El agujero oculto de Banco Santander: precarización y sobrecarga sin precedentes

El sindicato UGT ha mostrado la radiografía del caos en el Santander: menos oficinas, más presión y servicio en caída

15 de Diciembre de 2025
Actualizado a las 11:43h
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Banco Santander se ha convertido en la entidad con la peor ratio empleado/cliente entre los grandes bancos españoles. Un dato que, lejos de ser anecdótico, confirma un déficit estructural de Recursos Humanos (RRHH) que está llevando a la plantilla a una situación límite. Según datos públicos, la ratio del Santander, 1 empleado por cada 635 clientes, no solo es la más alta del sector bancario, sino un síntoma persistente de un modelo de reducción interna que compromete tanto la atención al cliente como la calidad del empleo.

Los datos de 2024 ya lo dejaban claro: el Banco Santander lidera la sobrecarga operativa, con una ratio que supera ampliamente la de sus competidores directos. Mientras CaixaBank mantiene una estructura más robusta, 1 empleado por cada 448 clientes, y BBVA ofrece un equilibrio notablemente mejor, 1 / 387, Santander continúa apostando por un modelo que combina menos plantilla, menos oficinas y más presión comercial.

Esta ratio empleado/cliente, clave para medir la capacidad real de atención, deja a Santander en la peor posición del ranking, aumentando la presión sobre una plantilla ya exhausta.

2025: una caída de personal aún más agresiva

Según ha denunciado el sindicato UGT, lejos de corregirse, la situación ha empeorado. A 30 de septiembre de 2025, Santander España registra solo 20.918 empleados y 1.781 oficinas. La reducción respecto a 2024 no es menor, con una pérdida de 3.000 trabajadores en apenas un año y el cierre de casi 50 oficinas adicionales. Este descenso intensifica la sobrecarga individual, empuja al límite la capacidad operativa y confirma una tendencia estructural: menos red física, más externalización y mayor presión interna.

La política de ajustes no es consecuencia del mercado, sino una decisión empresarial estratégica que reduce costes a costa de deteriorar la calidad del servicio bancario y la salud laboral de los empleados.

La “gran coartada”: la red de agentes financieros

Para compensar la reducción de plantilla, Banco Santander presume de tener la mayor red de Agentes Financieros de España, unas 1.000 oficinas de agentes que la entidad utiliza para ampliar su alcance comercial sin aumentar su plantilla fija.

Pero este modelo tiene un impacto directo sobre el empleo. En primer lugar, se precariza aún más el trabajo bancario, puesto que los agentes financieros no cuentan con las garantías del Convenio Colectivo, asumen riesgos y costes que deberían corresponder al banco y su presencia sirve para enmascarar la falta de personal real en la red tradicional.

Al mismo tiempo, proliferan figuras como los hubs, los COS, la Caja Avanzada, el automarcador, los gestores multioficinas o los gerentes itinerantes. Modelos operativos que, lejos de aliviar la presión, generan más incertidumbre, mayor fragmentación del trabajo y una dependencia creciente de sistemas de productividad extrema.

Un modelo basado en presión, reducción y sobrecarga

El análisis de los datos es demoledor. Santander opera con menos plantilla, menos oficinas y más clientes por empleado que CaixaBank y BBVA. La entidad mantiene un déficit estructural de RRHH incompatible con un servicio bancario de calidad. La estrategia de externalizar tareas esenciales traslada cargas, riesgos y estrés a trabajadores y agentes.

En consecuencia, el Banco Santander afronta en 2025 un escenario donde su modelo laboral no solo es insostenible para la plantilla, sino también para la experiencia del cliente, cada vez más afectada por la falta de personal, la presión comercial y la desaparición progresiva de la red física. En un entorno donde la banca presume de digitalización, eficiencia y satisfacción del cliente, los datos muestran otra realidad: sin plantilla suficiente, no hay calidad posible.

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