La Alianza Cero Deforestación publica una declaración de "apoyo firme" al reglamento de la UE sobre productos libres de deforestación

La declaración subraya que, en un contexto de declive forestal global continuado –con 6,73 millones de hectáreas de bosques tropicales primarios destruidos solo en 2024–, la UE no puede dar marcha atrás y debilitar el reglamento EUDR

08 de Noviembre de 2025
Guardar
En su declaración, la Alianza Cero Deforestación exige exigen que los consumidores europeos tienen derecho a saber si su café, chocolate, aceite de palma, soja que se utiliza en la alimentación animal, carne o cuero contribuyen a la destrucción de bosques.
En su declaración, la Alianza Cero Deforestación exige exigen que los consumidores europeos tienen derecho a saber si su café, chocolate, aceite de palma, soja que se utiliza en la alimentación animal, carne o cuero contribuyen a la destrucción de bosques. 

Ante los intentos de reabrir y debilitar el texto del reglamento de la Unión Europea sobre productos libres de deforestación (EUDR), hasta 30 organizaciones de la sociedad civil recuerdan que "el EUDR es una herramienta clave para proteger los bosques, defender los derechos de las comunidades locales y reducir las emisiones de CO₂". Consideran que cualquier medida que retrase, rebaje o genere excepciones en las obligaciones de diligencia debida para las empresas supondría un retroceso inaceptable, y penalizaría a aquellos actores económicos y países que ya se han preparado para cumplirla.

La declaración subraya que, en un contexto de declive forestal global continuado –con 6,73 millones de hectáreas de bosques tropicales primarios destruidos solo en 2024–, la UE no puede dar marcha atrás. Las entidades reclaman a la Comisión Europea, el Consejo y el Parlamento Europeo que  mantengan la ambición de la ley, garanticen su aplicación efectiva y prioricen la transparencia para los consumidores.

La deforestación sigue siendo impulsada principalmente por la agricultura industrializada (86%). Se trata de un problema sistémico, vinculado tanto al consumo interno como al comercio internacional, que, según la Alianza Cero Deforestación, "requiere cambios profundos en la gestión del uso del suelo y del comercio. La falta de medidas obligatorias facilita que productos vinculados a la destrucción forestal lleguen a los mercados internacionales. El Reglamento europeo actúa directamente sobre esas cadenas de suministro: debilitarlo o dejar lagunas sería dar carta blanca a prácticas insostenibles".

Al mismo tiempo, los datos a medio plazo recuerdan que la política y la acción pública pueden cambiar tendencias: la FAO subraya que los bosques siguen bajo presión y que episodios extremos (incendios, expansión agrícola, acaparamiento de tierras) pueden revertir avances en poco tiempo. Esto demuestra que el EUDR es necesario tanto para consolidar las mejoras como para prevenir retrocesos.

Por estas razones, las organziaciones de la Alianza Cero Deforestación exigen a la Comisión Europea, al Consejo de la UE y al Parlamento Europeo, no debilitar el Reglamento europeo contra la deforestación. "Cualquier modificación que reduzca la diligencia debida de las empresas socava el propósito de la norma y la confianza pública. Genera inseguridad jurídica y penaliza a los sectores económicos y países productores que sí han invertido y se han preparado para cumplir con la norma".

También piden "trabajar intensamente con los países productores, las empresas, los pequeños agricultores y la sociedad civil para garantizar el éxito y la aplicación fluida de esta regulación, transcurridos los 12 meses adicionales para que las autoridades competentes y las empresas se pudieran adaptar a sus requisitos".

En tercer lugar, exigen transparencia total, pues a su juicio "los consumidores europeos tienen derecho a saber si su café, chocolate, aceite de palma, soja que se utiliza en la alimentación animal, carne o cuero contribuyen a la destrucción de bosques".

Finalmente, se refieren al reglamento como una palanca "imprescindible" en la lucha contra la deforestación y el cambio climático: "protege la naturaleza, garantiza mercados más responsables y refuerza el liderazgo climático de la UE. Rechazamos cualquier intento de debilitarlo y pedimos a las instituciones europeas que traduzcan su retórica en hechos: recursos, controles y voluntad política para hacer cumplir la ley. El futuro de los bosques y de la justicia ecológica y social están en juego", concluyen.

Lo + leído