El Tribunal Supremo ha dictado la sentencia en la que rechaza el recurso interpuesto por la empresa Valle de Odieta SCL contra el Real Decreto 1053/2022, de 27 de diciembre, por el que se establecían normas básicas de ordenación de las granjas bovinas y se limitaba el tamaño máximo de estas explotaciones a 850 vacas de leche.
El recurrente, que promueve el proyecto de macrovaquería de Noviercas, afirmaba que esta norma estaba hecha ad hoc para impedir su proyecto de macrovaquería, y que no se podía aplicar con retroactividad porque el proyecto ya había cumplido varios trámites que no podían haber sido resueltos por injustificados obstáculos administrativos. Argumentos que han sido rechazados en la Sentencia, la cual indica que la empresa tenía “una simple expectativa de obtener la autorización cuando entró en vigor la disposición transitoria”. La inconsistencia de tales argumentos y la temeridad del Recurso presentado lo evidencia también el Tribunal imponiendo unas costas de 4.000 euros a Valle de Odieta.
En este proceso judicial, junto al Abogado del Estado, han estado Ecologistas en Acción, Greenpeace, WWF España y Amigas de la Tierra defendiendo la legalidad del Real Decreto 1053/2022, que implica que la macrovaquería proyectada en Noviercas (Soria) no puede exceder de 850 vacas de capacidad. "Un número que ya es excesivo y que puede dar grandes problemas ambientales, en especial cuando el control y vigilanicia ambiental de las Administraciones es defectuoso", argumentan las organizaciones.
La Sala Tercera del Tribunal Supremo ya había dictado con anterioridad dos sentencias en mayo del pasado año, resolviendo los recursos interpuestos por empresas ganaderas que también promovían macrogranjas de vacuno en Torralba de Aragón (Huesca) así como en Lladó y Vilobí d’Onyar (Girona), confirmando la legalidad del Real Decreto 1053/2022.
A pesar de tales antecedentes, según las organizaciones ecologistas, durante 2025 la empresa "ha aparentado mantener vivo el proyecto para cumplir con sus objetivos especulativos y no perder los apoyos de sus socios financieros, que ahora querrán recuperar el dinero invertido en la elaboración del proyecto. Sobre todo en la compra de terrenos que fueron adquiridos a bajo precio a las vecinas y vecinos de Noviercas y cuyo valor se ha multiplicado simplemente por el acaparamiento de tierras, por sus expectativas de ponerlas en regadío y por la aparición de grandes proyectos de parques fotovoltaicos y eólicos que se están tramitando en esos mismos terrenos". Una situación que está enervando al vecindario, que se siente "engañado".
Para Ecologistas en Acción, lo que ha sucedido en los nueve años de historia del proyecto de Valle de Odieta "debería avergonzar a ciertos partidos políticos, en especial a los dirigentes provinciales del PSOE y del PP, así como a Administraciones y autoridades como son la Diputación y Ayuntamiento de Soria capital".
También a agentes sociales como organizaciones empresariales y sindicatos, que hicieron actos públicos y firmaron manifiestos en defensa de la macrovaquería de Noviercas bajo el pretexto del supuesto desarrollo económico en el Valle de Odieta y la lucha contra la despoblación “con la que ocultaba sus intereses particulares”.
En este sentido la organización ecologista destaca varios ejemplos.
La enorme presión política y social sobre vecinas, vecinos y propietarios/as de los terrenos en unas condiciones muy ventajosas para la macrovaquería, la cual incumplió el contrato al menos con vecinos que veían cómo se le apropiaba de 285 hectáreas sin haber cobrado lo firmado. Así queda demostrado en una sentencia de la Audiencia Provincial de Soria, ratificada posteriormente por el Tribunal Supremo en enero de 2025.
La macrovaquería se planteó, de manera conjunta, con una fábrica de quesos ya instalada en la vecina localidad de Ólvega, cuyas ilegalidades y vertidos contaminantes al río Val habían sido denunciadas por ASDEN-Ecologistas en Acción de Soria desde el año 2017. "Tales vertidos están siendo investigados por los jueces de la Audiencia de Soria por presunta responsabilidad en un delito ecológico por contaminación del río y del embalse de El Val, el más contaminado de la Cuenca del Ebro".
La empresa ha realizado o promovido varios traḿites administrativos para obtener las correspondientes licencias y autorizaciones, como son la modificación de las normas urbanísticas de Noviercas, la realización del sondeo, la captación de aguas subterráneas y la evaluación de impacto ambiental. "La gran mayoría de estos trámites se han resuelto negativamente o no se han finalizado debido a la falta de pericia de la empresa, que probablemente pensara que con los apoyos políticos y económicos sorianos podría gozar de privilegios administrativos".
La macrovaquería "estaba proyectada con una planta de tratamiento de purines y de residuos orgánicos, cuyos digestatos querían blanquear con promesas de su total depuración hasta obtener aguas aptas para el regadío", explican. Una depuración que técnicamente es muy compleja y económicamente es inviable. "Hoy se sabe que los digestatos producidos por otra empresa son vertidos en Noviercas, incumpliendo las condiciones administrativas impuestas sin que su alcalde haya mostrado su preocupación".
Mientras Valle de Odieta "vendía, y vende, su proyecto en Noviercas, que denominaba biogranja y que acompañaba de múltiples parabienes ambientales y económicos para el Moncayo y la provincia de Soria, en su macrovaquería de Caparroso recibía sanciones administrativas y está siendo enjuiciada penalmente por los vertidos con digestatos".
Por todo ello, Ecologistas en Acción celebra el fin definitivo del macroproyecto de Noviercas: “En esta ocasión, la razón y el interés general, y en especial de las explotaciones ganaderas pequeñas y medianas, han ganado la batalla. Ha sido gracias a la presión social y a la participación en los procesos administrativos y judiciales que forman parte del Estado de derecho, en el que se basa el trabajo altruista de los numerosos y pequeños grupos ecologistas que con gran esfuerzo personal intentan alzar su legítima voz en el medio rural frente al abandono institucional y al caciquismo todavía existente en algunos pueblos”.