Durante años, Diario Sabemos ha recogido las denuncias de las condiciones laborales en Banco Santander. La última reclamación ha venido del sindicato UGT, que ha denunciado de manera contundente un modelo laboral en Santander Personal que, lejos de modernizarse, ha retrocedido en derechos fundamentales. La combinación de una vigilancia digital exhaustiva y una carga procedimental asfixiante no solo desprofesionaliza el trabajo, sino que tiene un impacto directo y devastador en la salud y la vida familiar de la plantilla.
Vigilancia Digital y Deshumanización
Esta herramienta de monitorización invasiva cronometra cada acción, imponiendo una cultura de la conexión permanente que ignora la necesidad de pausas regenerativas. Junto con la presión de tiempos mínimos de llamada y la invalidación de las de menos de 2 minutos, genera un estado de estrés y ansiedad constante que es incompatible con un entorno laboral saludable.
Sobrecarga Procedimental y Sanción al Error.
La exigencia de realizar anotaciones en pipelines duplicados para control (de quienes nunca llamaron por teléfono para vender) y la obligación de leer textos legales no visibles en pantalla durante la comercialización, someten al profesional a una presión insostenible. Esta disyuntiva entre la calidad comercial y el rigor legal, donde cualquier omisión se penaliza con amonestación incluso pérdida de bonus, constituye una práctica abusiva que debe cesar de inmediato.
La Jornada Maratoniana y la Fractura de la Conciliación
El colapso del equilibrio entre vida laboral y personal es la consecuencia más grave de este modelo. Una jornada intensiva de 9:00 a 18:30 horas, con una única pausa, imposibilita la conciliación.
Según denuncia el sindicato, esta realidad queda demostrada con un dato incontestable: Santander Personal es el departamento del banco con el mayor porcentaje de reducciones de jornada. Esta no es una elección, sino la respuesta forzosa de una plantilla a la que se le niega el derecho a una vida personal fuera de la oficina y un desarrollo profesional digno dentro de ella. "El Banco no puede ignorar que su modelo está obligando a sus empleados a sacrificar sus ingresos y su proyección profesional para poder atender sus obligaciones personales", señala UGT.
 
    