La gripe aviar obliga a sacrificar 2,5 millones de gallinas y pone en riesgo el abastecimiento de huevos en España

El Gobierno decreta el confinamiento de las aves y otras medidas restrictivas para tratar de frenar la pandemia

10 de Noviembre de 2025
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Trabajadores de una granja de pollos norteamericana trasladan una remesa de huevos
Trabajadores de una granja de pollos norteamericana trasladan una remesa de huevos, un producto escaso tras la llegada al poder de Trump

Las medidas del Gobierno para frenar la gripe aviar puede que no eviten que las estanterías de los supermercados queden vacías de huevos. Se espera un impacto en la producción de este alimento en España debido al confinamiento de aves de corral por la gripe aviar, lo que podría provocar desabastecimiento parcial y subida de precios en las próximas semanas.

Desde hoy, el Ministerio de Agricultura ha ordenado el confinamiento de gallinas en 1.199 municipios por el brote de gripe aviar H5N1. Esta medida prohíbe la cría al aire libre, especialmente de gallinas camperas, lo que afecta directamente a la producción de huevos de ese tipo.

Más de 2,5 millones de gallinas han sido sacrificadas en los últimos meses para contener la expansión del virus. La producción de huevos se resentirá, según medios especializados, por la reducción de capacidad en granjas afectadas. El precio del huevo ya ha subido un 17,9% interanual, siendo uno de los alimentos que más se ha encarecido en 2025.

El huevo campero está especialmente en peligro, por la prohibición de criar gallinas al aire libre. Supermercados han aprovechado la alerta para aumentar márgenes, según denuncias de consumidores y agricultores. No se espera un desabastecimiento total, pero sí una reducción de oferta que afectará a huevos camperos y ecológicos; a precios en supermercados; a la industria alimentaria, que depende del huevo como ingrediente para la fabricación de otros productos.

El aumento del riesgo afecta a casos en aves silvestres en Europa y a movimientos migratorios. Las granjas de comunidades más afectadas son las de Castilla y León (250) Cataluña (224) Andalucía (197), Comunidad Valenciana (138), Aragón (128) y Extremadura (99).

Hay prohibiciones específicas, como la cría aves de corral al aire libre (salvo excepciones con protección física); usar aves silvestres como señuelo; criar patos y gansos junto a otras aves de corral; dar agua de depósitos accesibles a aves silvestres (salvo si está tratada). En cuanto a la participación de aves en certámenes ganaderos y muestras, quedan prohibidas exhibiciones y celebraciones culturales.

Se permite mantener aves al aire libre solo si se instalan telas pajareras u otros dispositivos que impidan el contacto con aves silvestres y si se alimentan y abrevan en zonas protegidas. Es preciso extremar medidas de bioseguridad en todas las explotaciones avícolas, así como reforzar la vigilancia pasiva. Las autoridades aconsejan notificar cualquier sospecha de enfermedad a los servicios veterinarios. Las comunidades autónomas pueden aplicar medidas adicionales según su situación epidemiológica.

La gripe aviar, también conocida como influenza aviar, es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta principalmente a las aves, aunque algunas cepas pueden infectar a mamíferos, incluidos los humanos. El subtipo más conocido y peligroso es el H5N1. Está provocada por virus de la familia orthomyxoviridae, del género influenzavirus A. Existen múltiples subtipos, como H5N1, H5N8, H7N9, entre otros. Se clasifica en alta patogenicidad (IAAP), que provoca alta mortalidad en aves; y baja patogenicidad (LPAI): síntomas leves o nulos, pero puede mutar.

Se transmite entre aves por contacto directo, secreciones respiratorias o heces contaminadas. La transmisión a humanos es infrecuente, pero posible por contacto estrecho con aves infectadas o superficies contaminadas. No se transmite por consumo de carne o huevos bien cocinados. En cuanto a los síntomas, provoca decaimiento en el animal, plumaje erizado, pérdida de apetito. Disminución de puesta de huevos y muerte súbita en casos graves. En humanos (en cepas zoonóticas como H5N1): fiebre alta, tos, dolor de garganta y dificultad respiratoria. Puede evolucionar a neumonía o síndrome de dificultad respiratoria aguda.

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