Mazón aniquilado: el 75% de los valencianos exige su dimisión tras la DANA

Incluso el 61% de los votantes del PP cree que Mazón debe dimitir tras su gestión de la DANA que ha expuesto la fragilidad de su liderazgo. Su gestión de la emergencia y la reconstrucción divide incluso a su propio electorado y reaviva la crisis del PP

27 de Octubre de 2025
Actualizado a las 14:04h
Guardar
Una gran imagen de Mazón con las manos manchadas de sangre durante las manifestaciones de Valencia. | Foto: CGT País Valencià I Múrcia
Una gran imagen de Mazón con las manos manchadas de sangre durante las manifestaciones de Valencia. | Foto: CGT País Valencià I Múrcia

Un año después de la devastadora DANA que destruyó buena parte de la provincia de Valencia, la tormenta más persistente no es meteorológica, sino política. Según una encuesta de GAD-3 publicada por ABC y Las Provincias, tres de cada cuatro valencianos creen que el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, debería dimitir por su gestión de aquella crisis. Un 65% va más allá: pide que convoque elecciones anticipadas.

El dato encierra una paradoja inquietante. Mazón llegó al poder como la promesa de un liderazgo pragmático y moderno dentro del Partido Popular valenciano, un intento de distanciarse de los años de corrupción y excesos que marcaron la era Camps. Pero su primer gran examen de gobierno, la gestión del desastre de octubre de 2024, se ha convertido en una losa política que amenaza con hundir su capital electoral antes incluso de consolidarse.

Liderazgo muerto

La encuesta revela un nivel de desafección que pocos líderes autonómicos han enfrentado tan temprano en su mandato. Apenas un 22% de los encuestados cree que Mazón debe continuar en el cargo, y solo un 13% lo ve con opciones de repetir como candidato. Lo más alarmante para el PP valenciano es que la erosión no proviene solo de la oposición: el 61% de los votantes populares considera que Mazón debería dimitir, y más de la mitad (52%) apoya la idea de adelantar las elecciones.

Que un líder pierda la confianza de su base electoral tras una crisis de gestión no es insólito; lo singular en este caso es la velocidad y la magnitud del rechazo. El estudio sugiere que Mazón no ha logrado proyectar ni liderazgo en la emergencia ni credibilidad en la reconstrucción.

La DANA del 29 de octubre de 2024 fue, además de una catástrofe ambiental, un test de gobernanza. Miles de viviendas quedaron inundadas, las infraestructuras colapsaron y la coordinación entre administraciones fue errática. En las semanas siguientes, la Generalitat fue acusada de falta de previsión y de una respuesta tardía, particularmente en las zonas rurales y costeras más afectadas.

Más allá de la meteorología

El desgaste de Mazón refleja algo más profundo que el efecto de un desastre natural: la desconfianza hacia un modelo de gestión que prioriza la imagen sobre la ejecución. En su primer año de mandato, el presidente ha cultivado un discurso tecnocrático, centrado en la eficiencia y la cooperación institucional. Sin embargo, la DANA expuso la fragilidad estructural de ese relato: la lentitud en la canalización de ayudas, la ausencia de una estrategia de prevención climática y la falta de interlocución con alcaldías clave han convertido la promesa de “buena gestión” en una narrativa difícil de sostener.

En términos políticos, la tormenta también ha reposicionado a la oposición. Compromís y el PSPV-PSOE, desdibujados tras su salida del poder, han encontrado en el desastre un terreno fértil para reconstruir discurso y presencia mediática. El sondeo muestra que el 92% de los votantes de Compromís y el 90% de los socialistas piden la dimisión de Mazón. Aunque el dato era previsible, el consenso casi total refuerza la idea de que la crítica al presidente valenciano se ha convertido en un elemento transversal.

Incluso Vox, socio parlamentario incómodo del PP, parece medir distancias: el 63% de sus votantes cree que Mazón debería dimitir, un indicio de que la derecha valenciana podría fragmentarse si el desgaste se prolonga.

En clave nacional, el caso Mazón ilustra los límites de la estrategia del PP basada en el relevo generacional y la moderación de tono. Su nombramiento fue leído como un experimento: un presidente regional joven, de perfil empresarial, capaz de combinar disciplina fiscal con sensibilidad territorial. Pero el fracaso percibido en la gestión de la emergencia climática alimenta la narrativa opositora de que el PP gestiona bien en tiempos de bonanza, pero mal en tiempos de crisis.

El episodio también pone de relieve la creciente politización de la respuesta al cambio climático. En una comunidad especialmente expuesta a inundaciones y sequías, los ciudadanos parecen estar castigando no solo la mala gestión, sino la falta de visión estructural frente al riesgo ambiental.

Adelanto electoral

Mazón afronta ahora un dilema clásico: resistir para demostrar estabilidad o ceder al desgaste y convocar elecciones anticipadas. Cualquiera de las dos opciones entraña riesgos. Resistir podría prolongar la agonía política y dejar al PP a merced de un ciclo mediático adverso; adelantar los comicios podría convertir la cita electoral en un plebiscito sobre su gestión, con resultados impredecibles.

El hecho de que solo el 15% de los votantes populares quiera que repita como candidato sugiere que la cuestión ya no es si la DANA dañó su imagen, sino si su liderazgo es sostenible.

Las lecciones de la DANA

Para Mazón, la crisis podría convertirse en una lección amarga sobre los límites del marketing político frente a la gestión real. Para la política valenciana, es una advertencia más amplia: la ciudadanía ya no distingue entre catástrofes naturales y errores humanos cuando percibe incompetencia o falta de empatía institucional.

En un tiempo en que los líderes regionales se ven forzados a gestionar emergencias cada vez más frecuentes, la gobernanza se mide menos por la retórica que por la capacidad de respuesta. La DANA de 2024 fue un fenómeno meteorológico excepcional. Pero la tormenta política que dejó tras de sí puede marcar el fin prematuro de una presidencia que, irónicamente, nació con promesas de estabilidad.

Lo + leído