Los dirigentes de la Unión Europea han dado este jueves un paso sin precedentes al elevar la crisis de vivienda a la máxima instancia política del bloque comunitario. En una cumbre histórica celebrada en Bruselas, los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete han instado a la Comisión Europea a presentar “sin demora” un plan “ambicioso y global” que apoye a los gobiernos nacionales en su lucha contra una emergencia habitacional que ya afecta a todo el continente.
Esta es la primera ocasión en la que el Consejo Europeo aborda específicamente el problema del acceso a la vivienda, conscientes de que se trata de una “preocupación urgente” para millones de europeos, tal como reconoció el presidente del Consejo Europeo, António Costa. El exprimer ministro portugués fue tajante en su diagnóstico: “Esta crisis afecta a los derechos fundamentales de los ciudadanos, repercute negativamente en la competitividad y socava la confianza en nuestras instituciones democráticas”.
Las conclusiones adoptadas por los líderes europeos recogen la urgencia de la situación y exigen al Ejecutivo comunitario un plan que complemente los esfuerzos de los Estados miembro, respetando el principio de subsidiariedad. Fuentes diplomáticas consideran ya un “éxito” el simple hecho de que la crisis habitacional se haya incluido en el documento de conclusiones y se haya elevado al nivel de los jefes de Estado y de Gobierno.
España lidera la presión por medidas concretas
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, aprovechó la cumbre para presentar una batería de propuestas específicas dirigidas a combatir la especulación y garantizar el acceso a vivienda asequible. Entre ellas, destacó la creación de un fondo específico europeo para la construcción de vivienda protegida, medidas legales desde Europa para frenar la compra de vivienda destinada a uso no residencial, y palancas a nivel comunitario para actuar sobre las zonas tensionadas en las grandes ciudades donde los precios crecen “exponencialmente” debido a la presión del turismo.
“El problema de la imposibilidad de acceder a una vivienda por parte de los jóvenes y no tan jóvenes es algo que comparte un español, un italiano, un francés, un alemán”, afirmó Sánchez a su llegada a la reunión. El dirigente español subrayó que la vivienda es “central para el Gobierno de España a nivel nacional” y que quiere “que lo sea también a nivel europeo”.
Sánchez no fue la única voz conservadora en reclamar acción. El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, también defendió que el acceso a la vivienda se convierta en una prioridad común europea, con un presupuesto acorde a la magnitud del problema.
Una crisis estructural con dimensiones alarmantes
Los datos que sustentaron el debate en Bruselas son contundentes. Según un informe del Consejo Europeo, el coste de la vivienda creció en la UE una media del 58% en la última década. En el caso de España, el incremento fue aún más pronunciado, alcanzando el 72%. Entre 2015 y 2025, los precios de la vivienda experimentaron aumentos extremos en países como Hungría (237%), Lituania (147%) y Portugal (147%).
El impacto en la economía doméstica es devastador. En 2024, los europeos destinaron en promedio el 19,2% de su renta disponible a la vivienda, pero casi el 10% de los habitantes urbanos gastaron más del 40% de sus ingresos en garantizarse un techo, umbral que define una carga excesiva. La situación es especialmente grave en Madrid y Barcelona, donde el alquiler consume el 74% del salario promedio, solo superado por Lisboa, donde alcanza el 116% en el centro de la ciudad.
Según datos de Eurostat, la subida de los precios de la vivienda en España durante 2024 fue del 11,4% interanual, triplicando el ritmo de la eurozona y más que duplicando el conjunto de la UE.
Von der Leyen sitúa la vivienda en el centro de su agenda
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha colocado la crisis habitacional en el epicentro de la agenda del bloque para esta legislatura, a pesar de que se trata de un ámbito donde la UE carece de competencias directas y que sigue siendo principalmente responsabilidad de las autoridades nacionales, regionales y locales.
“Esto es más que una crisis inmobiliaria: es una crisis social. Desgarra el tejido social europeo, debilita nuestra cohesión y también amenaza nuestra competitividad”, declaró la líder alemana, cuyo Ejecutivo trabaja ya en el primer Plan de Vivienda Asequible de la UE, que se prevé presentar en diciembre.
El plan que prepara Bruselas incluirá iniciativas para regular en toda la UE los alquileres turísticos, flexibilizar las normas sobre las ayudas de Estado para que puedan emplearse también en elementos relacionados con vivienda, y permitir que fondos de cohesión no utilizados puedan destinarse a la construcción de vivienda pública o asequible. La vivienda aportó el 5,3% del PIB de la UE en 2024.
António Costa propone más margen de actuación
En la víspera de la cumbre, el presidente del Consejo Europeo planteó que los Estados miembro puedan hacer un mayor uso de fondos comunitarios para tener “más margen de maniobra” en sus políticas de vivienda. Costa defendió que la UE debe “proporcionar herramientas” a las autoridades nacionales, regionales y locales para mejorar su capacidad de acción.
“Si algunos países quieren regular los alquileres de corta duración, debemos permitirlo. Si otros desean ofrecer ayudas al sector privado, también”, afirmó el dirigente portugués, quien sugirió ampliar el uso de fondos como el programa Next Generation o el Fondo de Resiliencia Autonómica para destinarlos a vivienda. Costa también respaldó la propuesta del presidente del Comité Económico y Social Europeo, Olivier Röpke, de que el Banco Europeo de Inversiones se convierta en un “banco de la vivienda asequible”.
El papel del Banco Europeo de Inversiones
El Banco Europeo de Inversiones (BEI), presidido por la exvicepresidenta española Nadia Calviño, ha anunciado un Plan de Acción para una Vivienda Asequible y Sostenible con inversiones planificadas de alrededor de 10.000 millones de euros durante los próximos dos años. El plan del BEI apoyará los esfuerzos locales y nacionales para construir viviendas más asequibles, renovar el parque de viviendas existente para que sea más eficiente energéticamente y fomentar materiales y equipos de construcción más sostenibles.
La inversión del Grupo BEI tiene como objetivo entregar 1,5 millones de unidades de vivienda nuevas o renovadas en toda Europa. El banco también ha puesto en marcha un portal de la vivienda, una ventanilla única para ayudar a los beneficiarios finales a acceder al asesoramiento y la financiación.
Las ciudades presionan desde la primera línea
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, lideró antes de la cumbre una delegación de la alianza Mayors for Housing que se reunió con António Costa para trasladarle las demandas de 17 ciudades europeas. “Se trata de un problema europeo que las instituciones deben asumir con seriedad. Sabemos que cuando la UE moviliza recursos, es capaz de resolverlo”, señaló Collboni tras el encuentro, en el que también participaron los alcaldes de París, Roma, Atenas y Dublín.
El alcalde barcelonés agradeció al presidente del Consejo Europeo que haya llevado la vivienda a la cumbre y reclamó que “se articule la regulación para que las ciudades tuviésemos acceso directo a los fondos para construir o rehabilitar vivienda, y que formara parte del próximo marco fiscal y financiero europeo”. Collboni destacó que en las ciudades de la alianza, en los últimos 10 años, el precio de la vivienda ha subido de media un 60%, mientras el del alquiler se ha disparado un 78%.
Un compromiso político con fecha límite
La inclusión del problema habitacional en la cumbre fue una de las condiciones que plantearon los socialdemócratas europeos para el acuerdo de investidura de Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión. El debate es complejo y altamente polarizado en algunos países. Varias capitales, entre ellas París y Berlín, han planteado dudas sobre las competencias de la Comisión para legislar en un tema que consideran asunto nacional, aunque el Ejecutivo comunitario está revisando los puntos en los que puede proponer iniciativas.
La reunión de este jueves marca un punto de inflexión en el reconocimiento europeo de que la vivienda no es solo un problema nacional, sino un desafío continental que requiere coordinación, financiación y un marco legal común que permita a cada país y ciudad adaptar sus políticas a las necesidades específicas de su mercado inmobiliario. Con el Plan de Vivienda Asequible previsto para diciembre, Europa afronta uno de los retos sociales más apremiantes de las próximas décadas.