Ayuso estira su discurso económico y territorial

La presidenta madrileña combina quejas sobre Melilla, acusaciones al Gobierno central y referencias a la fiscalidad “a la madrileña”. Un repaso detallado permite separar los hechos de los mensajes políticos

18 de Noviembre de 2025
Actualizado a las 14:01h
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Ayuso en una imagen de archivo
Ayuso en una imagen de archivo

El acto empresarial celebrado en Madrid, con Melilla como eje, fue el escenario elegido por Isabel Díaz Ayuso para lanzar un discurso cargado de afirmaciones que merecen verificarse con calma. La presidenta centró su intervención en tres asuntos: la situación económica y fronteriza de Melilla, la sanidad privada y la política fiscal. Aunque empleó un tono en apariencia institucional, su mensaje estuvo trufado de imprecisiones y atajos discursivos que conviene explicar de forma clara, sobre todo para quienes no están familiarizados con los términos técnicos que utilizó o para quienes desconocen el contexto político y administrativo de cada una de sus afirmaciones.

Ceuta y Melilla: ¿territorios olvidados o problemas estructurales?

Ayuso insistió en que Ceuta y Melilla son “las grandes olvidadas” de España. Es cierto que ambas ciudades autónomas viven condicionadas por la frontera con Marruecos, que afecta directamente a su economía y a su modelo comercial. Y también es verdad que los empresarios locales llevan años reclamando más recursos, más seguridad jurídica y una gestión más eficiente del tránsito fronterizo.

Pero hay que matizar: Ceuta y Melilla cuentan con un régimen fiscal propio, con bonificaciones especiales y un trato tributario que no existe en otras zonas del país. Además, ambas ciudades reciben cada año transferencias estatales superiores a la media en proporción a su población, precisamente para compensar la singularidad geográfica. Por tanto, hablar de “abandono” es exagerado. Lo que sí existe —y aquí Ayuso tiene razón en parte— es un problema persistente de gestión fronteriza: el tránsito hacia Marruecos está muy lejos de ser equilibrado. Pero eso depende del Gobierno marroquí tanto como del español, y no es un asunto que se resuelva únicamente con voluntad política.

El comercio y la frontera: cuando el discurso se simplifica

Ayuso afirmó que hacia Marruecos se puede enviar “de todo” y hacia Melilla “ni un bolígrafo”. La frase busca un impacto emocional, pero los datos dicen algo distinto.
Hoy en día sí existen limitaciones importantes para las mercancías, pero no son unidireccionales: Marruecos impone restricciones al comercio informal y al tráfico de productos españoles desde hace años, y España endureció hace un tiempo el control aduanero en sentido inverso. El problema es real, pero no es cierto que las exportaciones hacia Melilla estén prácticamente prohibidas. Lo que ocurre es más complejo: es un conflicto comercial bilateral, no una desigualdad absoluta.

Sanidad pública y sanidad privada: verdades a medias

El segundo bloque de su discurso se centró en defender la sanidad privada ante lo que llamó críticas del Gobierno. Ayuso aseguró que la sanidad pública en Melilla y Madrid es ignorada por el Ministerio. Conviene aclarar:
– La sanidad madrileña es gestionada por la propia Comunidad de Madrid, no por el Ministerio.
– Melilla, en cambio, sí depende directamente del Ministerio de Sanidad porque no tiene competencias transferidas.

Por tanto, cuando Ayuso dice que “Madrid no recibe atención”, en realidad se está refiriendo a decisiones que son responsabilidad de su propio Ejecutivo, no de Moncloa. Su defensa del “sistema mixto” —la cooperación entre gestión pública y privada— encaja con su modelo político, pero no refleja la crítica real: el problema que denuncian sindicatos y personal sanitario en Madrid es la falta de inversión, no la existencia de colaboración público-privada.

Impuestos “a la madrileña”: un eslogan más que un análisis

Uno de los momentos más llamativos de su intervención fue su afirmación recurrente de que los impuestos deben ser “a la madrileña”. ¿Qué significa exactamente eso?
En términos técnicos, la Comunidad de Madrid aplica bonificaciones importantes en el IRPF y mantiene eliminar o reducir al mínimo tributos propios, lo que permite a la presidenta presentarse como adalid de los “bajos impuestos”.

Pero también hay que decir lo que no suele contar:
– Madrid recauda menos por habitante que otras comunidades, pero recibe más por consumo y actividad económica.
– El llamado “efecto capital” genera ingresos extraordinarios que otras regiones no tienen.
– Los menores impuestos no son gratis: reducen la capacidad de inversión en servicios públicos.

Los datos muestran que Madrid lleva años situándose en niveles bajos de gasto por habitante en atención primaria, vivienda pública o dependencia. El eslogan funciona en política, pero no describe un modelo replicable en territorios sin la potencia económica de Madrid.

Vivienda y okupación: afirmaciones sin respaldo

Ayuso volvió a señalar a la ley de arrendamientos urbanos y a la supuesta “legislación okupa” como responsables de la falta de alquileres. Aquí la evidencia es clara:
– El principal motivo del encarecimiento es la falta de oferta pública, no las leyes de contratos.
– España tiene una de las tasas más bajas de vivienda social de Europa.
– Los casos de ocupación ilegal representan menos del 0,1% del parque total de viviendas.

Es un discurso útil para su electorado, pero alejado de los datos reales.

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