Moreno Bonilla entierra la ley de climatización con aulas a 30 grados al parchear con 20.000 euros para que cada colegio los gaste a discreción en ventiladores, toldos y aparatos de aire

La norma, aprobada por unanimidad del Parlamento en 2020 y aplicada solo en el 13% de los centros, subraya que la climatización se debe alcanzar con “técnicas bioclimáticas y de energías renovables”

18 de Septiembre de 2025
Actualizado el 19 de septiembre
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Alumnos del CEIP Borbolla de Sevilla han protestado este jueves a las puertas del centro con las cajas de ventiladores comprados por sus madres.

Cinco años después de aprobada por unanimidad la Ley de Bioclimatización de los centros educativos públicos en el Parlamento de Andalucía y con temperaturas en muchos puntos de Andalucía que alcanzan los 40 grados en pleno septiembre, el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha certificado la muerte de facto de esta norma al prometer una partida de entre 15.000 y 20.000 euros para que todos los centros de Infantil, Primaria y Secundaria “mejoren la climatización de sus instalaciones” de forma discrecional en función de las necesidades climáticas de cada uno de ellos. Así, la Consejería de Desarrollo Educativo prevé que cada colegio o instituto disponga del dinero en octubre, “para que cada centro lo invierta en lo que considere según sus necesidades, aparatos de aire acondicionado, toldos en los patios, ventanas, arreglar aparatos de aire acondicionado, ventiladores o lo que estimen”, según fuentes de la Consejería.

La vigente Ley de Bioclimatización, impulsada originariamente tras las primeras protestas en 2017 por asociaciones de madres y padres de alumnos de Andalucía agrupadas bajo el nombre de Escuelas de Calor y promovida en el Parlamento por la ex diputada Teresa Rodríguez, especifica en su artículo primero relativo a su “Finalidad” que busca prioritariamente “la mejora de las condiciones térmicas y ambientales de los centros educativos públicos andaluces, mediante el desarrollo de determinadas actuaciones que contengan la aplicación de técnicas bioclimáticas y de energías renovables. Todo ello al objeto de garantizar las condiciones de habitabilidad y de confort térmico en las infraestructuras del sistema educativo de manera respetuosa y sostenible con el medio ambiente y con la salud laboral”. Además, se subraya que la norma debe “contribuir a reducir la huella de carbono a lo largo de la vida útil de la edificación y, en general, contribuir a las medidas frente al cambio climático”.

Las madres y padres de alumnos aseguran que la nueva idea de Educación es “un callabocas peligroso, porque puede también desactivar la lucha de las familias”

Este último giro copernicano de la Junta a esta problemática del calor en las aulas andaluzas evidencia que, lejos de solucionarse, está destapando la pasividad del ejecutivo andaluz a la aplicación real de la ley en aulas educativas que en muchos casos alcanzan estos días más de 30 grados centígrados de temperatura. Ahora, al anunciar Moreno Bonilla la pasada semana durante el inicio del curso escolar a bombo y platillo una partida de 85 millones de euros “para la mejora de la climatización de colegios e institutos públicos andaluces” constata que el interés verdadero por aplicar técnicas de bioclimatización respetuosas con el medio ambiente brilla por su ausencia.

El presidente andaluz ha recordado que, desde que llegó al poder en 2019, sus gobiernos han acometido un total de 452 actuaciones de bioclimatización en casi 500 centros, un porcentaje prácticamente testimonial para los 6.000 centros educativos existentes en la comunidad andaluza actualmente. Moreno Bonilla insiste que su “esfuerzo presupuestario” por aplicar la Ley de Bioclimatización apenas ha llegado a los 170 millones de euros, con su aplicación generalizada en apenas el 13% de los colegios e institutos de Andalucía, según la asociación Escuelas de Calor.

Protesta calor CEIP Borbolla foto
Protesta calor CEIP Borbolla foto

Desde Fampa Sevilla lamentan que la Junta gaste “millones en una climatización adiabática inútil y peligrosa. Todo por no cumplir con la Ley de Bioclimatización”. Rocío Begines, presidenta de esta asociación, asegura a Diario Sabemos que “la situación en los centros educativos es insostenible, cada vez las temperaturas son más altas y esta situación se prolonga durante más meses, y teniendo una Ley que obliga a la administración, continuamos con copagos para comprar aires acondicionados, o ventiladores, que desde luego no es la solución, pero que son producto de la desesperación más absoluta de las familias, y ahora la Junta nos pone ‘este copago’ en bandeja para que nos lo guisemos y nos lo comamos”.

Las madres y padres que conforman Escuelas de Calor aseguran que “el método de la Consejería de Desarrollo Educativo es desgastar a las familias y su paciencia para volver al punto de inicio y, con ello, la administración seguir como hasta hoy: no haciendo nada y que las familias apaguemos los fuegos”. Begines asegura que “esto es una piedra en el zapato para la Junta, que se ha sacado de la manga este anuncio populista que no viene en absoluto a solucionar el problema que tenemos en los centros educativos”.

Esta realidad que viven muchas aulas públicas de Andalucía ha tenido esta semana un pico de protesta en las movilizaciones emprendidas por el CEIP Borbolla de Sevilla, cuyas madres y padres se sienten ninguneados por la Administración autonómica. Tanto es así que ellas mismas han costeado de sus bolsillos una veintena de ventiladores para repartir por las aulas, que estos días registran temperaturas “insoportables”, según los padres que se han manifestado este jueves a las puertas del colegio sevillano.

El presidente de la Junta anunció la pasada semana en el acto de inauguración del curso escolar que todos los centros de Infantil y Primaria y todos los institutos públicos van a recibir una partida de entre 15.000 y 20.000 euros para que mejoren la climatización de sus instalaciones. La previsión es que dispongan  del dinero en octubre, “para que cada centro lo invierta en lo que considere según sus necesidades, aparatos de aire acondicionado, toldos en los patios, ventanas, arreglar aparatos de aire acondicionado, ventiladores o lo que estimen”, según fuentes de la Consejería de Desarrollo Educativo.

La presidenta de Fampa Sevilla asegura a este diario que este último anuncio del gobierno de Moreno Bonilla es “un callabocas peligroso, porque puede también desactivar la lucha de las familias, en esto insiste mucho y con razón Escuelas de Calor. No se trata de poner aires acondicionado en las aulas, se trata de hacer cumplir una Ley que garantice el confort climático al que tiene derecho el alumnado, y va a ser muy difícil movilizar a las Ampas, si con estas ayudas logran colocar aires acondicionados en todas las aulas, y la Junta lo sabe”.

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