coordinada con Roma y que Irlanda podría sumarse en los próximos días.
El Gobierno recalca que no se trata de una operación de escolta militar ni de confrontación, sino de un dispositivo humanitario en aguas internacionales. La intención es ofrecer seguridad y garantizar que los ataques sufridos en las últimas jornadas no acaben en una tragedia.
Ataques en el Mediterráneo
En la madrugada del miércoles se registró un nuevo episodio de violencia contra la flotilla al sur de la isla griega de Creta. Testigos informaron de al menos 13 explosiones, vuelos de drones no identificados e interferencias en las comunicaciones de las embarcaciones. Afortunadamente, no hubo víctimas, pero el incidente ha elevado la preocupación de los países europeos.
Entre los participantes de la flotilla se encuentran la activista medioambiental Greta Thunberg, la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau y varios ciudadanos españoles, además de decenas de personalidades de diferentes países. La operación solidaria transporta alimentos, medicinas, material escolar y generadores eléctricos destinados a la población gazatí.
Contexto político y mensaje a Israel
El anuncio de Sánchez llega en un momento en el que el Ejecutivo ha intensificado sus críticas al Gobierno de Benjamin Netanyahu por el bloqueo de Gaza y por los ataques contra infraestructuras civiles. “España apuesta por la paz y por el derecho humanitario. Nuestra responsabilidad es proteger la vida de quienes arriesgan la suya para ayudar”, señaló el presidente.
Durante su discurso en Nueva York, Sánchez aprovechó para defender públicamente a su familia de las acusaciones de corrupción vertidas por la oposición. “Mi mujer y mi hermano son inocentes. El tiempo pondrá las cosas en su sitio”, afirmó, vinculando las campañas de acoso judicial a una estrategia para desestabilizar al Gobierno.
Misión humanitaria con límites claros
Fuentes de la Armada explican que el BAM Furor está preparado para intervenir en caso de evacuaciones médicas o rescate de embarcaciones dañadas. Sus sistemas de vigilancia permitirán detectar amenazas y coordinar una respuesta rápida con otros países europeos.
La operación se llevará a cabo en aguas internacionales para evitar incidentes diplomáticos. No está previsto que el buque entre en la zona de exclusión impuesta por Israel, aunque su mera presencia supone un mensaje político de respaldo a la causa humanitaria y de presión para evitar nuevos ataques.
Organizaciones de derechos humanos han celebrado la decisión del Gobierno español. Amnistía Internacional y la Red Solidaria contra la Ocupación han emitido comunicados en los que agradecen el gesto y piden que la comunidad internacional actúe para poner fin al bloqueo de Gaza.
Desde la oposición, las reacciones han sido dispares. Mientras algunos partidos han aplaudido la medida como “necesaria y valiente”, otros han advertido de que podría tensionar aún más las relaciones diplomáticas con Israel.
Europa mira al Mediterráneo
En Bruselas, la medida ha sido seguida con interés. La Unión Europea se encuentra dividida sobre el grado de implicación que debe adoptar ante el bloqueo a Gaza. Algunos países defienden una línea más dura con el Gobierno israelí, mientras otros optan por mantener un perfil bajo. La participación de España e Italia puede marcar un cambio en la postura común.
En los próximos días se espera que el Furor llegue a la zona oriental del Mediterráneo. A partir de entonces, su tripulación quedará en alerta para responder a cualquier emergencia que pueda surgir en la travesía de la flotilla.