Madrid rica y rota: cuando la prosperidad oculta un abismo social

UGT Madrid denuncia que el Gobierno regional ha abandonado a miles de familias en el limbo de la pobreza estructural

17 de Octubre de 2025
Actualizado a las 11:27h
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UGT Madrid Informe de Análisis de la Pobreza y la  Exclusión Social en la Comunidad de Madrid
La secretaria de Políticas Sociales y Sector Público de UGT Madrid, Laura Muñoz Ibáñez, ha presentado en rueda de prensa el informe “Análisis de la Pobreza y la Exclusión Social en la Comunidad de Madrid 2024”

Con motivo del Día Mundial para la Erradicación de la Pobreza, la secretaria de Políticas Sociales y Sector Público de UGT Madrid, Laura Muñoz Ibáñez, ha presentado en rueda de prensa el informe “Análisis de la Pobreza y la Exclusión Social en la Comunidad de Madrid 2024”. El estudio alerta de una realidad inquietante: bajo la aparente prosperidad de la región, miles de personas viven en condiciones precarias, sin recibir el respaldo institucional necesario.

La portavoz sindical lanzó un mensaje rotundo: “la comunidad más rica no puede permitirse tasas de pobreza que la equiparen a regiones con mucho menor PIB”.

Una Madrid desigual hasta en sus cifras

El informe revela que en 2024 la tasa AROPE —es decir, la proporción de personas en riesgo de pobreza o exclusión social— alcanzó el 21,2 %, lo que supone más de 1,4 millones de personas afectadas. Frente al año anterior se habría producido un aumento de 61.000 personas en esta situación, según datos oficiales recopilados por UGT Madrid.

Aunque los ingresos medios de los hogares han crecido, ese avance no se traduce en bienestar real: la inflación, el encarecimiento de la vivienda y los costes energéticos han agotado el efecto de esos aumentos. En la práctica, muchas familias no sienten mejora alguna.

Madrid arrastra otro lastre: es la comunidad con menor inversión social por habitante del país —2.703 €/persona frente a una media estatal de 3.277 €—. Esta baja apuesta presupuestaria perpetúa las desigualdades entre territorios.

Un dato especialmente alarmante: alrededor de 270.000 menores madrileños están en riesgo de pobreza o exclusión social. Y más de 100.000 viven bajo un umbral de pobreza severa, lo que les impide cubrir necesidades básicas como alimentación, energía o vestuario.

Vivienda: el talón de Aquiles

El esfuerzo que muchas familias destinan a vivienda y suministros absorbe en promedio el 38 % de su presupuesto, muy por encima de la media nacional (31 %). En los últimos dos años, el coste del alquiler y los gastos asociados han escalado un 15 %, presionando de forma brutal especialmente a hogares monoparentales —nueve de cada diez encabezados por mujeres—.

Al no poder acceder a una vivienda digna, muchas familias quedan atrapadas en la exclusión residencial o en situaciones de sinhogarismo. Como resumen del estudio: vivir en Madrid decente se ha convertido en privilegio.

Cómo sobreviven miles de madrileños

  • El 44,4 % de los hogares reconoce tener dificultades para llegar a fin de mes.
  • El 15 % acumula retrasos en pagos de vivienda o recibos básicos.
  • La carencia material severa —imposibilidad de asumir necesidades básicas— afecta al 8,9 % de la población (más de 600.000 personas).
  • Aunque el empleo ha crecido en cantidad, la calidad deja mucho que desear: proliferan contratos parciales, sueldos ínfimos o combinado con horarios erráticos.
  • Consecuencia: innumerables trabajadores pobres para quienes disponer de empleo ya no garantiza una vida digna.

Brechas territoriales que matan esperanzas

Madrid ostenta el mayor PIB per cápita de España (42.198 €/persona), pero esa riqueza se concentra. En municipios como Pozuelo o Boadilla la renta media supera los 44.000 €, mientras en localidades del sureste como Fuentidueña de Tajo o Ambite apenas se superan los 15.000 €. Esa diferencia multiplica por cuatro la distancia entre ricos y pobres en la misma región.

Allí donde se concentra el dinero, también lo hace el poder de decisión y la visibilidad. En los barrios del sureste, el reconocimiento político y la inversión escasean. Esa desigualdad territorial corre desbocada.

Durante la rueda de prensa, Laura Muñoz fue clara al señala que los datos no mienten: “Madrid puede presumir de dinamismo económico, pero si esos recursos no llegan a quienes más lo necesitan, hablamos de una falsedad con estética de éxito”.

Propuestas urgentes: no es tiempo de medias tintas

Para revertir esta situación, UGT Madrid plantea un paquete de cinco medidas esenciales:

  1. Plan regional de lucha contra la pobreza infantil: con programas preventivos y atención diferenciada por distrito, reconociendo que cada zona tiene realidades distintas.Aumento urgente de la inversión social autonómica, convergiendo con la Estrategia Nacional 2024-2030 y priorizando infancia, dependencia y vulnerabilidad.
  2. Universalización de becas comedor y programas de alimentación en centros escolares, asegurando que ningún niño pase hambre en horario lectivo.
  3. Políticas audaces de vivienda asequible: crear un parque público de alquiler social, incentivar contratos estables y regular subidas abusivas en zonas tensionadas.
  4. Refuerzo de los servicios sociales de base: con una dotación presupuestaria estable y profesionales suficientes para atender de manera personalizada.

El informe concluye que se vive una paradoja estructural: Madrid es motor económico, pero también una de las comunidades más desiguales. La pobreza infantil y la exclusión social no son crisis pasajeras: son un problema crónico que exige respuestas estructurales.

Qué implica todo esto para la ciudadanía

Los indicadores como la tasa AROPE, la carencia material severa o la baja intensidad de empleo pueden parecer conceptos técnicos, pero reflejan realidades cotidianas: familias que se esfuerzan para cubrir lo básico, jóvenes con dificultades para emanciparse o mayores con rentas limitadas. En Madrid, el riesgo de pobreza ha aumentado un 1,4%, solo el 1,3% de la población recibe apoyo para vivienda y el 20% más rico concentra el 17% de los ingresos. Esto evidencia que el crecimiento económico no siempre se traduce en bienestar para todos.

UGT Madrid considera necesario reforzar las políticas públicas en vivienda, empleo y protección social, para que el desarrollo económico vaya acompañado de mayor cohesión social y oportunidades reales para toda la ciudadanía.

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