La Ertzaintza investiga el campamento de Bernedo tras las denuncias de familias por presuntos abusos a menores

La policía vasca examina las denuncias contra monitores que supuestamente se duchaban con menores de 13 a 15 años en unas colonias que funcionaban sin autorización oficial

27 de Septiembre de 2025
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La Ertzaintza investiga el campamento de Bernedo tras las denuncias de familias por presuntos abusos a menores. Imagen generada por IA

La Ertzaintza ha abierto una investigación sobre los hechos denunciados en un campamento privado organizado por la asociación Sarrea Euskal Udaleku Elkartea que tuvo lugar el pasado mes de agosto en Bernedo, una localidad alavesa de apenas 540 habitantes. El escándalo ha salido a la luz tras las cartas que varias adolescentes enviaron a sus familias relatando experiencias que califican de “traumáticas”.

Cronología de los hechos

El campamento se desarrolló entre el 8 y el 23 de agosto de 2025 en unas escuelas viejas de Bernedo, acogiendo a cerca de 80 chicos y chicas de entre 13 y 15 años procedentes de toda Euskadi. Las familias pagaron 375 euros por los 15 días de estancia.

Los primeros indicios del problema surgieron durante el propio campamento, cuando una de las menores envió una carta a sus padres describiendo situaciones que la incomodaban. En la misiva, la adolescente explicaba que debían “ducharse por grupos” en “duchas mixtas” y que “algunos días” lo harían “los de las dos habitaciones a la vez”. También relataba que era “rarísimo” que no podían mirarse “en los espejos porque están pintados para que no nos podamos ver”, y que en uno de ellos había “una mujer abierta de piernas” acompañada de la frase “on egin” (“que aproveche” en euskera).

A principios de septiembre, el medio digital El Común publicó por primera vez información sobre estos supuestos comportamientos extraños. Sin embargo, la noticia apenas trascendió hasta que esta semana. El Correo ofreció más detalles, incluyendo las cartas de los menores, lo que provocó que el caso adquiriera notoriedad pública.

Las denuncias de las familias

Según las quejas presentadas por varios padres, los monitores del campamento obligaban a los adolescentes a ducharse desnudos junto a ellos, argumentando que si alguien no se identificaba con el género masculino o femenino podía sentirse “categorizade”. “Al poco de llegar al campamento, un compañero le dijo que las duchas eran mixtas y obligatoriamente desnudos. En todas las veces que se duchó, se le obligó. Los monitores y monitoras igual”, explicaba una madre a la Cadena SER.

Las denuncias incluyen otros comportamientos que han generado malestar entre las familias. Según los testimonios recogidos por El Correo, las monitoras se paseaban “con el torso desnudo por todo el campamento” y un monitor “solía llevar una camiseta corta y debajo, nada más. Llevaba los genitales al aire”.

Un educador de menores tutelados de Gipuzkoa ya había alertado a sus superiores y a la Ertzaintza hace menos de un año sobre comportamientos que considera “denunciables”. Este trabajador social explicó que uno de los jóvenes le contó que, a modo de juego, debían chupar “el dedo del pie al monitor” para poder merendar. También relató que los cocineros se desnudaron completamente para preparar la comida y “uno de los niños no quiso comer”.

La respuesta oficial

El consejero de Seguridad del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, confirmó que la Ertzaintza “tiene conocimiento de algunos sucesos que sucedieron en un edificio en Bernedo y está investigándolos junto con las autoridades judiciales correspondientes”. Zupiria precisó que el lugar investigado “ni es un centro educativo ni es una colonia” y que “no figura registrada como tal esa actividad en ningún registro público”.

El consejero ha pedido a las familias que consideren que ha ocurrido algún delito que “pongan una denuncia” en la Ertzaintza o en un juzgado. “Si alguien cree que ha habido alguna infracción, que se ha violado algún derecho o ha habido algún delito, que vaya a una comisaría y ponga una denuncia y si no no vale”, respondió Zupiria en el Parlamento Vasco.

La diputada foral de Cultura y Deporte de Álava, Ana del Val, ha admitido que la Diputación conocía desde hace “muchísimos años” la existencia del campamento de Bernedo, pero que nunca habían recibido quejas por escrito. “Nunca habíamos tenido quejas por escrito, ¿cómo íbamos a actuar? ¿Vamos por todas las poblaciones?”, se ha justificado Del Val. La diputada ha asegurado que ahora están “recopilando todos los datos y solicitando información a la asociación Sarrea para conocer su programa y clarificar lo que está sucediendo”.

La defensa de los organizadores

La asociación Sarrea Euskal Udaleku Elkartea, registrada oficialmente desde 1994, ha defendido su proyecto a través de un comunicado en redes sociales. Los organizadores explican que su campamento es “autogestionado, basado en el feminismo, el euskera y el trabajo comunitario” y cuentan con “50 años de historia”.

En su respuesta, denuncian “discursos difamatorios” y “ataques tránsfobos” tanto en canales privados como públicos. Sostienen que las duchas mixtas son “una oportunidad para normalizar todos los cuerpos, romper estigmas y liberarse de la vergüenza y de la sexualización en una sociedad en la que la desnudez se asocia a sexualidad”.

Los responsables aseguran ser “conscientes” de que pueden “generar incomodidad” y afirman que “no obligan a nadie a desnudarse delante de otros”. Mantienen que ofrecen “acompañamiento y alternativas personalizadas en cada caso” y defienden que los baños y duchas mixtas buscan “crear espacios seguros para todas las identidades y cuerpos”.

Reacciones políticas

El concejal del PP en el Ayuntamiento de Bernedo y miembro de la Junta Administrativa de la localidad, Tomás Ozaeta, ha propuesto que la Junta Administrativa “suspenda todas las actividades con menores organizadas por la asociación investigada hasta esclarecer los hechos”. Ozaeta considera “imprescindible” garantizar en todo momento la protección, seguridad y bienestar de los menores en todas las actividades que tengan lugar en las instalaciones concejiles.

El PP de Álava ha pedido la comparecencia urgente de la diputada foral de Cultura y Deporte para que dé explicaciones sobre esta “grave situación” y detalle las medidas que prevé adoptar. La parlamentaria del PP Ainhoa Domaica ha acusado a las instituciones vascas “del PNV” de no proteger a estos menores y de mirar “hacia otro lado”.

Por su parte, el Departamento de Juventud de la Diputación de Gipuzkoa ha expresado su “más firme condena” hacia cualquier situación que ponga en riesgo la integridad física o emocional de niños y adolescentes, calificando de “absolutamente inaceptables” los hechos denunciados.

El impacto en los menores

Varias familias han denunciado que sus hijos regresaron “traumatizados” del campamento. Algunas de las adolescentes han necesitado atención psicológica tras la experiencia. Una madre relató que su hija necesitaba “una medicación especial y fuerte” y que los organizadores le mintieron al asegurar que había médico en el campamento.

Los testimonios recogidos incluyen también referencias a teatros en los que “jugaban” a policías y manifestantes, donde los niños simulaban estar protestando y los monitores les perseguían con palos en las manos. En un caso, según los testimonios, a un niño le arrojaron una cazuela entera de guisantes.

La investigación de la Ertzaintza continúa abierta, mientras las familias afectadas evalúan la presentación de denuncias formales. El caso ha generado un intenso debate en la sociedad vasca sobre los protocolos de seguridad y supervisión en los campamentos de menores, especialmente en aquellos que operan sin autorización oficial de las administraciones competentes.

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