El consentimiento explícito como eje primordial para valorar las agresiones sexuales a mujeres es un punto clave en la ley pionera española del ‘Solo sí es sí’, impulsada por la ex ministra de Igualdad y dirigente de Podemos Irene Montero. Sólo Suecia tenía una norma similar a la española desde el año 2018. Después de una incesante campaña de desprestigio de esta ley española desde los sectores más conservadores tras los fallos en las revisiones de penas, el continente europeo parece plegarse a sus bondades, ya sean gobiernos más o menos progresistas o incluso directamente ultraderechistas, como el italiano de Giorgia Meloni. El país transalpino está tramitando parlamentariamente en la actualidad una ley que reconoce cualquier acto sexual sin consentimiento explícito como violación. El pasado noviembre, el parlamento italiano aprobó la ampliación de la definición de violencia sexual para incluir los actos sin consentimiento.
En España, la formación ultraderechista Vox, una de las más críticas de la norma junto con el Partido Popular, dijo que la ley española era “jurídicamente inútil” porque “no mejorará la seguridad de las mujeres frente a los posibles ataques a su libertad sexual. Sólo aumentará el riesgo para los hombres de ser acusados en falso, propiciará una mayor injerencia del Estado en nuestra vida privada y cercenará los derechos civiles y las libertades”. Muy lejos de este panorama desolador que dibujaba el partido ultraderechista español cuando se aprobó en 2022, la norma española es hoy una ley de referencia, que ya imitan sin tapujos en otros países europeos, como la Francia de Emmanuel Macron o la Italia de la ultra Meloni.
Vox llegó a decir que la ley española solo serviría para “aumentar el riesgo para los hombres de ser acusados en falso”
“Quien realice, provoque o sea sometido a actos sexuales por otra persona sin el consentimiento libre y real de esta, será castigado con pena de prisión de seis a doce años”, recoge la enmienda aprobada con el acuerdo inusual del partido en el Gobierno de Italia, Hermanos de Italia (FDI), con el opositor Partido Demócrata, que viene a modificar el artículo 609-bis del Código Penal sobre violencia sexual y libre expresión del consentimiento. Hasta ahora, este artículo solo se refiere a quienes coaccionan “con violencia, amenazas o abuso de autoridad”, por lo que no se menciona el consentimiento de la víctima en ningún momento.
Esta reforma legal en Italia supone la consideración del sexo sin consentimiento como agresión sexual sin necesidad de que la víctima demuestre violencia física. La diputada ultraderechista italiana Carolina Varchi, de los Hermanos de Italia de Meloni, refrendó el acuerdo y dijo que con la nueva norma “se da un paso más en la protección de las mujeres”.