Con más de tres décadas dedicadas al derecho de familia y reconocido como un abogado experto en liquidación de gananciales en Málaga, Jesús Odériz comparte en esta entrevista una visión clara y realista sobre uno de los procesos más delicados tras una ruptura matrimonial. Coincidiendo con la reciente apertura de su nuevo despacho en Madrid, Odériz nos explica los errores más frecuentes, la importancia de una correcta valoración patrimonial y las claves para afrontar este procedimiento con serenidad, rigor y perspectiva de futuro.
Periodista. Jesús, gracias por recibirnos. Usted es conocido por su experiencia como abogado de familia en Málaga, ¿por qué es tan importante gestionar correctamente una liquidación de gananciales?
Jesús Odériz. Gracias a vosotros. La liquidación de gananciales es, en términos sencillos, el cierre contable y patrimonial de una vida en común. Una mala gestión puede traducirse en pérdidas económicas, conflictos futuros y, lo más grave, en decisiones irreversibles tomadas desde la desinformación o el desgaste emocional propio de una separación.
P. ¿Cuáles son los errores más frecuentes que observa en los clientes cuando llegan a este proceso?
JO. El error más habitual es creer que “todo se divide al 50 %” sin más matices. Ese es el principio general, sí, pero antes hay que determinar qué bienes son realmente gananciales, cuáles son privativos, y qué cargas o deudas corresponden a cada cónyuge. Otro error frecuente es no recopilar documentación desde el inicio: escrituras, extractos bancarios, recibos, valoraciones. La falta de información complica todo y suele generar sospechas o reproches.
ODÉRIZ, COMO ABOGADO EXPERTO EN LIQUIDACIÓN DE GANANCIALES EN MÁLAGA, DESTACA EL PAPEL DE LA NEGOCIACIÓN
P. ¿Y qué papel juega la valoración de los bienes?
JO. Un papel central. A veces una liquidación se bloquea durante meses no por el reparto, sino por la discusión sobre el valor real de un inmueble, un negocio o incluso un vehículo. Contar con peritos de confianza es clave para evitar una “pelea de números” que termina costando más que lo que se discute.
P. Por su experiencia como abogado experto en liquidación de gananciales en Málaga, y otras muchas provincias de España, ¿es preferible una liquidación negociada o judicializada?
JO. Siempre, siempre, la negociación. No porque el juzgado no funcione, sino porque una sentencia es un traje estándar, mientras que un acuerdo es un traje a medida. Además, la vía judicial es más lenta, más costosa y emocionalmente más desgastante. Cuando las partes logran sentarse con serenidad y con asesoramiento técnico, se pueden encontrar soluciones creativas que el juez no puede ofrecer.
P. ¿Hasta qué punto influye la carga emocional en este proceso?
JO: Muchísimo. Una liquidación de gananciales no es una transacción comercial: suele venir acompañada de duelo, decepciones y, en ocasiones, de años de conflicto acumulado. Por eso siempre digo que una buena liquidación empieza por una buena gestión emocional. Y eso implica contar con abogados de familia capaces de mantener el enfoque jurídico sin perder la empatía.
P. ¿Qué recomendaría a una persona que está iniciando este proceso?
JO. Tres cosas. Primero, recopilar toda la documentación sin ocultar nada; la transparencia acelera y abarata. Segundo, dejarse asesorar desde el principio por abogados de familia confiables. Este no es un terreno para la improvisación o el desconocimiento. Y tercero, mantener la vista en el futuro. Una liquidación bien hecha permite cerrar una etapa y empezar otra sin lastres.
P. Para terminar, ¿cuál sería su mensaje principal?
JO. Una liquidación de gananciales no es una batalla: es un proceso de orden y clarificación. Cuando se gestiona con rigor, equilibrio y profesionalidad, no solo se protegen los intereses económicos, sino también la paz personal. Yo como abogado experto en liquidación de gananciales procuro que mis representados comprendan la globalidad de la situación, sin despreciar a la otra parte implicada, y por ese camino es donde está el éxito en una negociación lo más rápida y fructífera posible.