No hay nada peor que dar algo por hecho, no solo en el deporte, también en la vida. En el argot taurino se utiliza la expresión: hasta el rabo, todo es toro.
Y en la primera ronda del máster de París a Alcaraz le han corneado y es posible, incluso más que probable, que pierda su posición como número uno.
Todo el mundo daba por hecho que Carlos Alcaraz Garfia llegaría hasta la final, como mínimo, en París, y la jugaría contra Sinner. Y todo el mundo daba por hecho, incluso Sinner, que así se lo había declarado a la prensa, que sería Carlos Alcaraz quien acabaría esta temporada como número uno.
Demasiada confianza. Demasiado darlo por hecho todo.
Casi, en este momento y tras la dramática derrota a manos de Cameron Norrie, se puede dar por hecho todo lo contrario a lo previsto hasta ahora: Sinner ganará en París, y adelantará a Alcaraz en la carrera por el número uno.
En nuestra opinión tampoco importa tanto estar más o menos semanas en el número uno, aunque es cierto que el número uno recibe una importante bonificación económica al final de la temporada.
Pero en el tenis, como repetimos siempre en esta sección, lo grande es lo grande, y por eso se llaman así los Grand Slams, los torneos de verdadera importancia, porque hacen historia.
Ganar en Australia sería lo importante para Alcaraz.
Ahora le tocan al Mito del Palmar unos días difíciles. Ya no depende de sí mismo. Sinner tiene el terreno despejado para subir de nuevo a la cima. Y el gran Alcaraz, nuestro supersaiyano, está en caída libre.
Tigre Tigre