El portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya, Gabriel Rufián, volvió a ser uno de los protagonistas del debate parlamentario con una intervención tan irónica como afilada. En una réplica al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el diputado catalán lanzó una dura crítica a la derecha por su “hipocresía moral” con los casos de corrupción, pero también dirigió un mensaje incómodo al propio Ejecutivo socialista: “La culpa de que el Partido Popular siga aquí, dando lecciones de moralidad, es también de ustedes. Porque se pusieron de perfil”.
Entre aplausos y murmullos en el hemiciclo, Rufián arrancó su intervención enviando “un abrazo y mucha fuerza” a Borja Sémper, antes de desplegar una de sus intervenciones más incisivas de los últimos años. Con su habitual tono sarcástico, repasó la actualidad política y judicial, el doble rasero de la derecha y el desgaste del bloque progresista, reclamando que “la izquierda deje de obsesionarse con el léxico y empiece a transformar la realidad”.
“Hablan de corrupción, hablemos de corrupción”
El diputado independentista ironizó sobre las acusaciones al entorno de Sánchez, especialmente el caso de Begoña Gómez, para denunciar lo que considera una utilización política de la justicia. “Según el criterio del juez Peinado, si un funcionario usa el teléfono de su despacho para hacer una llamada privada, estaría cometiendo malversación”, señaló. “Ese es el nivel”, remató entre las risas de parte de la bancada progresista.
Rufián comparó esa actuación con la del expresidente Mariano Rajoy, quien “cargó los cuidados de su padre a los Presupuestos Generales del Estado”, sin que entonces nadie hablara de malversación. “¿Dónde estaba el juez Peinado entonces?”, se preguntó.
También defendió al fiscal general Álvaro García Ortiz, acusado por supuesta revelación de secretos en el caso de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. “Están juzgando al fiscal con el juez de Rajoy, el mismo que quince años después aún no sabe quién es M. Rajoy”, ironizó.
En esa misma línea, advirtió que la ofensiva judicial y mediática no se detendrá en el independentismo. “Les dijimos que los siguientes serían ustedes —dijo dirigiéndose al PSOE—. No se equivoquen: el poder judicial no tiene manía solo al independentismo; después irán a por los sindicalistas, las feministas, el periodismo decente y los socialistas. Y ahora simplemente les toca”.
“Eso también es corrupción”
Rufián dedicó una parte importante de su intervención a denunciar lo que calificó de “corrupción moral” en los gobiernos autonómicos del Partido Popular. Mencionó los retrasos en los cribados de cáncer en Madrid y Andalucía, las muertes en residencias durante la pandemia y el caso del expresidente valenciano Carlos Mazón: “Es un hombre con 229 muertes a sus espaldas porque eligió estar en otro sitio. Y ustedes, hasta hace nada, le aplaudían”.
“Recortar en sanidad, privatizar y luego ponerse un lacito no es luchar contra el cáncer. Es corrupción”, afirmó, visiblemente molesto con las risas de algunos diputados populares.
El portavoz republicano acusó al PP de acumular más de una treintena de casos judiciales abiertos hasta 2030: Gürtel, Lezo, Púnica, Kitchen o Borrasca, entre otros. “Y todavía tienen la desfachatez de presumir de hacer política para adultos”, ironizó.
“La derecha no es el fascismo, pero lo ampara”
Con un tono más reflexivo, Rufián sostuvo que España “merece una derecha democrática, humanista y europea”, pero que el actual PP “ha perdido toda decencia”. También se refirió a Vox, del que dijo que “ha hecho de la mentira y la manipulación su principal negocio político”, citando la fundación Disenso y las acusaciones internas de corrupción.
Para él, la extrema derecha “criminaliza la Agenda 2030 sin haberla leído” y se opone a valores tan básicos como la igualdad de género, la educación o la lucha contra la pobreza. “Negar la emergencia climática —añadió— es demostrar que se sufre una emergencia mental”.
En otro pasaje del discurso, recordó los barrios humildes de su infancia: “La España de los toldos verdes no era la España feliz, era la España de la miseria, del maltrato y del silencio. Las mujeres no eran felices en esa España que ahora reivindican”.
“Menos pureza y más cabeza”
En la parte final de su réplica, Rufián tendió la mano a Sánchez para centrar la legislatura en “los problemas reales de la gente”: vivienda, desigualdad y precariedad. “Hablemos de seguridad sin exagerar, de migración sin miedo, de vivienda con valentía”, pidió. “Hay dos maneras de ser de izquierdas: una útil, pero impura, y otra inútil, pero pura. Les pido menos pureza y más cabeza”.
El portavoz republicano advirtió de que el debate sobre la vivienda se ha convertido en el gran campo de batalla política: “Por eso Vox ha cambiado a un salvaje como Ortega Smith por un chaval que parece del PSOE y que solo habla de vivienda. Porque la gente lo está pasando muy mal”.
También cargó contra Junts, a quien acusó de estar “más pendiente del negocio que de la patria”. “Quienes ahora dicen que las leyes que apoyan con PP y Vox no afectan a Cataluña, mienten. En Cataluña hay familias, sanidad, emergencia climática y libertad de expresión”, recalcó en catalán: “Oma, quina vergonya. De Puigdemont a prisión a Puigdemont quizá votando la moción”.
“Feijóo cederá antes”
Rufián concluyó su intervención con una advertencia política: “Entre los materiales más duros del planeta —el diamante, el grafito y la resistencia de Sánchez—, yo apuesto a que Feijóo cede antes”. Una frase que provocó risas y aplausos incluso fuera de su bancada.
El diputado de Esquerra cerró con un mensaje al PSOE: “Si quieren frenar a esta gente, no basta con discursos. Luchen contra la desigualdad, contra la precariedad y por la vivienda. Vivienda, vivienda y vivienda”.
En un Congreso cada vez más crispado, Rufián volvió a demostrar que combina la ironía con la denuncia política para incomodar tanto a la derecha como al Gobierno. Y, en su propia paradoja, recordó que el Partido Popular sigue siendo, en sus palabras, “la mayor empresa de corrupción que ha existido en España”.