UGT Madrid ha expresado su más firme condena y profunda tristeza ante la muerte de un trabajador ocurrida esta mañana en la región, víctima de una nueva caída en altura mientras realizaba su trabajo. Se trata de la tercera persona fallecida en lo que va de mes por este tipo de accidente en la Comunidad de Madrid y la segunda en tan solo una semana.
“Hoy, una vez más, un trabajador ha perdido la vida simplemente por acudir a su puesto de trabajo. No podemos normalizar lo que es una tragedia diaria. Cada muerte es evitable si se cumple la ley y si la prevención se toma en serio”, ha declarado Pedro Fuentes, secretario de Salud Laboral de UGT Madrid.
El sindicato ha recordado que detrás de cada accidente hay una cadena de negligencias y decisiones evitables. “No hay fatalidad posible cuando se habla de prevención. Si alguien cae, si alguien muere, es porque alguien no hizo su trabajo: porque no se planificó, no se formó, o no se protegió como debía”, ha afirmado Fuentes con contundencia.
Otra vida truncada por falta de prevención
Los hechos se han producido esta mañana durante unas tareas de reparación en una nave industrial, donde el trabajador, de 55 años, sufrió una caída desde varios metros de altura. A pesar de los intentos de reanimación de los equipos sanitarios, no se pudo hacer nada por salvar su vida.
“Cada vez que recibimos la noticia de una muerte en el trabajo sentimos la misma impotencia. No hablamos de cifras: hablamos de personas, de familias rotas y de una sociedad que no puede mirar hacia otro lado”, ha señalado Fuentes.
El sindicato exige investigar las causas del siniestro y depurar responsabilidades, recordando que la falta de medidas preventivas, la presión productiva y la subcontratación en cadena siguen siendo las principales causas de los accidentes mortales en la región.
“Mientras las empresas recortan en prevención, las vidas se pierden. No se puede seguir actuando como si cumplir la ley fuera opcional”, ha insistido el secretario.
Una ley desfasada para una realidad que ha cambiado
UGT Madrid subraya que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL), que cumple 29 años, ha quedado desbordada por la realidad del siglo XXI.
“El mundo laboral ha cambiado, pero la ley sigue anclada en los años noventa. Hoy existen nuevos riesgos derivados del teletrabajo, la robotización, el cambio climático o la edad avanzada de las plantillas. Y el sistema preventivo no está preparado para afrontarlos”, ha explicado Fuentes.
En los primeros ocho meses del año, casi 500 personas trabajadoras han perdido la vida en España, unas cuarenta más que el año pasado en el mismo periodo. “Es un fracaso colectivo. La prevención no puede depender del tamaño de la empresa ni de la buena voluntad del empresario. Debe ser una prioridad de Estado”, ha añadido.
De la prevención de papel a la prevención real
Para el sindicato, la raíz del problema está en que la prevención sigue siendo, en muchos casos, un simple trámite administrativo.
“Hay empresas con montañas de papeles firmados, planes de prevención y certificados, pero que no cumplen lo más básico: proteger a las personas. Eso no es prevención, es hipocresía”, denuncia Fuentes.
UGT Madrid reclama integrar la prevención en todas las decisiones empresariales, reforzar la Inspección de Trabajo con más medios y poner fin a la externalización abusiva a servicios de prevención ajenos que, en demasiadas ocasiones, actúan sin conocer el día a día real de los centros de trabajo.
Riesgos psicosociales, tecnológicos y climáticos: los grandes olvidados
UGT Madrid advierte de que los riesgos psicosociales —estrés, ansiedad, exceso de carga o presión por objetivos— siguen siendo una de las causas invisibles de muchas muertes laborales. “El infarto, el ictus o la depresión también son accidentes de trabajo. No lo decimos nosotros, lo dice la ciencia”, apunta Fuentes.
El sindicato reclama también planes específicos frente a fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor o tormentas violentas, que cada año provocan accidentes laborales evitables.
“Las olas de calor no son imprevistos, son parte del nuevo clima. Y trabajar a 40 grados sin protección es una forma lenta de morir”, alerta el secretario.
En cuanto al teletrabajo, UGT Madrid recuerda que “trabajar desde casa no elimina los riesgos, los transforma”, por lo que reclama que las empresas evalúen la ergonomía, la iluminación, el estrés digital y el derecho real a la desconexión.
Un plan de choque estatal y nuevos delegados de prevención
UGT Madrid exige al Gobierno la puesta en marcha de un plan de choque estatal contra la siniestralidad laboral, con objetivos medibles, presupuesto suficiente y participación sindical.
Asimismo, el sindicato plantea la creación de la figura del delegado o delegada territorial de prevención, que pueda actuar en las pequeñas y medianas empresas donde no existe representación de los trabajadores. “Los centros con presencia sindical son más seguros. Eso está demostrado”, recuerda Fuentes.
Diez compromisos para salvar vidas
UGT Madrid resume sus principales reivindicaciones en diez medidas urgentes:
- Actualizar la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
- Aprobar un plan de choque estatal contra la siniestralidad.
- Reforzar la Inspección de Trabajo.
- Integrar la prevención en toda la gestión empresarial.
- Priorizar la salud mental y los riesgos psicosociales.
- Adaptar la prevención al cambio climático.
- Limitar la externalización preventiva.
- Reconocer las enfermedades profesionales ocultas.
- Regular la desconexión digital.
- Crear la figura del delegado territorial de prevención.
“Basta ya de condolencias: queremos compromisos”
“Cada accidente laboral debería ser un escándalo nacional. No podemos seguir enterrando trabajadores mientras se rellenan formularios”, concluye Fuentes.
UGT Madrid reitera su compromiso con la defensa de la vida y la salud laboral y recuerda que la seguridad en el trabajo no es un privilegio, sino un derecho constitucional.
“Basta ya de mirar para otro lado. Hoy ha muerto otro trabajador, y no podemos permitir que mañana pase lo mismo. La prevención no puede ser papel mojado. Ningún empleo vale una vida”, ha sentenciado Pedro Fuentes.