Donar vida: preguntas, respuestas y ¡ánimo!

¿Duele, marea, contagia algo? ¿Quién puede? ¿Mi sangre valdrá? ¿Puedo donar si tengo piercings, tatuajes…? ¿Cuándo y quiénes pueden donar? Aquí todas las respuestas a sus dudas sobre donación de órganos, sangre y tejidos

18 de Noviembre de 2025
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Donar vida: preguntas, respuestas y ¡ánimo!

La donación de sangre, órganos y tejidos acumula mitos, leyendas y verdades. Centrándonos, primeramente, en la sangre surgen preguntas: ¿Duele, marea, contagia algo? ¿Quién puede? ¿Mi sangre valdrá? ¿Puedo donar si tengo piercings, tatuajes…? ¿Cuándo y quiénes pueden donar? Aclarar, de entrada, que donar sangre equivale a salvar vidas. Cada bolsa, de aproximadamente 450 cc, regala tres vidas. Trasfundir sangre es vital ante hemorragias, partos, accidentes, anemias, cáncer y trastornos hematológicos. Resulta esencial en el quirófano. Ningún profesional de la cirugía empieza a operar si no hay sangre de quien será intervenido. Si no hay mínimos de sangre, los hospitales cerrarían. Aunque la ciencia médica avanzó no puede fabricarse este insustituible tejido líquido humano.

Está demostrado que, tras donar, se mejora el flujo sanguíneo. Se depuran triglicéridos y equilibran los niveles de hierro. También, se reduce el riesgo de padecer infartos y accidentes cardiovasculares. Inconvenientes hay pocos: algunos donantes acusan mareos y hormigueos, pero duran poco.

La sangre tiene componentes básicos: hematíes, plasma, células, plaquetas, glóbulos blancos y rojos, que se separan tras la donación. Su destino se segmenta: un 60,4% para pacientes oncológicos y de patologías sanguíneas o vencer anemias, un 34,3% para post-operados y víctimas de traumatismos; el 2,4% es para mujeres con patologías ginecológicas y partos. Finalmente, el 2,9% va para niños con distintas patologías.

España es país relevante en cuanto a donaciones sanguíneas, y campeón en la de órganos y tejidos, como veremos. Un 4% de compatriotas (1.100.771 en 2024) donan sangre, según el Ministerio de Sanidad. Hay 36 donaciones por cada 1.000 habitantes. Los expertos, sin embargo, advierten que no se dona sangre con la habitualidad deseada. En España regalar el oro rojo de la salud es altruista y entraña solidaridad horizontal. Aunque roza la autosuficiencia, importamos hemoderivados y plasma.

Debe saberse que la sanidad pública en todas las autonomías, más la Cruz Roja Española, ni cobra ni paga por la sangre a nadie. Sólo se factura, a la sanidad privada, por conservar bolsas y gestionar hemoderivados. En otros países, caso de Austria, con menos donantes que en España y aunque pagan por donar, no se remedian las carencias que registra en sus bancos de sangre total y hemoderivados.

Donar es seguro. Es incierto que duela el pinchazo (la OCU sitúa un 45% entre quienes no donan por tal ‘fobia’). Quien suscribe aclara que, tras 150 donaciones, ni sintió dolor, ni se mareó, ni tuvo vértigo. La enfermería española, de las más eficaces entre las del mundo, sabe cómo pinchar. Antes de la extracción busca el lugar del brazo más idóneo e indoloro.

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Mínimos requisitos

Para ser donante, hombres y mujeres, hay que tener entre 18 y 65 años, pesar más de 50 kilogramos, gozar de buena salud y no existir embarazo. Una corta entrevista médica incluye responder un breve cuestionario de salud, exploración más medir la tensión arterial, hemoglobina y pulso. El fin es descartar problemas entre el donante y receptor. 

En la misma donación se extrae sangre para realizar pruebas sobre hepatitis B y C, virus de inmunodeficiencia o sífilis, más hemograma completo (hemoglobina, plaquetas, leucocitos). Si se hallan incidencias, o no se extrae la sangre o ésta se destina a investigación.

Mitos sobre la donación

Aún persisten algunos sobre ser mejor ciudadano compartiendo sangre. Cualquiera que tenga tatuajes o piercing puede donar tras cuatro meses desde que se realizaron, al igual que tras ciertas pruebas diagnósticas.

Otra leyenda es que no se puede donar si se toma algún fármaco; al respecto hay un mínimo de medicinas que excluyen la donación. Al igual que si se padece hipertensión arterial o diabetes. Si están controladas, no hay problema alguno para ser extraída una bolsa de sangre.  

Cada bolsa, de aproximadamente 450 cc, regala tres vidas. Trasfundir sangre es vital ante hemorragias, partos, accidentes, anemias, cáncer y trastornos hematológicos. Resulta esencial en el quirófano

Es aconsejable hacer regulares donaciones. Los bancos de sangre las precisan siempre, especialmente de grupos sanguíneos minoritarios en la población (B-, AB- y Rh nulo). Y también porque la duración de algunos componentes de la sangre tiene reducida supervivencia: plaquetas (5-7 días) y glóbulos rojos (42 días).

Las donaciones sanguíneas pueden realizarse cada ocho semanas. En un año no podrán donar más de tres veces las mujeres, ni más de cuatro los hombres. Detallamos quiénes y cuándo pueden donar o no.

PUEDO DONAR: 

1. Tengo síntomas de alergia: sin medicación o después de 48 horas tras recibir vacuna.

2. Tengo Hepatitis A.

3. Soy celiaco/a.

4. Tomo aspirina, paracetamol, ibuprofeno, anticonceptivos o fármacos para tratar el colesterol.

5. Tengo la regla (se excluye el tiempo de la misma).

PUEDO ESPERAR A DONAR:

1. Tomo antibióticos (1 semana).

2. Tomo Proscar, Propecia o Roacután (1 mes).

3. Tuve cirugía menor: dermatológica, odontológica… (1 semana).

4. Tuve endos/colonoscopia, tatuajes, piercing/acupuntura (4 meses).

5. Estoy embarazada (6 meses tras el parto).

6. Viajé al extranjero (28 días; sólo países de riesgo, que son pocos).

7. Sufrí una infección (1 semana).

8. Tuve anemia diagnosticada (4 meses).

NO PUEDO DONAR:

1. Sufro de Hepatitis B, C o paludismo.

2. Tengo tumores o sida.

3. Padezco diabetes insulinodependiente o enfermedad de Chagas.

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Donar órganos resucita

En la actualidad miles de personas para seguir viviendo, o mejorar su calidad de vida, necesitan un trasplante de órganos y tejidos. Las listas de espera aumentarán si no se incrementan las donaciones. La única salida es ser donante de órganos, y animar a conocidos a que también lo sean. Mientras más donantes haya, mas número de vidas se salvarán.

España lidera los números mundiales en cuanto a donación de órganos, gracias a la impagable solidaridad humana y labor de la ONT (Organización Nacional de Trasplantes), funda en 1989 por el nefrólogo Dr. Matesanz. En 2024 se realizaron 6.464 trasplantes. Aumentó un 10% respecto a 2023 y se encadena el liderazgo mundial español desde hacen 33 años.

Todo fue gracias a la generosidad de 2.562 donantes fallecidos. La tasa de donantes por millón de habitantes es de 52,6. El récord, repetimos, no lo iguala ningún país. La ONT es un referente planetario según la ONU y la OMS.  

Dona órganos, anímate

Dicen que la caridad es dar lo que sobra. Y solidaridad compartir lo que se tiene. Para regalar órganos hay que ser solidario hasta que la vida falte del cuerpo. Donarlos alcanza a toda persona que, en vida, decida a su muerte que sus órganos sirvan para salvar o mejorar la de otros. Obtener Tarjeta de donante de la ONT es fácil. Sólo precisa ser solicitada en cualquier autonomía para plasmar un altruismo que hace héroes sociales. Sin embargo, no todos podremos ser donantes de órganos y tejidos. Para serlo es preciso que el fallecimiento acontezca en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Es ahí donde es posible realizar la preservación de los órganos. También, donde se practican pruebas para realizar una correcta valoración de cada potencial donante, previos test de compatibilidad a quienes recibirán los órganos.

Un equipo médico dictaminará, tras ciertos protocolos, si se puede ser donante y de qué órganos. Los más usual son los riñones, el hígado, el corazón, el páncreas, el estómago, el intestino y los pulmones. Además, pueden compartirse tejidos, huesos, córneas y las válvulas cardíacas.

Hay severas carencias de órganos para trasplantes. Las listas de espera a veces son angustiosas, especialmente los que precisan riñones. Mientras, se dializan los potenciales receptores para seguir con vida.

Por cada donación para trasplante se intenta el mayor aprovechamiento posible. Cada cuerpo sirve para varios receptores. La voluntad previa de quien falleció a sus íntimos cuenta en casos donde hay interrogantes.

Según la vigente Ley 30/79 de Trasplantes española somos considerados donantes si en vida no se expresó lo contrario. La decisión de familiares directos y parejas ratifica la posibilidad de donación. Los temores de antaño, basados fundamentalmente en determinados credos religiosos, se superan ahora con una firma que ratifica la donación.

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Donantes en vivo

No siempre se donan órganos de fallecidos. Quienes viven pueden hacer lo propio. Hay órganos que pueden donarse en vida (riñón, pulmones, córneas...) o la médula ósea a quienes sufren de la leucemia. Un auge de donantes de médula, por ejemplo, lo alentó todo un héroe, Pablo Ráez (1996-2017). Su ejemplo impactó por su fuerza de vivir. Un ejemplo, una de sus frases: ‘Repito, la muerte no es triste, lo triste es no saber vivir’.

Para donaciones inter-vivos son precisos los requisitos y condiciones marcadas por la Ley. Pero se superan fácilmente. Casi calcan los que se precisan para donar sangre: ser mayor de edad, gozar de buena salud y carecer de patologías que detallamos en ‘no puedo donar [sangre]’.

La ley española que regula la donación y trasplante de órganos respeta la voluntad del fallecido. A diferencia de otros países garantiza el anonimato del donante. El espíritu del legislador avala los derechos de las partes (donante/receptor), libertad decisoria, voluntariedad, gratuidad y altruismo.

El mejor epílogo que puede escribir es ese oficioso mandato cívico de ayudar a nuestros congéneres sin saber quién se beneficia de esa generosidad que llevamos dentro. Si donar sangre ayuda hasta al mismo donante, hacerlo con tejidos y órganos es resucitar a alguien que prácticamente no puede disfrutar de la vida con mínimos. Desde aquí, por último, dar las gracias a quienes regalan vida donde ésta flaquea.  

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