Sí, el señorito Alcaraz ya está en semifinales sin haberse complicado la vida. Sin esforzarse excesivamente. Sin cansarse.
Pero eso ha sido posible gracias a la magia de sus dos Juanjos, Juanjo López, mister Murcia en sus años más mozos, traumatólogo que rompía los corazones de todas sus pacientes cuando trabajaba en la Arrixaca de Murcia, y actualmente jefe del equipo médico del mito del Palmar. Y el otro Juanjo, el fisio, Juanjo Moreno, especialista en "desfacer entuertos", que se diría en el Quijote, y que ha arreglado a don Carlitos la torcedura del tobillo el primer día en Tokio, permitiéndole jugar como siempre y verse ya en semifinales.
Casper Ruud es la siguiente estación.
Grande el "niño" Alcaraz, y grandes sus ángeles de la guarda que, con sus alas, permiten al mito del Palmar estar en la mejor forma y ganar y ganar y ganar.
Tigre Tigre