Las salidas de vía: el enemigo silencioso que causa casi la mitad de las muertes en carretera

La velocidad inadecuada, el envejecimiento del parque automovilístico y la falta de tecnología agravan un problema que sigue pasando desapercibido

13 de Octubre de 2025
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Las salidas de vía: el enemigo silencioso que causa casi la mitad de las muertes en carretera

Las salidas de vía son el tipo de siniestro más letal en las carreteras españolas, aunque apenas se hable de ellas. En 2023 provocaron la muerte de 539 personas y dejaron más de 1.600 heridos graves. Es decir, cuatro de cada diez fallecimientos en carretera se produjeron porque un vehículo se salió del asfalto. A pesar de su enorme impacto, este tipo de accidente continúa siendo el gran olvidado de las políticas de seguridad vial.

Así lo pone de manifiesto un estudio elaborado por el Instituto Universitario de Tráfico y Seguridad Vial (INTRAS) de la Universitat de València, en colaboración con Metalesa Seguridad Vial. Entre 2017 y 2023, se registraron más de 80.000 siniestros con víctimas por salida de vía, con un balance de 3.400 muertos y 10.000 heridos graves. Los investigadores alertan de que, si no se toman medidas, en 2030 podrían representar el 43% de los accidentes más graves.

Salidas de vía
Salidas de vía

Carreteras viejas, coches viejos y velocidad

El análisis revela un patrón preocupante: seis de cada diez salidas de vía ocurren en carreteras convencionales, las más comunes y, también, las más peligrosas del país. El 54% de los vehículos implicados son turismos y el 30% motocicletas, con una antigüedad media superior a los diez años.
La velocidad inadecuada —no necesariamente por encima del límite, sino inadaptada a las condiciones de la vía o el entorno— está presente en más del 80% de los casos. A ello se suman la distracción, la fatiga y el mal estado de la calzada, una combinación que multiplica las probabilidades de no volver al carril.

El catedrático Luis Montoro, presidente de honor de la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL), advierte de que “basta un segundo de distracción o un cambio repentino de meteorología para que una curva se convierta en una trampa mortal”. Según sus cálculos, desde el año 2000, unas 16.000 personas han perdido la vida en España por este tipo de siniestro.

Tecnología que salva vidas

El estudio del INTRAS propone una vía clara de prevención: los Sistemas Inteligentes de Transporte (ITS, por sus siglas en inglés). Estos sistemas combinan sensores, señalización dinámica y comunicación en tiempo real para detectar riesgos y avisar al conductor.
Según los investigadores, los ITS podrían haber evitado hasta el 60% de las salidas de vía graves o mortales si se hubieran implantado en los tramos más peligrosos.

“Los ITS no sustituyen al conductor, pero sí pueden acompañarle y anticiparse al peligro”, explica el investigador José Ignacio Lijarcio. “Permiten que la carretera sea tan inteligente como el vehículo. Ignorar su implantación no es una cuestión de presupuesto, sino de vidas humanas”.

Desde Metalesa Seguridad Vial, su director general, José Carlos Cucarella, coincide: “España ha avanzado en seguridad vial, pero seguimos teniendo una deuda con las carreteras convencionales. Necesitamos invertir en tecnología que prevenga, no solo que sancione”.

Una estrategia para 2030

El informe se alinea con la Estrategia Española de Seguridad Vial 2030, que busca reducir a la mitad las muertes y los heridos graves respecto a 2019. La clave, señalan los expertos, está en combinar educación, renovación del parque móvil e infraestructuras inteligentes.
La subdirectora técnica de la Asociación Española de la Carretera, Elena de la Peña, recuerda que “es imprescindible democratizar la tecnología. No basta con tener sistemas ITS en autovías, hay que llevarlos también a carreteras provinciales, donde se concentran los accidentes más graves”.

El teniente coronel Jaime Gómez Granado, de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, añade que la vigilancia y la concienciación deben ir de la mano de la innovación: “Cada euro invertido en seguridad vial es una inversión en vidas salvadas”.

Un problema visible, por fin

El estudio concluye con una advertencia clara: no se trata de un problema nuevo, sino de uno ignorado. Las salidas de vía representan el lado más trágico y silencioso de nuestras carreteras.

Como resume Montoro, “las vidas no se salvan solo con leyes o sanciones, sino con carreteras que piensan, administraciones que actúan y una sociedad que no se resigna”. La salida de vía no debería ser un destino inevitable. Con voluntad, formación y tecnología, aún se puede frenar esta pandemia silenciosa del asfalto.

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