Patriotas en Madrid

¿Qué patriota elige usted ser: el que ondea una bandera española defendiendo posturas excluyentes y racistas o el que se anuda la enseña palestina para visibilizar el genocidio de Israel en Gaza? No hay más preguntas, tampoco dos respuestas

15 de Septiembre de 2025
Actualizado el 16 de septiembre
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Ayuso ciclistas Israel patriotas
La presidenta madrileña posa con el equipo ciclista de Israel, este domingo, antes de la última etapa.

¿Cuántos tipos de españoles caben en la capital del país? ¿Los que salen a la calle para reivindicar el fin del genocidio del Estado de Israel contra los palestino de la Franja de Gaza? ¿Los que supuran xenofobia, racismo, supremacismo, intolerancia religiosa? ¿Los que ondean una bandera española entre soflamas incendiarias y excluyentes prometiendo un país mejor sin permitir sensibilidades ajenas a su ideario? ¿Los que se sienten orgullosos de anudarse una kufiya al cuello y levantar una enseña palestina en defensa de un pueblo masacrado y en proceso de exterminación progresiva? ¿Los que no saben ver más que violencia exclusivamente en el vecino de enfrente cuando ellos la llevan insertada en su ADN fundacional y aplicándola incansablemente, día tras día, titular tras titular, entrevista tras entrevista, a través de sus líderes políticos? ¿Los que tiran unas veces de equidistancia y otras de interesada dialéctica eufemística para atrincherarse en una barricada imposible de defender con mínimos argumentos de peso?

¿Cuántos Madrid existen? ¿El que vota masivamente a una presidenta que da la mano a un equipo de ciclismo financiado por un sionista confeso, activista y amigo íntimo de Netanyahu, el presidente de un estado democrático en busca y captura por la Corte Penal Internacional? ¿El que sale masivamente a las calles de la ciudad para dar visibilidad a su ira, su impotencia, su dolor, por lo que día a día, desde la masacre de Hamás el 7 de octubre de 2023, ven en los informativos televisivos: el exterminio en toda regla  de un pueblo de forma premeditada y organizada por un estado que se arroga la potestad de “democrático”? ¿O aquel otro que no duda, desde que se levanta hasta que se acuesta, ir de un lado para otro con pulseritas en la muñeca, en el collar del perro y ondeando orgulloso la enseña rojigualda –cuanto más grande de tamaño, mejor, más patriota– mientras defiende posturas excluyentes, racistas, xenófobas, negacionistas de la violencia machista, patriarcales, negacionistas del cambio climático y un largo etcétera?

Ayuso en el coche junto al director de LaVuelta
Ayuso en el coche junto al director de LaVuelta

Y todo ello con la defensa cómplice de medios afines, o pseudomedios más bien, que hacen del bulo y la noticia falsa un modo de vida para lograr unos fines partidistas muy concretos a través de unos canales abundantemente sufragados con dinero público y así convertirlos en meros instrumentos serviles de su causa partidista.

Madrid hizo gala de la libertad en su máxima expresión, esa misma libertad de la que alardean líderes que no dudan un instante en utilizarla para imponer vetos que sonrojan la decencia de cualquier ser humano

Madrid es una de las capitales más importantes de Occidente, referente cultural y social de integración, y en un solo día y a la misma hora un líder ultraderechista puede estar homenajeando a un activista supremacista, racista y xenófobo defensor de las armas, asesinado por otro joven de familia conservadora estadounidense, y al mismo tiempo, a escasos kilómetros, decenas de miles de ciudadanos anónimos utilizan un evento deportivo para acaparar el foco mediático mundial sobre una causa, la palestina, que requiere de la actuación urgente del mundo entero ante lo que en aquella Franja está sucediendo a ojos de toda la humanidad. La libertad en su máxima expresión en cualquier estado democrático. Esa misma libertad de la que alardean esos líderes que no dudan un instante en utilizarla para imponer vetos que sonrojan la decencia de cualquier ser humano que se precie de serlo en sus valores más fundamentales.

El evento deportivo, La Vuelta ciclista a España, una de las tres más importantes del mundo, no pudo finalizar al no poderse garantizar la seguridad de los deportistas pese a estar blindada policialmente toda la ciudad. Pero, lejos de haber sufrido episodios violentos por parte de los manifestantes, como aseguran tanto la presidenta de la comunidad madrileña como el alcalde de la ciudad, del mismo partido, las protestas contra el genocidio israelí en Gaza se desarrollaron en su inmensa mayoría de forma absolutamente pacífica. Los ciudadanos ejercieron multitudinariamente su libertad en las calles. Y ganaron. Ganó una causa justa y humana: denunciar ante el mundo el genocidio que Israel está perpetrando a diario contra el pueblo palestino desde la masacre de Hamás del 7 de octubre de 2023.

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